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Qué está pasando con la inmigración en Canarias

Al menos 17.000 personas inmigrantes han alcanzado en lo que va de año el archipiélago, esto supone un 1.020% más que en el mismo periodo de 2019

La llegada de pateras a las Islas Canarias no cesa y va en aumento. Al menos 17.000 personas inmigrantes han alcanzado en lo que va de año el archipiélago, esto supone un 1.020% más que en el mismo periodo de 2019.

Así, miles de personas, tras jugarse la vida en peligrosos y largos trayectos, permanecen en condiciones indignas a la espera de saber qué ocurrirá con su futuro. Pero, ¿qué ocurre con ellos?

Cuando los inmigrantes llegan a España, la ley establece que hay un plazo máximo de 72 horas para realizar la reseña policial. Además, en el Centro de Acogida Temporal de inmigrantes, la Cruz roja proporciona una primera asistencia humanitaria y, con motivo de la pandemia, se les realiza una PCR.

En el caso de Gran Canaria, Salvamento Marítimo está conduciendo a los migrantes rescatados en el mar al muelle de Arguineguín, donde se ha levantado un campamento de emergencia provisional con capacidad para 400 personas. No obstante, en los últimos días ha llegado a hacinar a más de dos millares.

Sin embargo, toda llegada irregular implica la apertura de un expediente de expulsión del país que concluye con la repatriación de esa persona si no expresa su voluntad de reclamar protección internacional y solicitar asilo.

En el caso de que la reclame, mientras se resuelve esa solicitud de asilo, el inmigrante no puede ser expulsado y tiene la posibilidad de acceder a plazas de acogida, cuya gestión depende del Ministerio de Inclusión y Migraciones.

Varios partidos han pedido la dimisión del ministro del Interior, incluso la coordinadora general de Podemos en Canarias, que ha tildado de "inhumana" la decisión

En el caso de no admitir a trámite esa solicitud o denegarse la protección, se tramita el expediente sancionador en el que se propone la expulsión. Mientras se tramita ese expediente, el inmigrante ingresa en un Centro de Internamiento para Extranjeros, lo denominado CIE, donde el plazo máximo de estancia es de 60 días, aunque las ONG denuncian que muchas veces el tiempo de estancia es superior al legal.

Ante la llegada masiva de personas desde hace semanas, el Gobierno comenzó a emplear hoteles y establecimientos turísticos vacíos, cerrados o afectados por un ERTE para alojar a miles de inmigrantes ante la falta de infraestructura humana.

El muelle de Arguineguín

Esta fue una iniciativa de la Federación de Empresarios de Turismo de las Palmas de Gran Canaria, que por petición del Gobierno, comenzó a ofrecer establecimientos para alojar a inmigrantes.

Controversia en Canarias

La controversia surgió el pasado 17 de noviembre. Con un sistema desbordado, el Ministerio del Interior permitió que 227 personas saliesen del campamento de Arguineguín, sin que estos tuviesen lugar para alojarse. La alcaldesa de Mogán trasladó a estas personas a la plaza de La Feria, en Las Palmas de Gran Canaria, donde se ubica la Delegación del Gobierno. 

Al no haber proporcionado ningún tipo de explicación ante esta decisión y ante la situación complicada en la que se encuentra Canarias, varios partidos han pedido la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, incluso la coordinadora general de Podemos en Canarias, que ha tildado de "inhumana" y "decepcionante" la decisión de permitir que estas 200 personas durmiesen en la plaza de Mogán.

Marlaska ha asegurado que su departamento está investigando "lo ocurrido" y avanzó que se tomarán "las medidas necesarias"

Sin embargo, y aunque este hecho protagonizó la última sesión de control al Gobierno, el titular de Interior ha rechazado la idea de dejar su cargo.

Marlaska ha asegurado que su departamento está investigando "lo ocurrido" y avanzó que se tomarán "las medidas necesarias".

Viaje a Canarias y a Rabat

Este mismo viernes, el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, expondrá en Las Palmas el plan del Gobierno para hacer frente a la situación, mientras Marlaska se desplaza a Rabat (Marruecos) para plantear el mayor control de las costas y las repatriaciones más ágiles y numerosas.

Así, Marlaska visita este viernes Marruecos para tratar de atajar la crisis, pero la visita se produce en un momento de tensión en el Sahara tras la ruptura del alto el fuego del Frente Polisario.

Dos jóvenes migrantes bajan de un barco de la Cruz Roja en el puerto de Arguineguín (Gran Canaria, España).
Dos jóvenes migrantes bajan de un barco de la Cruz Roja en el puerto de Arguineguín (Gran Canaria, España). Europa Press.

Mientras que Interior apoya el alto el fuego y aboga por negociar y avanzar hacia una solución pacífica, el vicepresidente Pablo Iglesias exige el referéndum de autodeterminación.

Por este motivo, Marruecos está explotando esta debilidad, un gobierno que tiene la llave para abrir las compuertas de una inmigración descontrolada hacia Canarias. De hecho, Marruecos ha aumentado las deportaciones de migrantes desde Sahara Occidental, punto de partida clave hacia Canarias.

La ruta de Canarias

De hecho, España tiene acuerdos migratorios con los principales países donde salen los migrantes que llegan a este país. Marruecos es el principal y por eso tiene un papel estratégico en las relaciones internacionales con España.

En esos pactos, España se compromete a ciertas cosas a cambio de que Marruecos o Mauritania cierren el grifo de llegadas. Esa práctica llegó con José Luis Rodríguez Zapatero en 2006.

Ahora, desde 2019 se reactivó la ruta de Canarias y, por ese motivo, Marlaska viajó con la comisaria europea de Migraciones a Mauritania para tener varias reuniones.

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La ruta occidental del mediterráneo, también denominada ruta atlántica, es la más peligrosa, porque es la que más jornadas en el mar invierten los migrantes. Una ruta que el 12 de agosto había dejado más de 350 muertos en 12 meses.

Todo esto se produce en un contexto en el que el Tribunal Constitucional acaba de avalar las devoluciones en caliente, incluidas en la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ley mordaza.

Piden ayuda a la Península

Por su parte, el Gobierno de Canarias ve la solución en exigir al Ejecutivo de coalición que active la solidaridad territorial y que las islas no se vean solas frente a la crisis migratoria, cuando hay plazas de acogida en la Península.

Además, pese a que se ofrecieron para proporcionar infraestructura que acogiese a las personas desamparadas, después de más de un mes, este viernes desde Canarias ponen en duda que el sector turístico pueda seguir absorbiendo por más tiempo la llegada de inmigrantes a sus costas.

El Ejército en Canarias

Asimismo, esta crisis migratoria ha provocado discrepancias en el Ejecutivo. El principal choque ha llegado con la participación del Ejército en Canarias, algo con lo que Robles se mostró totalmente de acuerdo pero que, supuestamente, Grande-Marlaska y Escrivá habían pedido hace mucho tiempo, por lo que consideran que Defensa llega tarde.

Robles y Garzón

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