Política

Sánchez oculta al Congreso cómo y cuándo aumentará el gasto militar en plena crisis de la defensa europea

El presidente del Gobierno se limita a anunciar que antes de verano pondrá en marcha un "plan nacional para impulsar la seguridad" del país

Pedro Sánchez no tiene una buena baza en plena crisis de la defensa europea. Y se le nota. El presidente del Gobierno oculta al Congreso cómo y cuándo aumentará las partidas presupuestarias para el ministerio que dirige Margarita Robles, como le demanda la Comisión Europea. Sánchez se ha limitado a anunciar que antes de verano pondrá en marcha un "plan nacional para impulsar la seguridad" del país. Pero poco más. El resto de su comparecencia este miércoles en el Congreso ha sido una retahíla de trozos de arguementario que Moncloa lleva semanas replicando, como prometer que toda esta empresa no mermará "ni un céntimo" las partidas sociales, aunque los economistas pongan en duda tal afirmación, que tildan de brindis al sol. 

El líder socialista ha comenzado su alocución, de aproximadamente una hora, resucitando el lenguaje de la pandemia. El presidente quiere sacudir a la opinión pública, a la que bombardea con mensajes de urgencia, casi de emergencia, ante cambios geopolíticos inéditos que, en efecto, son de una embargadura desconocida desde la Segunda Guerra Mundial. Pero Sánchez sabe que los españoles "no quieren contribuir a una carrera armamentística". De manera que le toca hacer pedagogía, consciente de que la imposición que le llega de Bruselas, que quiere invertir 800.000 millones para rearmar al viejo continente, no es bien recibida por los ciudadanos.

El Congreso, lejos de arropar sin fisuras al presidente, le ha ido dando tirones, porque no ha contado nada nuevo que no supieran ya los diputados que sigan la prensa diaria. Sumar, el socio de Sánchez en Moncloa, ha recuperado el discurso contra la OTAN que invadió a la izquierda española hace cuatro décadas. De todos los rejonazos que se ha llevado el Gobierno, el que más preocuopa en el equipo del presidente es el de Sumar, porque debilita al líder socialista ante sus socios comunitarios. Por eso, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha metido el dedo en la llaga: "Cómo nos vamos a comprometer con la OTAN si la mitad del Gobierno quiere salir".

Una vez más, Sánchez ha apelado a un lugar común: ese que recuerda que, en la historia europea, han sido las crisis las que han levantado planta a planta el rascacielos comunitario para llevarlo a cotas de integración sin precedentes. Como ocurrió con la crisis de deuda, el Brexit y, más recientemente, el covid-19. Ahora, con la brutalidad de la guerra resonando de nuevo en el patio Este de Europa, Sánchez se ha atrevido a decir que "vamos a salir más fuertes, juntos, unidos" tras este nuevo choque de realidad para los europeos. El presidente ha vuelto a dejar claro que su pelea en Bruselas sigue siendo la misma: convencer a la Comisión y a las capitales europeas para que acepten las transferencias a fondo perdido con las que financiar el incremento del gasto militar.

España llegará al 2% del gasto, como se comprometió hace una década el gobierno de Mariano Rajoy ante la OTAN, pero el presidente dice que hasta que los 27 no acuerden cómo se pagará el rearme comunitario, no podrá sentarse a hacer números. "Hay que avanzar hacia la integración de una política de seguridad y defensa europea. ¿Cómo lograrlo? Eso estamos discutiendo. Se han puesto encima algunas medidas, como compras conjuntas o proyectos comunes de industria. Pero hay que determinar cuánto más y cómo se va a financiar la inversión. De momento, puedo trasladarles que todo lo que oigan son especulaciones", ha explicado Sánchez.

"Estamos pidiendo a Bruselas que cree nuevos mecanismos de financiación. Estamos en un momento covid y Europa debe responder como entonces. Necesitamos contar con recursos comunes. Vemos con buenos ojos que se nos permita activar la clausula de escape. ¿Qué echamos en falta? Un sistema de transferencias similar a los fondos Next Generation. Se lo he hecho saber a la Comisión y a mis colegas europeos. Sé que no todos los países comparten este enfoque. Pero daré la batalla. Creemos que es la mejor manera para balancear la sostenibilidad financiera. Estos mecanismos se van a concretar a lo largo de las proximas semanas. Solo entonces podremos definir cuál será nuestra agenda estatal de inversión para llegar al 2%. Informaré con total transparencia y llevaremos al parlamento todo lo que tenga que pasar", ha advertido Sánchez.

Aunque el presidente ya tiene en mente sortear la falta de apoyos de su mayoría parlamentaria con por la vía de contingencia, es decir, mediante ampliaciones de crédito aprobadas en el Consejo de Ministros, ya que estas no requieren ratificación de las Cortes, que es exactamente lo que ya se ha hecho en los últimos años. De hecho, y como consecuencia de ello, el gasto militar real puede duplicar el previsto en los presupuestos en vigor, aprobados en 2022. Algunas fuentes aseguran que en este último ejercicio se han movido 90.000 millones con ingeniería fiscal sin luz ni taquígrafos. Sánchez ha reconocido que es altamanente probable rondar ya el 2% del gasto. Pero lo cierto es que el presidente burlará al Congreso para imponer una subida del gasto militar sin precedentes 

Sànchez, otra vez, ha insistido en que las necesidades defensivas de España no son tanques ni munición ni armas, en definitiva, si no la dichosa ciberseguridad que debe proteger infraestructuras críricas del otro gran ejército ruso, el de los 'hackers'. Estos ataques cuestan dinero: 10.000 millones, ha dicho el presidente. España sufrió 177.000 y 10.000 afectaron a infraestructuras críticas. "Las nuestras son amenazas híbridas, como las mafias, el control de fronteras o el terrorismo internacional", ha espetado el líder socialista. Sánchez, en cualquier caso, ha reconocido que las medidas que se vea obligado a tomar condicionarán en términos absolutos la próxima década. 

Quizá con el ánimo de que no prenda en España un sentimiento antieuropeo, el presidente del Gobierno ha recordad que España debe estar ahora del lado de la Unión, como esta lo estuvo cuando un virus desconocido procedente de China vapuleó la economía española y segó la vida de decenas de miles de ciudadanos. "La Unión Europea ha estado con nosotros cuando lo hemos necesitados. Y ahora nosotros tenemos que estar con ella como la gran potencia que somos. España no puede quedarse fuera del consenso comunitario", ha incidido Sánchez. Aunque la realidad es que, como ya contó este diario, la debilidad política de Sánchez dentro de España apartará a Madrid del jefe de capitalaes directoras de orquesta.

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