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El PSOE no renuncia al 'voto cazador' en Extremadura y protege rehalas y monterías

Los socialistas extremeños activan la maquinaria electoral y aprueban el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural la montería y la rehala, uno de los reclamos históricos del sector cinegético

El PSOE no renuncia al 'voto cazador' en Extremadura y protege rehalas y monterías
Varios cazadores durante una jornada de caza. Europa Press

El PSOE no quiere renunciar al voto de los cazadores en Extremadura. El equipo de Guillermo Fernández Vara es consciente del peso del sector cinegético en la región y no está dispuesto a ceder ese espacio a Vox como viene ocurriendo en otras comunidades autónomas. Solo han transcurrido dos semanas del batacazo en las urnas de sus homólogos andaluces, pero la maquinaria para las autonómicas de 2023 ya está activada.

A la puesta en marcha del "tren rápido" entre Plasencia y Badajoz con visita de la ministra de Transportes incluida, ha seguido el refuerzo de las monterías y rehalas. Este pasado martes, el Consejo de Gobierno extremeño aprobó un decreto para declararlas Bien de Interés Cultural, con la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial.

La férrea defensa de la actividad por parte del Ejecutivo extremeño difiere de las políticas emprendidas desde el Gobierno central. "La montería y la rehala forman parte de una tradición cinegética que constituye un valor identitario en una gran parte de Extremadura. La caza, como actividad ligada a la propia historia de la humanidad, presenta características que sobrepasan su carácter productivo ligado a una necesidad alimenticia, identificándose como una manifestación relacionada tanto con aspectos culturales como medioambientales", argumenta el Gobierno extremeño.

Y continúa: "La actividad cinegética son usos, costumbres, expresiones, conocimientos y técnicas, aspectos que se recogen en el artículo 2 de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO". 

"Se entiende por montería una modalidad de caza mayor consistente en batir una superficie de terreno, denominada mancha, mediante recovas o rehalas de perros y batidores que levantan las piezas para dirigirlas hacia los cazadores situados en puestos fijos. Por lo que respecta a las rehalas, se trata de una agrupación de perros de caza que, dirigidos por un perrero o podenquero, se utiliza habitualmente para batir las manchas en monterías, ganchos y batidas", explican en su decreto.

La caza aplaude la decisión

La decisión ha sido muy aplaudida por los cazadores. Y rechazada por asociaciones ecologistas que lo tachan de "despropósito" y "error garrafal". Para la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) supone un hecho "histórico" para la región y un "espaldarazo" al sector cinegético a corto, medio y largo plazo.

El presidente de Fedexcaza, José María Gallardo, cree que las monterías y rehalas "forman parte de la cultura, de los pueblos y del paisaje" extremeños, por lo que se reconoce su labor como "manifestaciones sociales y culturales típicas de la región". Por ello, cree que la declaración del Gobierno de Fernández Vara contribuirá al conocimiento, investigación y difusión de la actividad cinegética y supondrá un "respaldo legal esencial" ante posibles ataques de los movimientos "anticaza", entre los que incluye al propio Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El pasado mes de abril, cientos de cazadores, directivos y representantes de las federaciones de caza se manifestaron frente a las puertas del Ministerio de Transición Ecológica que lidera Teresa Ribera para exigir su dimisión. Sus asesores técnicos habían aprobado por unanimidad un dictamen que "recomienda proponer la inclusión de la codorniz común en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de En Peligro de Extinción" y ese paso significaría la prohibición de su caza.

Según la Real Federación Española de Caza (RFEC), una de las principales promotoras de la manifestación del mundo rural que tuvo lugar en Madrid el pasado 20 de marzo, las "políticas anticaza" de Ribera "están asfixiando al sector" y acusan a la ministra de "despreciar" la actividad cinegética.

La intención de 'blindar' a la codorniz por parte del gobierno se suma a otras iniciativas que han soliviantado a los cazadores como la prohibición de controles poblacionales a partir de acciones cinegéticas en los Parques Nacionales, la reciente inclusión del lobo ibérico dentro del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) o la prohibición de la caza sostenible de la tórtola europea.

Los cazadores llevan tiempo denunciando "la indefensión" que, a su entender, padece el sector. En 2019, la Asamblea de Extremadura dio el visto bueno a una propuesta de impulso de Ciudadanos que exhortaba al Gobierno autonómico a que la montería y las rehalas se declaren Bien de Interés Cultural. La iniciativa sólo tuvo en contra los cuatro votos de Unidas por Extremadura. Tres años después, y a menos de un año de las elecciones extremeñas, la Junta se ha hecho eco de la petición. En un contexto en el que la derecha de captar estos votos, los socialistas de Vara se ponen las pilas: todas las papeletas cuentan a la hora de evitar un patinazo como el andaluz.

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