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Política

La rebelión de la Fiscalía en imágenes: de la violencia a “las murallas humanas”

Agentes antidisturbios de la Policía Nacional durante el 1-O

Ha habido que esperar 48 jornadas en el juicio del procés para presenciar en imágenes los hechos de otoño de 2017, concretamente lo acontecido entre los registros de la Guardia Civil en Cataluña el 20-S y el referéndum ilegal del 1-O. La Fiscalía ha sido la encargada de abrir esta fase del juicio y ha mostrado las imágenes que le sirven para acreditar las “murallas humanas” en los colegios, los insultos y agresiones a los agentes o la pasividad de los Mossos d’Esquadra. Estos son los ingredientes que usa el Ministerio Público para sostener su acusación por rebelión contra los líderes independentistas.

El griterío y el ruido ensordecedor ha trasladado a la sala de vistas del Tribunal Supremo de nuevo a los centros de votación del 1-O o a la Consejería de Economía, empezando por los coches de la Guardia Civil destrozados. Desde ellos se dirigieron a la multitud Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, líderes de Òmnium y de ANC. “Hemos venido aquí porque tenemos un objetivo y este objetivo es el 1 de octubre”, dijo el primero.

“Mi amigo Jordi y yo tenemos el honor desde donde os hablamos -un coche de la Guardia Civil- os queremos convocar a todos y a todas a una movilización permanente en defensa de los detenidos que no pararemos hasta que no queden en libertad”, dijo Cuixart. “¡Esta noche os vais sin coche!”, se escuchó más allá en claro aviso a los guardias. Esto le sirve a la Fiscalía para sostener que los líderes independentistas, ahora en el banquillo de los acusados, animaron a la gente a cercar el edificio de la Consejería de Hacienda donde permanecían sin poder salir los guardias civiles y la letrada del Juzgado que habían acudido a registrarlo por órdenes de un juez.

Sin embargo, en las mismas imágenes aportadas por la Fiscalía se aprecia a ambos convocando a los presentes a una concentración al día siguiente. “Vosotros ir a casa, nosotros a la calle”, respondía el gentío. Sànchez pidió una actitud pacífica: “No os dejéis engañar, nos querrían violentos, mañana querrían decir que ha habido violencia, no la creemos”. Esa alocución fue contestada con gritos de “prensa española, manipuladora”. Buena parte de los interrogatorios del Ministerio Público han tratado de acreditar que ‘los Jordis’ controlaban a la gente aquel día.

Desde la Fiscalía también consideran relevante poder probar que asumieron ser la correa de transmisión en la calle de las decisiones de la Generalitat en favor de la independencia usando todas las herramientas de presión, incluyendo la violencia. También que la gente acudió a los colegios electorales respondiendo a la llamada de sus dirigentes que les instaban a incumplir la suspensión de la consulta dictada por el Tribunal Constitucional.

Para ello han mostrado otro de los vídeos -también correspondiente al 20-S- en el que se ve a ‘los Jordis’ subidos en este caso en un escenario. “Hace poco hemos tenido una reunión y que os traslade un mensaje claro: el 1 (de octubre) votaremos habrá referéndum. El presidente, Carles Puigdemont”, gritó Sànchez agarrando un micrófono y un clavel rojo al mismo tiempo. Desde ese escenario avisó a la gente de que sería una noche larga mientras la multitud gritaba "votarem votarem". “Hoy manda la gente, no mandan los que han mandado siempre. No tenemos miedo”, zanjó Sànchez. “¡Dónde están los picoletos (guardias civiles)!”, se escuchó más allá.

A través de los vídeos, el juicio ha puesto cara y sonido real a la descripción que durante meses han hecho centenares de testigos sobre lo que pasó aquellos días y que la Fiscalía entiende como una rebelión, la Abogacía del Estado lo enmarca en la sedición y los líderes independentistas lo reducen, si acaso, a un problema de desórdenes.

“¡Ni un paso atrás!”, “¡Votaremos!”, “¡Fuera las fuerzas de ocupación!”, gritos de “¡asesinos!” a las puertas de un hotel en Reus donde se alojaban agentes... Toda la sesión del juicio ha estado envuelta en el griterío callejero que sirvió de banda sonora esos días. La fuente son vídeos de ciudadanos subidos a Youtube, o de los medios de comunicación, algunos con la voz en off de los periodistas narrando los hechos. Solo en esos casos el tribunal ha pedido silenciar el audio.

Una multitud de unas 200 personas hacen retroceder a una docena de coches policiales en una carretera, cientos de personas tratan de impedir a los agentes que se lleven a un detenido de la Consejería de Exteriores. Hay más gritos, insultos, empujones, lanzamientos de objetos como el que sufrieron las furgonetas de la Policía a su salida de la sede de la CUP o los coches de la Guardia Civil en La Rápita. En otro vídeo se ve enfrentarse a la Policía y patear una valla de seguridad a Roger Español, el votante que perdió un ojo el 1-O por una pelota de goma. En otro escenario, tras un forcejeo, un policía cae al suelo y una persona corre a darle una patada en la cabeza.

La Fiscalía, que no ha dudado en ningún momento del juicio de su acusación por rebelión también acusa a los dirigentes independentistas de haber usado a la gente como “murallas humanas” contra la policía en los colegios. En ese sentido, también han abundado los vídeos en los que tratan de apuntalar esta versión. En Sant Joan de Vilatorrada una multitud se agolpa a las puertas de un colegio. La resistencia no es solo pacífica. En algunas de estas concentraciones en la puerta de los centros de votación se ve a un menor de edad. En otro vídeo se escucha a unos críos gritar dando aviso de “¡que viene la poli!”.

Más gritos, más tensión. No faltan las imágenes en las que se ve a los Mossos d’Esquadra en actitud pasiva o directamente agasajados por la gente. En otros vídeos se aprecia directamente las discusiones entre la policía autonómica y las fuerzas de seguridad del Estado. La Fiscalía sostiene en su acusación que los Mossos d’Esquadra hicieron todo lo posible por facilitar el referéndum.

Los abogados de los acusados han pedido a la Fiscalía -hoy representada por Jaime Moreno, Fidel Cadena y Javier Zaragoza- que identifiquen los lugares donde se enmarcan estas imágenes. Los fiscales dicen que son incapaces de saberlo y que lo que tratan es de mostrar un clima general. Eso ha generado el malestar de las defensas. La exposición de los vídeos ha sido uno de los principales motivos de protesta ante el tribunal que preside Manuel Marchena.

En contra del criterio de los letrados, el juez decidió concentrar las imágenes en este punto del juicio en lugar de mostrárselas a cada uno de los testigos. Los abogados de los acusados se quejaron de que así no era posible contrarrestar la versión de los agentes. Pasadas las semanas, resulta complicado recordar todos los testimonios, aunque algunos quedan en evidencia.

Es el caso de Nemesio, el policía nacional retirado que compareció con un lazo amarillo en el Supremo y dijo haber estado como voluntario apoyando el referéndum en un colegio de Sant Joan de Vilatorrada. Según contó, un agente entró en el edificio y resbaló. Hoy las imágenes mostraron cómo el golpe se lo pegó fruto del lanzamiento de un silla por parte de uno de los votantes. Cayó en una alfombra de cristales que él mismo había provocado al tener que romper el cristal con un ariete para acceder al centro a por las urnas como ordenaba el auto de la juez.  

Cuando acaben los vídeos de las acusaciones será el turno de las defensas que exhibirán una película completamente opuesta para tratar de acreditar que, si hubo violencia en Cataluña aquellos días, fue la que provocaron los policías y guardias civiles.

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