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Por qué los Leopard españoles no valen para Ucrania: origen alemán y 25 años de historia

La ministra de Defensa Margarita Robles ha descartado el envío de los viejos carros de combate almacenados en Zaragoza a Kiev al encontrarse "en un estado absolutamente lamentable"

Un Leopard del Ejército de Tierra, de fabricación española, en un reciente ejercicio celebrado en Letonia
Un Leopard del Ejército de Tierra, de fabricación española, en un reciente ejercicio celebrado en Letonia EMAD

"Están en un situación absolutamente lamentable". Con estas palabras, la ministra de Defensa Margarita Robles ha descartado definitivamente la opción de que España envíe a Ucrania una serie de carros de combate Leopard que el Ejército de Tierra tiene en desuso en Zaragoza. Pero, ¿cuál es la verdadera razón por la que no se pueden enviar estos medios a Kiev para hacer frente a las tropas de Vladimir Putin? La antigüedad de los Leopard y el tiempo que han permanecido sin entrar en funcionamiento son determinantes para la decisión, señalan fuentes militares a Vozpópuli.

Para eso hace falta remontarse a la España de 1996. Las Fuerzas Armadas afrontaban sus primeros años de 'rodaje' internacional, participando en sus primeras grandes misiones en el exterior tras décadas arraigadas en territorio nacional. Bosnia fue la prueba de fuego, donde los estamentos militares tomaron nota de las principales carencias para hacer frente a las emergentes situaciones de crisis que se vivían en el mundo.

Fue entonces cuando surgió el nombre del Leopard. España necesitaba carros de combate con las capacidades tecnológicas del momento, para superar otros recursos ya obsoletos. Era urgente adquirirlos y no cabía la posibilidad de esperar a que la industria nacional desarrollase sus propios modelos. Así, España recurrió al leasing de medio centenar de Leopard procedentes de Alemania, que durante años ofrecieron al Ejército de Tierra las capacidades que requería en este terreno.

Hasta que llegó el año 2003. España desarrolló una variante del carro de combate alemán al que rebautizó con el nombre de Leopardo 2E. Su integración en el Ejército de Tierra formó parte del llamado Programa Coraza que tenía por objetivo modernizar una serie de capacidades que por entonces ya estaban al límite -si es que no habían superado- su vida útil.

El estado de los Leopard

¿Qué diferenciaba el Leopardo español del Leopard alemán? La incorporación de las últimas tecnologías permitió que los carros de combate españoles fuesen "mucho más modernos en su sistema de puntería y tiro, estabilización, electrónica y prestaciones", indican fuentes militares a este diario.

¿Y qué ocurrió con los carros de combate alemanes que durante años se desempeñaron en el Ejército de Tierra? Quedaron almacenados en una base próxima a Zaragoza, por si en algún momento podían resultar útiles, a cargo de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 (AALOG 41). Se les sometió a un proceso de deshumectación y extracción de líquidos para evitar un deterioro precipitado.

En un momento determinado se llegó a pensar en usar las barcazas de los Leopard -parte principal de su estructura exterior- para destinarlas a los nuevos carros de ingenieros del Ejército de Tierra, aunque finalmente se descartó la idea.

Desde entonces, los Leopard han permanecido en la base de Zaragoza sin haber entrado en funcionamiento. Con el paso de los años, algunas de sus piezas vitales necesitan una puesta a punto, cuando no una sustitución directa. Poner en marcha los carros de combate de origen alemán requeriría la adquisición de una serie de materiales que serían particularmente costosos, si es que no imposibles de encontrar.

El Ministerio de Defensa estudió la viabilidad de enviar los carros de combate Leopard a Ucrania, pero tras un análisis de sus capacidades mecánicas ha terminado por desechar la idea.

La posición alemana

A todas las cuestiones mecánicas y logísticas hay que sumar otras cuestiones relevantes de política internacional. Medios alemanes citaban la inquietud que despertó en Berlín la posibilidad de que España enviase a Ucrania sus viejos carros de combate, ante la posibilidad de que quedasen en evidencia en un escenario tan exigente como lo es la guerra ante Rusia. Además, si España facilitaba los Leopard a Volodímir Zelenski, Berlín se vería presionado a actualizar y ceder medios propios similares a Kiev, lo que supondría un gran desembolso para sus presupuestos.

Pero los carros de combate españoles sí desempeñan actualmente una función ante Rusia. En concreto, están desplegados en la misión Presencia Avanzada de la OTAN en Letonia, integrados en un contingente internacional que actúa como medida de disuasión ante los avances militares de Vladimir Putin.

Los Leopardo españoles participan en diversos ejercicios donde se pule la interoperabilidad con otros países aliados. Uno de los más recientes tuvo lugar el pasado mes de marzo, en una competición de tiro bautizada con el nombre de Iron Spear 2022 que se disputó en la base de Adazi. Los acorazados españoles quedaron en segunda posición.

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