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España

El PP se abre a coaliciones provinciales con Ciudadanos en las elecciones catalanas

Pablo Casado e Inés Arrimadas en el último mitin de Gernika (País Vasco).

Una coalición a medias en Cataluña, en la que el Partido Popular y Ciudadanos vayan de la mano en aquellas provincias en las que el constitucionalismo siempre ha sido más débil históricamente -Lérida y Gerona-, mientras en las otras -Barcelona y Tarragona- cada uno tenga su propia papeleta.

Ésta es, en síntesis, la fórmula que el PP de Pablo Casado quiere presentar al Ciudadanos de Inés Arrimadas cuando el presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, convoque elecciones autonómicas, según adelantaron fuentes populares a Vozpópuli.

"Hablaremos con Ciudadanos, como siempre, y decidiremos lo mejor en cada circunscripción", se desliza desde Génova tras la oferta de este fin de semana de la formación liberal de buscar una amplia coalición constitucionalista, en la que entrarían Cs, PSC y PP con el objetivo para vencer en las urnas al independentismo de JxC y ERC.

En el PP ven inviable ese tripartito constitucionalista de cara a las autonómicas catalanas ya que los socialistas catalanes son aliados del soberanismo en un buen número de ayuntamientos y defienden un programa en el que, por ejemplo, se defiende a Cataluña como nación, algo que es inasumible para la formación de Casado.

Sin embargo, desde Génova se quiere dar una oportunidad al diálogo con Ciudadanos del que pueda salir un pacto de coalición sin llegar a la fórmula del País Vasco. Pese a que el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, expuso tras el 12-J sus reparos a concurrir junto a Ciudadanos en las próximas elecciones catalanas, al considerar que el giro estratégico de Arrimadas con Pedro Sánchez podría confundir a los votantes, en el PP también se valora la conveniencia de seguir con la dinámica de las coaliciones autonómicas con Cs.

Reunificar el centro-derecha

Desde las catalanas de dentro de unos meses hasta unos comicios generales pasará mucho tiempo -cerca de tres años-, pero el PP quiere sembrar el terreno para que Cs vea en el horizonte de 2023 el ir en la misma papeleta de manera natural. Con ello se reunificaría una parte del centro-derecha, verdadera obsesión de Casado para intentar desalojar a Sánchez de La Moncloa.

El objetivo de esta iniciativa del PP es que no se pierdan votos constitucionalistas el día de los comicios. "Todo lo que sea sumar, el PP va a estar a favor", dijo el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, a finales de julio cuando se le preguntó por las opciones de una coalición con Ciudadanos en Cataluña.

Casado durante la campaña de las gallegas del 12-J.

Las circunscripciones electorales del Parlamento de Cataluña se corresponden con las cuatro provincias de esta comunidad autónoma. Sin embargo, el reparto de escaños no es proporcional a la población de todo el territorio catalán. A la circunscripción electoral de Barcelona le corresponden 85 parlamentarios; a la de Tarragona, 18; a la de Gerona, 17; y a la de Lérida, 15. Una correlación que beneficia a los independentistas en estas dos últimas provincias.

Así, en las autonómicas de diciembre de 2017, que Ciudadanos ganó numéricamente y en escaños -con 1,1 millones de papeletas y 36 representantes-, se dio la paradoja de que el bloque soberanista obtuvo casi el 52% de los escaños con sólo el 47,5% de los votos. Mientras, el resto de las formaciones, pese a conseguir casi el 51% de los sufragios, sólo lograron el 48% de los representantes.

Esta dinámica desde los tiempos de Josep Tarradellas es la que el PP quiere romper de la mano de Ciudadanos en las provincias del interior

Esta sobrerrepresentación permite a JxCat y ERC rentabilizar mucho mejor los sufragios en Tarragona, Gerona y, sobre todo, Lérida. Mientras, en la provincia de Barcelona, formaciones como el PSC o CatComú cosecharon casi el 85% de las papeletas conseguidas en toda Cataluña.

Dicha dinámica electoral, que se repite desde las primeras elecciones convocadas por Josep Tarradellas, es la que el PP quiere ahora romper de la mano de Ciudadanos en las circunscripciones catalanas del interior. En los comicios del 21-D de hace casi tres años, el PP tuvo 11.600 votos en Gérona y 10.900 en Lérida que no le sirvieron para obtener escaño en ninguna de estas provincias. Así que una eventual unión PP+Cs en ambos sitios podría beneficiar al constitucionalismo.

"Lógica" coalición

Entre tanto, el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, aseguró este lunes que es "lógico" que su partido analice una posible coalición o acuerdo electoral con Ciudadanos en Cataluña, pero recriminó a la formación naranja que "despache" este debate en los medios de comunicación.

Después de ratificar que Casado es partidario de aunar el espacio de centro-derecha, el dirigente popular indicó que es "prematuro" responder ahora a esa oferta con un sí" o un "no" y apostó por hablarlo "con calma" y anunciarlo en su momento si se cierra un pacto.

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