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Política

Sánchez enfrenta su primer 'terremoto': si no le cesa, el Congreso reprobará a Huerta

Máxim Huerta en el momento de prometer el cargo ante el Rey

"Hice los pagos y se acabó; no hubo mala fe, no oculte nada (...) asunto cerrado", asegura el nuevo ministro de Cultura, Màxim Huerta, respecto a los 218.000 euros que dos condenas del Tribunal Superior de Justicia de Madrid le obligaron a pagar a Hacienda por defraudar en los ejercicios 2006, 2007 y 2008. Dice que no alertó de esto a Pedro Sánchez cuando el presidente del Gobierno contactó con él para nombrarle "porque fue una cuestión privada en la que yo asumí mis responsabilidades y lo explico con transparencia".

Huerta no piensa dimitir y sostiene que en la conversación mantenida esta misma mañana con el presidente, éste no le ha dicho que vaya a cesar; solo que "nuestro objetivo es ser transparentes". Es más, tras la ronda del ministro por diversas radios, algunas fuentes gubernamentales han apostillado que las explicaciones son "totalmente solventes" y que Sánchez mantiene su confianza en él. Pero otras fuentes del Ejecutivo consultadas por Vozpópuli reconocen que "el tema es delicado" y "vamos a esperar"

El problema para el titular de Cultura es que el tiempo corre en su contra porque buena parte del PSOE ve "insostenible" su continuidad en cualquier caso, pero más dada la coyuntura: "este es un gobierno nacido de una moción de censura que ha hecho caer a otro gobierno (del PP) por corrupción", asegura a Vozpópuli un veterano diputado. Y para Sánchez va a ser un "calvario", vaticinan esa y otras fuentes, porque Màxim Huerta podría ser reprobado por el Congreso antes, incluso, de que haya protagonizado su primera comparecencia en la Cámara a explicar su agenda.

En el PSOE muchos creen que "no tiene un pase" que Huerta no avisara a Sánchez de su pasado fiscal antes de aceptar el Ministerio de Cultura

En las filas del Grupo Socialista son mayoría los que creen que "no tiene un pase" que el titular de Cultura no avisara de su pasado al presidente y que éste lo tiene fácil para desprenderse del ministro y "dar ejemplo" ahora que está todavía el Gobierno en estado de gracia.

Porque Pablo Iglesias, que estaba esperando la ocasión para desmarcarse del Gobierno de Sánchez que ha aupado en la moción de censura solo para echar a Rajoy, ya ha advertido que Podemos pedirá la reprobación del ministro si Sánchez no le cesa antes; y contará para sacarla adelante con los votos de PP y Ciudadanos.

Los populares, en plena depresión tras su traumática salida del poder, se frotan las manos. Y esta es, también, una de las razones por las cuales, en el PSOE cunde la alarma: "toda la ola positiva que estamos viviendo desde el cambio de gobierno se puede esfumar". De hecho, al coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, le faltó tiempo para colgar esta mañana un tuit de lo más significativo:

En las filas socialistas creen, además, que Huerta no debería esperar a que Sánchez le cesara e irse por iniciativa propia. Es el "mejor favor" que puede hacer a un Ejecutivo del PSOE que acaba de empezar y que esta mañana ha recibido un torpedo en plena línea de flotación: la de la honestidad que representa, dicen, frente a un PP que no ha querido asumir responsabilidades políticas.

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