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España

Renfe se queda fuera de la renacida red europea de trenes nocturnos

Mapa de la red Trans Europ Express 2.0, en la que Renfe no participa.

Sería imposible concebir el proceso de construcción de Europa sin los trenes. Uno de los ejemplos más evidentes es el de la Trans Europ Express (TEE), una red ferroviaria que desde 1957 y hasta principios de los 90 permitió conectar las principales ciudades del continente europeo. La comodidad del vehículo privado y la velocidad del avión provocaron la caída en desgracia del medio de transporte ferroviario en los países comunitarios, pero ahora, con el reto de conseguir alternativas de transporte sostenible, el tren ha vuelto a ser una prioridad para la Unión Europea. Y con esa filosofía ha resurgido la Trans Europ Express 2.0, de la que de momento España está fuera. 

Los principales operadores de Alemania, Francia, Austria y Suiza han coordinado sus servicios para conformar una red transeuropea de enlaces ferroviarios rápidos que ofrecen a los usuarios viajes directos y nocturnos entre capitales mediante trenes-hotel. Así ha renacido la Trans Europ Express 2.0, propuesta por el Gobierno alemán y encabezada por Deutsche Bahn, la compañía ferroviaria pública de Alemania, que hasta ahora seguía siendo siendo propietaria de la marca TEE. Previsiblemente, la red volverá a operar a finales de 2021

Deutsche Bahn espera que para entonces dé comienzo oficialmente una nueva "época dorada" para el tren, un medio de transporte por el que la Unión Europea ha apostado decididamente, con el objetivo de lograr para 2030 una red europea de corredores ferroviarios. A falta de que culminen buena parte de las obras en el continente, el resurgir de la TEE 2.0 supone un importante avance en ese sentido. Sin embargo, como ocurre en general en lo que respecta a políticas ferroviarias, el operador español se ha quedado fuera de esta oportunidad de futuro. 

Renfe no explica su ausencia

Renfe no participará, de momento, en la Trans Europ Express que capitanea la alemana Deutsche Bahn junto a la compañía francesa SNCF, la austriaca OBB y la suiza CFF. Más bien al contrario, el operador ferroviario español ha seguido en los últimos años una política de supresión de servicios de tren-hotel -los que no eran de lujo- que se mantiene en la actualidad. Preguntados por Vozpópuli, ni el Ministerio de Transportes -dirigido por José Luis Ábalos- ni Renfe han ofrecido respuesta alguna al respecto. Tampoco la alemana DB ha explicado las razones por las que el operador español ha sido excluido del proyecto. 

La red Trans Europ Express 2.0 sí contempla la conexión de Barcelona con Zúrich para 2024, aunque no será Renfe la operadora de la ruta

El plan sí contempla la conexión de Barcelona con Zúrich para 2024. Antes, la TEE 2.0 tiene previsto que comiencen a operar otras líneas para finalmente conectar un total de 13 ciudades europeas. Las dos primeras rutas se pondrían en marcha en un año: Viena-Munich-París, por un lado; y Zúrich-Ámsterdam, por otro. Posteriormente, la TEE 2.0 incluirá más conexiones: Roma-Milán-Zúrich en 2022 y en 2023 entrarían en funcionamiento dos líneas más desde Berlín hasta Bruselas y París. Por último, la red se completaría con la incorporación de Barcelona, que ya en su día formaba parte de la TEE original.

Nuevo plan europeo de movilidad

El anuncio del resurgimiento de la Trans Europ Express ha coincidido, no por casualidad, con la presentación la pasada semana del nuevo plan europeo de movilidad con el que la Comisión Europea pretende reducir las emisiones de CO2 en un 90% para 2050. Para ello, será fundamental el desarrollo de la red ferroviaria, pues el tren -la mayoría están electrificados- puede ser hasta diez veces menos contaminante que el avión en un mismo trayecto. Más allá del transporte de viajeros por tren, otro de los grandes objetivos es el de conseguir para 2030 una red europea de corredores que permitan el transporte ferroviario de mercancías -en el España se encuentra a la cola-, que es 3,5 veces menos contaminante que el hegemónico transporte en camión.

Es en ese futurible escenario de sostenibilidad en el que el tren se presenta como la gran alternativa de transporte; especialmente el tren nocturno, que permite a los viajeros descansar con vagones que pueden incorporar camas a modo de hotel, facilitando y haciendo así más cómodos los desplazamientos en largas distancias. "Los trenes nocturnos son el futuro de la movilidad ecológica en Europa", aseveró Leonore Gewessler, ministra de Transportes de Austria, durante la presentación del Trans Europ Express 2.0, un proyecto que, a diferencia de la elitista red que vertebró Europa durante la mitad del siglo XX, nace con la intención de abaratar los desplazamientos para que sea una opción real.

Mientras las políticas europeas se dirigen cada vez con más determinación hacia el reforzamiento del ferrocarril, el Gobierno de España sigue aún lejos de homologar su red con la del resto de Europa. De hecho, los próximos Presupuestos Generales del Estado volverán a priorizar la inversión en la costosa alta velocidad en el país que más kilómetros de AVE tiene, solo después de China. Esta realidad ha sido cuestionada en diversas ocasiones por las instituciones comunitarias, así como la propia Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), pero ni siquiera el maná de los fondos europeos ha conseguido revertir la tendencia. 

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