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Política

El PP se muerde la lengua ante "el despropósito" de los jueces con Rajoy

Mariano Rajoy, con María Dolores de Cospedal y Fernando Martínez Maillo en el último Comité Ejecutivo del PP.

El PP mantendrá silencio. No emitirá nota alguna y se ceñirá estrictamente al mensaje de Mariano Rajoy: "Estoy a lo que dispongan los tribunales". Semanas atrás, cuando se conoció la decisión de la Audiencia de citar a Rajoy a declarar como testigo, el PP reaccionó con vehemencia, a través de una nota en la que calificó incluso la decisión del tribunal de "una situación de abuso de la Justicia".

No ocurrirá ahora tal cosa. No habrá críticas ni reproches al hecho de que la Audiencia considere inapropiado que el presidente declare a través de videoconferencia, pese a que hay precedentes bien notables, como Carolina Becansa o Artur Mas.

El presidente del Gobierno ha zanjado toda posibilidad de debate en su rueda de prensa durante su viaje a Portugal. Se hará lo que dicten los tribunales. Dolores de Cospedal, impulsora en su momento de la anterior nota de la polémica, según trascendió en fuentes de su partido, ha seguido ahora el mismo camino del presidente. Mutismo absoluto y respeto a las decisiones de la Justicia.

Una decisión esperada

En el PP sin embargo, no se oculta la enorme contrariedad ante la decisión e la Audiencia. Se esperaban, eso sí, la decisión del tribunal, ya que la correlación de fuerzas en la sala, dos magistrados contra uno, no permitía imaginar otra decisión. Pero lo consideran "una enormidad y un despropósito". Citar a un presidente del Gobierno en activo en una causa en la que se juzga la supuesta financiación irregular de sendas campañas electorales en dos localidades de Madrid, "es algo inédito, y evidencia una animadversión" por parte de los magistrados, señalaba un dirigente del PP.

Los populares no van a airear la polémica, pero en privado no dejan de considerar 'excesivo' el tratamiento que se está dando al presidente del Gobierno en el tribunal que entiende el 'caso Gürtel'. La imagen de Rajoy, en la sala en la que comparecen Correa y otros miembros de la trama, resulta excesiva y políticamente muy inconveniente, mencionan estas fuentes. "No hacía falta, los jueces han actuado con un rigor excesivo, casi sospechoso". 

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