Política

Salvador Illa apoya la política antinuclear del Gobierno y no peleará por alargar la vida de Ascó y Vandellós

El presidente catalán rehúsa sumarse al frente abierto por su colega extremeña en defensa de las centrales del país

  • Salvador Illa. -

El presidente catalán, el socialista Salvador Illa, apoya la política antinuclear del Gobierno y no peleará por alargar la vida de Ascó y Vandellòs. El entorno del líder del PSC, en conversación con este diario, asegura que no tiene intención de sumarse al frente capitaneado por su colega extremeña, María Guardiola, en contra de los cierres definitivos de las centrales nucleares operativas en España orquestado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Illa reitera su compromiso con la transición hacia un modelo energético basado en energías renovables, siguiendo la hoja de ruta establecida por el Gobierno de España para el cierre progresivo de las centrales nucleares entre 2027 y 2035. Este, además, fue uno de los puntos incluidos en su acuerdo de investidura con ERC, que aboga por un modelo energético desnuclearizado y rechaza la construcción de nuevas infraestructuras nucleares.

A pesar de la creación de un fondo de 100 millones de euros por parte de la Generalitat, en 2021, para apoyar a los municipios afectados por el cierre de las centrales nucleares, hasta noviembre de 2024 solo se habían distribuido 174.000 euros. Esta situación ha generado preocupación entre las localidades que dependen económicamente de estas instalaciones y que enfrentan el cierre inminente de las plantas nucleares.

Además, cabe reseñar que la consultora PwC publicó el año pasado un informe que advierte de que un cierre acelerado de las nucleares podría incrementar el precio medio del mercado eléctrico en España en 13,26 euros/MWh, por culpa de la mayor dependencia de los ciclos combinados y al aumento en el consumo de gas natural y emisiones de CO₂.

Guardiola (PP), abandera la defensa de las centrales españolas aún operativas. Y, por eso, obligó a los presidentes socialistas de Castilla-La Mancha y de Cataluña a retratarse sobre el plan antinuclear del Ejecutivo de Pedro Sánchez. La presidenta extremeña pidió por carta a Emiliano García-Page y al propio Salvador Illa -también a Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana-, que se manifiesten junto a ella el próximo 18 de enero en la central cacereña de Almaraz.

 

Faltan dos años para que se dé el primer paso del apagón que el Gobierno ha decretado para la energía nuclear en su apuesta determinada por las fuentes renovables. Y Guardiola considera que el cierre de Almaraz, previsto para el 2030, es una sentencia de muerte a la economía de la comarca. En su lucha, quiere contar con el apoyo de los presidentes de aquellos territorios que también albergan reactores nucleares. Es decir, Cataluña (Ascó y Vandellòs), Castilla-La Mancha (Trillo) y la Comunidad Valenciana (Cofrentes). Guardiola resalta en su carta, a la que ha tenido acceso este diario, que "Almaraz es ejemplo de creación de empleo", porque "sostiene a más de 3.000 familias", genera riqueza y fija población en el medio rural.

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