Sánchez se reunirá con Feijóo para intentar cerrar el apoyo del PP a su plan anticrisis

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confía en que la reunión que mantendrá con Alberto Núñez Feijóo en los próximos días pueda reconducir el apoyo del PP a su plan económico contra el impacto de la guerra. Sánchez invitará a Núñez Feijóo a la Moncloa como nuevo líder de la oposición en cuanto se formalice su elección como presidente del PP en el congreso de este fin de semana en Sevilla. La cita, según fuentes del Gobierno, servirá para abordar muchos temas, entre ellos el decreto aprobado esta semana en el Consejo de Ministros para amortiguar los efectos del conflicto bélico en la economía española.

El Gobierno cree que el ecuentro ayudará a aparcar las diferencias entre ambas partes en un momento especialmente delicado para España. El objetivo es que la reunión sea lo antes posible, antes de la Semana Santa.

Sánchez ha pedido reiteradamente "unidad" a las fuerzas políticas. Pero el primer debate parlamentario sobre las medidas aprobadas por el Gobierno no ha cosechado un apoyo sin fisuras, sino más bien muchos reproches de la mayoría de los grupos. La convalidación de la norma no parece en peligro, pero sí la mayoría amplia que quiere el jefe del Ejecutivo.

Feijóo aleja el pacto

El PP se ha alejado progresivamente de las medidas anunciadas. La intervención este miércoles de la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha sido muy dura con Sánchez. Y ha causado malestar en La Moncloa, que considera que al PP le ha faltado "altura de miras". "Estamos viviendo una situación muy complicado y no hemos acabado de entender este tono", han reconocido a Vozpópuli desde el entorno del presidente.

Fuentes de La Moncloa recuerdan que Sánchez y Feijóo ya tuvieron un primer contacto como presidente y líder de la oposición in pectore en la conferencia de presidentes de La Palma. La Moncloa agradeció al todavía presidente de la Xunta de Galicia el gesto de facilitar el comunicado conjunto que salió de la cumbre para afrontar "juntos" las graves consecuencias económicas que la invasión rusa de Ucrania está teniendo en la economía nacional.

Sin embargo, el transcurso de los días ha ido alejando las posiciones de Gobierno y PP. Feijóo reclama una rebaja de impuestos que dice no ver en ese decreto. Mientras la vicepresidenta económica Nadia Calviño asegura que "han cumplido" con la palabra dada al PP con medidas como la bonificación de los 20 céntimos por litros en los carburantes. Gamarra ha acusado a Sánchez de "imponer" las medidas sin "diálogo" y ha lanzado duros reproches al Ejecutivo.

Moncloa considera que el PP "no ha encontrado su tono" en el debate. Estas fuentes sostienen que Sánchez ha tratado de hacer "un discurso de Estado", reconociendo que la situación es difícil y que, por ejemplo, un dato como el de la inflación -9,8%- es malo. En frente, dicen, se han encontrado un PP "que no sabe qué propone". "Corren el riesgo de ser irrelevantes. No sabemos qué proponen", aseguran.

Sánchez afea al PP su actitud

De hecho, Sánchez ha afeado al PP en su réplica que no llevasen una sola propuesta a la reunión que convocó el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, la semana pasada. "No presentaron un solo papel", señalan desde el Gobierno. "Fueron de oyentes. Otros grupos trajeron sus propios documentos y plantearon medidas. Algunas nos parecían aceptables y otras, no", añaden.

A pesar de ello, recuerdan desde el Gobierno, Bolaños telefoneó el domingo a sus interlocutores del PP para adelantarles algunas claves de las medidas económicas que el presidente anunció el lunes. La visión popular es completamente diferente. El PP afirma que Sánchez ha faltado a su palabra con la rebaja de impuestos.

El decreto no será el único tema que aborden Sánchez y Feijóo. Las reuniones entre el presidente y el líder de la oposición, sean del signo que sean, suelen ser largas y abarcan una gran variedad de asuntos. El Gobierno tiene pendiente la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que la anterior dirección popular de Pablo Casado se negó a pactar.