Podemos se mofa de Yolanda Díaz por su papel de víctima en el Gobierno y recrudecerá su guerra con Sumar para seguir desgastando a la vicepresidenta segunda y al ejecutivo de coalición. Fuentes de la dirección morada, en conversación con este diario, creen que la vicepresidenta segunda del Gobierno no romperá la coalición con el PSOE. Podemos juega en estos momentos un papel de agitador en el Congreso.
Sumar está en su momento de mayor debilidad. Y eso solo significa una cosa: el único de los aliados del Gobierno con incentivos para una llamada a las urnas son los herederos de Pablo Iglesias. Una fuente que conoce como pocos los giros estratégicos de Podemos, explica: "Su apoyo a los presupuestos generales es casi imposible en este momento y, si finalmente se produce, se va a vender muy caro".
Podemos ha desafiado al Gobierno como nunca. Los morados se preparan, desde el punto de vista del relato político, para decir que 'no' a María Jesús Montero y ni tan si quiera sentarse a negociar las cuentas. Y ahora están empeñados en atizar a Yolanda Díaz, a quien critican por su incapacidad para arrastrar al PSOE a la izquierda. La caída de Íñigo Errejón les ha abierto una oportunidad. La crisis que ha absorvido a Sumar les está permitiendo encender los altavoces que les sitúen como la referencia de la izquierda.
El liderazgo de Yolanda Díaz está tocado. La vicepresidenta segunda no cuenta ya con el fervor de hace apenas dos años. Y todos los partidos que conforman la coalición de Sumar demandan sus parcelas de poder. Del todos a una se ha pasado casi al cada uno por su cuenta. Y en ese interín, los morados advierten de que ellos son la auténtica garantía de que el Ejecutivo adopte medidas de izquierda. La hiperactividad de Podemos se entiende, pues, en un sentido electoralista
Hace tiempo que en la cabeza del núcleo dirigente de Podemos está el plan de asalto al liderazgo de la izquierda tras los fracasos electorales de Yolanda Díaz al frente de Sumar. Nadie en Podemos cree en Sumar. Y ahora mucho menos. La organización que lidera Ione Belarra condicionó siempre su acercamiento al frente de partidos que integran Movimiento Sumar a que cayeran Díaz y Errejón.
Pablo Iglesias olió la debilidad de Pedro Sánchez y, por eso, marcó el camino de Podemos y del resto de socios de izquierda radical, especialmente Bildu y ERC, a los que arengó a "doblegar el brazo" del líder socialista. El hecho irrebatible es que sin los votos morados no hay mayoría que alumbre ley alguna. Los morados tildan a Sumar de mera comparsa del PSOE; de partido agradable que no hace ruido alguno y que, por tanto, es incapaz de impulsar leyes que mejoren de verdad la vida de la gente.
Hubo un tiempo en el que Sánchez aupó a Yolanda Díaz. Basta recordar el último debate electoral antes de los comicios del 23-J de 2023. En él participaron Santiago Abasval, el propio Sánchez y Yolanda Díaz. En ese momento los dos aparecían como un todo. El líder socialista quería que a su izquierda le fuera bien. Le valía el cargo en ello, pero camino de dos años después todo ha cambiado. La vicepresidenta segunda ha sido incapaz de mantener una izquierda fuerte y unida.
Por eso, los socialistas se preparan para absorber a Díaz. El PSOE está decidido a merendarse los votos de Sumar. El problema es que muchos de ellos vayan a la abstención, porque el declive de Sumar, en verdad, es anterior a la última gran estocada que supuso la dimisión de Íñigo Errejón, acusado de agresión sexual. Lo cierto es que Yolanda Díaz fue incapaz de remontar las duras consecuencias del veto que impuso a Irene Montero; algo de lo que se cada día se alegran más en el gran círculo morado.
MataNarcisos
17/02/2025 11:58
Nunca hay que reírse de Barbie... jajaja.
sombra_
17/02/2025 22:02
Por favor , un poco de corrector si no saben: "absorvido" hace daño a la vista