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España

Sánchez prometió a Aragonés más autonomía, nuevas competencias y pactar "un nuevo tono"

La Moncloa "prepara una oferta" a ERC con nuevas competencias que permitan a los independentistas evitar otro choque por la autodeterminación. Se barajan concesiones en aeropuertos, fiscalidad y la Guardia Civil. Sánchez pide a cambio medir y "pactar" los desencuentros públicos

Pedro Sánchez y Pere Aragonés en la Moncloa

El encuentro que se celebró el pasado martes entre Pedro Sánchez y Pere Aragonés sorprendió a los asesores del Presidente del Gobierno por la "cordialidad", según fuentes gubernamentales. La cita, que duró algo más de dos horas, se centró en dos bloques. Por un lado, Sánchez adelantó que "está preparando una oferta" con nuevas competencias y más autonomía para la Generalitat, aunque aclaró que no contempla ningún referéndum de autodeterminación. Por el otro, buscó "pactar" con el líder de ERC el llamado "desencuentro mediático".

Pedro Sánchez y la Moncloa preparan una batería de medidas que quieren presentar en las próximas citas a la Generalitat. Quieren sellar el deshielo para marchar rumbo hasta el fin de la legislatura. Fuentes gubernamentales detallan que, aunque no hay nada cerrado, existen opciones sobre la mesa, y que todas se centran en ofrecer "más competencias y más autonomía". "Entregarán centenares de folios con más competencias para Cataluña. Y la clave es que será algo que permita a los independentistas vender el acuerdo, sin que sea la independencia", comentan desde el Ejecutivo.

Aeropuerto, fiscalidad y Guardia Civil

Aunque los detalles de la negociación se mantienen en la máxima confidencialidad, algunas fuentes apuntan a una posible cesión a la Generalitat del control del aeropuerto del Prat, más competencias en Justicia y la salida de la Guardia Civil. El Gobierno plantea su propuesta en el marco de recuperar algunos ejes del Estatut. Tanto ERC como JuntsXCat sostienen que el Estatut es historia pasada, pero también es cierto que la primera reivindicación de Oriol Junqueras fue de ámbito económico, y que quedan varias competencias acordadas en el Estatut de 2006 que todavía no se han transferido.

También se barajan cesiones en el ámbito fiscal, como ya adelantó este diario. En el Ejecutivo sostienen que este tipo de cambio se puede tramitar a través de una modificación de la ley Orgánica de financiación autonómica, por la que Sánchez y sus socios tendrían mayoría suficiente. "El Estatut para los partidos que componen el Govern no es un elemento suficiente, pero este gobierno quiere impulsarlo, quiere ser capaz de concretar y cristalizar si es que la actitud de las personas que acudan a esa mesa sea constructiva", dijo María Jesús Montero el pasado martes.

A la salida del encuentro, ya en el centro cultural Blanquerna de Madrid, Aragonés llegó visiblemente satisfecho. Personas que formaron parte del comité que recibió al presidente de la Generalidad revelan en conversación con este diario que Aragonés admitió su alegría por cómo se había desarrollado el encuentro. Fuentes del sector independentistas sostienen que Aragonés llegó al encuentro con Sánchez para intentar defender los intereses sobre todo "de los suyos". Otras fuentes, hablan de "comedia".

Pactar los desencuentros públicos

La segunda parte del encuentro se ha centrado en intentar rebajar la tensión en los medios de comunicación. Aragonés agradeció a Pedro Sánchez los indultos, pero el presidente del Gobierno recordó la dificultad de la decisión, y ha pedido al presidente de la Generalitat moderar su discurso público. El Gobierno sabe que los independentistas deben mantener a nivel público un discurso maximalista ("están obsesionados con lo que salga en , pero confían en poder "pactar" algunos márgenes de esas reivindicaciones, en el marco de un "nuevo tono".

A lo largo de los últimos días, en efecto, algunos miembros del Ejecutivo manifestaron cierta preocupación por las primaras reacciones tras la concesión del indulto a los presos del procés. Y Sánchez quiso poner sobre la mesa este punto en su reunión con Aragonés.

Una prueba de que el encuentro del martes fue razonablemente satisfactorio para ambas partes se halla en la reacción de la Moncloa a las primeras declaraciones públicas de Aragonés. El principal asesor de Sánchez ordenó esperar a a que hablase Aragonés antes de hablar con la prensa. Y según las fuentes consultadas, el equipo de Sánchez agradeció el tono empleado por Aragonés en la Blanquerna.

"Es la vuelta a la política", aseguran algunos en el gobierno de coalición para comentar el resultado de los indultos y el arranque de la negociación con ERC. Y esa vuelta debe permitir, según los cálculos del Ejecutivo, abrir una etapa en el que los términos de la discusión no sea la autodeterminación, sino unas concesiones del Estado a la Generalitat. Con esa negociación, ERC aspira a tener argumentos para convencer a su electorado de la viabilidad del acuerdo y, de paso, consolidarse como el partido hegemónico del independentismo, sustituyendo a lo que fue Convergencia.

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