Política

Vox apela a volver a los tiempos del "banco y el megáfono" tras no conseguir representación en Galicia

El partido de Santiago Abascal apunta al "silencio mediático" como el gran mal del partido, y pretende combatirlo saliendo "más a la calle"

Santiago Abascal, presidente de Vox / Europa Press.

La historia de Vox no se entiende sin un megáfono. En 2015, hace casi diez años, Santiago Abascal predicaba el mensaje de Vox al estilo de los profetas de 'La vida de Brian' -aunque con menos éxito-. Subido a un banco en Sevilla y defendiendo sus ideas solo con un megáfono. Con los años, su formación ha alcanzado cada vez mayor notoriedad y apoyos, hasta convertirse en la tercera fuerza del Congreso de los Diputados y cogobernar en cinco comunidades autónomas. Tras la ola ascendente, Vox se pegó el batacazo el 23-J, donde perdió 19 diputados. La racha del partido no ha mejorado en las elecciones gallegas, donde se queda fuera del Parlamento.

El análisis en Bambú no ha cambiado un ápice desde aquellas generales. Apuntan directamente al "silencio mediático" y a la estrategia del "voto útil" del Partido Popular como sus dos grandes males. Consideran que esta maldición es la que les ha dejado fuera del bastión popular en Galicia un año más. En Vox no se plantean cambiar mucho. El contenido no variará, pues pretenden defender las mismas ideas, sin cambiar un ápice de su programa. Sin embargo, hay algo que sí se proponen, como apuntan fuentes de la cúpula de Vox: "Estar más en la calle".

El partido considera que la única posibilidad que les queda para hacer frente al "silencio mediático" de las cabeceras hacia su marca es "volver a la calle" como en los tiempos del "banco y el megáfono". La consigna es que si los medios de comunicación "no permiten participar a sus candidatos en los debates, no publican nada sobre nuestras propuestas, ni entrevistan a nuestros integrantes, nosotros mismos nos encargaremos de salir a la calle para que la ciudadanía conozca qué proponemos".

Esta intención de redoblar esfuerzos en las calles se traslada también a rincones donde no han conseguido representación, como Galicia. Una de las quejas de los militantes gallegos de Vox es que el partido se desentendió de ellos tras no conseguir representación en 2020, algo que la dirección nacional quiere que cambie. El partido de Abascal tiene la intención de dar apoyo a las personas de la formación que seguirán trabajando en Galicia estos cuatro años.

El PP y la prensa

Los medios de comunicación siguen siendo, según el análisis de Bambú, su talón de Aquiles. "Esta campaña electoral ha estado marcada por el juego sucio del Partido Popular. Empezaron diciendo que no nos presentáramos, promoviendo todo tipo de cordones para evitar que nuestra voz llegase a los electores, apartándonos de entrevistas, de los debates… y a los pocos días se decía que votar a Vox era votar al BNG, ni más menos", aseveraba el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, este lunes en rueda de prensa.

Garriga lamentaba que haya habido "una única línea editorial en la prensa española llamando al mal llamado voto útil y afirmando que Vox podía facilitar un Gobierno de la izquierda". Para Vox, los resultados en Galicia, pese a no conseguir representación parlamentaria, tienen algunas lecturas positivas. "Somos el único partido nacional que ha crecido en Galicia. No podemos decir que es el resultado que aspirábamos a tener, pero eso hace que redoblemos los esfuerzos. Vamos a seguir trabajando en todos los barrios, defendiendo las mismas ideas y con la misma ilusión".

La formación considera que es un buen momento para apretar a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz tras su "fracaso mayúsculo" en los comicios gallegos. "Esa debilidad hay que aprovecharla y el PP no tiene que rebajarse a pactar una renovación del CGPJ". Por el momento, mantienen las críticas a los populares, y subrayan que no entienden por "qué desprecia a un socio de Gobierno como Vox". No se muestran optimistas "de que esta nueva etapa en Galicia con Alfonso Rueda suponga un cambio".

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