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Riesgo en el sector de cuidados a mayores: el aumento en la demanda de formación no cubre la falta de trabajadores

Se estima que para el 2040 serán necesarios alrededor de 300.000 profesionales más en el sector de los cuidados

Foto de archivo. Cuidados a mayores
Foto de archivo. Cuidados a mayores

Los abuelos son de los miembros más venerados y queridos dentro de las familias. Algunas, por distintas situaciones, se ven en la necesidad de ingresarlos en una residencia o contratar a algún profesional que pueda ayudar para afrontar los cuidados a los mayores de la casa.

Siendo España uno de los países más longevos del mundo, cada vez se requieren más personas dentro del sector de cuidados a mayores. Aunque el número de trabajadores ha ido aumentado paulatinamente a lo largo de los últimos años, este campo podría verse en peligro ante una falta de profesionales.

La demanda de formación especializada socio-sanitaria en cuidados a mayores ha aumentado un 23% en el último trimestre. Aún así, los problemas estructurales en la escasez de profesionales podría ser un gran problema en la sociedad española del futuro. Actualmente, la población española por encima de los 65 años se sitúa en los 9.400.000 -suponiendo el 20% de los ciudadanos-, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Para el 2040, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) estima que serán necesarios alrededor de 300.000 empleados más en el ámbito residencial.

La situación actual en el sector de cuidados a mayores

En 2021 -últimos datos recabados-, España contaba con 452.026 trabajadores en el sector de cuidados, de estos 283.694 son empleos directos. Si centramos en el área de los servicios residenciales, 180.000 profesionales son los encargados de cuidar a los 390.000 ancianos que habitan en estos centros, representando al 1,7% de la población ocupada. A esta cifra hay que sumarle los 68.252 cuidadores no profesionales que ejercen en nuestro país (el 88,6% son mujeres y el 11,4% son hombres).

La escasez en este terreno profesional se debe a la última regulación, conocida como el "Acuerdo Belarra". Esta medida actualiza las ratios de personal de atención directa de primer nivel (cuidadores, auxiliares y gerocultoras) en residencias para personas mayores. Actualmente se encuentra entre el 0,15 y el 0,28, según Datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, SEGG en 2020. Se espera alcanzar el 0,43 para 2029.

El "Acuerdo Belarra" también actualiza el ratio del personal de atención directa de segundo nivel, el cual es el más profesional. La carencia no se halla solo en el sector de cuidados a mayores, también se encuentra una falta de enfermeras, médicos, terapeutas ocupacionales, psicólogos, pedagogos, fisioterapeutas y rehabilitadoras.

Dentro de este nivel, la reforma ubica el ratio en 0,51 para los cuidadores de mayores en residencia y asciende al 0,58 en los centros de personas con discapacidad. De acuerdo con los datos del SEGG, 2020, el ratio actual se sitúa entre el 0,29 y el 0,39.

A pesar del aumento en el número de trabajadores dentro del sector de cuidados, el cronograma de implementación de los cambios en las ratios establece limitaciones en el número de trabajadores a corto y medio plazo. Esto podría suponer un empeoramiento en materia de personal, especialmente en los cuidados a mayores en residencias.

Las consecuencias en el aumento de personal

Como es de esperar, un aumento de personal viene de la mano de un incremento de los costes en el área de los cuidados. No obstante, también vendrá con una subida de los precios en los servicios ofrecidos. Para ello, será necesario que las administraciones públicas aumenten el presupuesto de los cuidados a mayores y personas dependientes.

"El sector de los cuidados a mayores considera imprescindible que todos los agentes implicados sean conscientes de la repercusión económica que implican estas medidas y que asuman el coste", dicta la nota de prensa del grupo Prestomedia a la que ha tenido acceso Vozpópuli.

La solución al problema va más allá de un aumento presupuestario. Según Josune Méndez, secretaria general de AESTE, la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia, “se apuesta por abordar el problema de una manera transversal, implicando a educación, a trabajo o a políticas migratorias. Se trata de buscar diferentes fórmulas y soluciones para conseguirlo, como la creación de Grados Específicos para la formación de profesionales y agilizando la homologación de títulos a los profesionales extranjeros. Es importante que se implementen también iniciativas que permitan dotar de mayor reconocimiento social al sector de los cuidados, que tanto demanda la sociedad como servicio esencial”.

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