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Política

El incierto futuro de Mari Mar Blanco: sin escaño ni intención de volver al País Vasco

Mari Mar Blanco.

Ayer fue un día difícil para María del Mar Blanco (Ermua, 1974), una de las caras más conocidas del PP, ya que tuvo que recoger sus objetos personales del despacho que ha ocupado en el Congreso de los Diputados desde 2016.

En las elecciones del 28-A iba de número 9 en la lista del PP por Madrid, pero su partido se quedó en el séptimo escaño, así que sus posibilidades de volver a la Cámara Baja en la legislatura que ahora va a comenzar son bastante reducidas.

Para ello tendrían que renunciar dos de los compañeros que le precedían en la papeleta con el problema añadido de que ahora el PP se ha quedado en la oposición, por lo que no habrá trasvase de diputados electos al próximo Ejecutivo.

Situación similar en 2015

Blanco ya vivió en 2015 una situación parecida pero eran tiempos con el viento a favor: Mariano Rajoy la colocó en el puesto 14 de la lista por Madrid y se quedó fuera del Parlamento por un escaño. Sin embargo, tras el bloqueo político subió en el escalafón y entonces sí que pudo lograr el acta de diputada en los comicios de 2016.

Ahora, una vez fuera del Congreso, a Mari Mar Blanco se le presenta la misma travesía del desierto que a otros compañeros del PP que se han quedado sin escaño. Por lo pronto, se va a volcar en varios mítines electorales de su partido de cara a la cita electoral del 26-M y luego analizará con su familia qué camino tomar.

Si cuando nos arrebataban la vida, sacábamos fuerzas, ahora por un golpe de falta de confianza de los votantes tenemos que seguir adelante

Ella se siente muy vinculada a Madrid y no se plantea volver al País Vasco. Hace 20 años cambió su afiliación al PP madrileño y en la capital ha visto crecer a sus hijas y es donde su marido tiene el trabajo. También en Madrid está la sede de la Fundación Víctimas del Terrorismo que preside, así que a día de hoy no pasa por su cabeza el cambiar de aires.

“Aunque eso no quiere decir que me haya desvinculado del PP vasco”, puntualiza Blanco a Vozpópuli antes de advertir de que sus compañeros de partido en el País Vasco tienen a “gente preparada” para recuperarse del golpe recibido el 28-A, en el que por primera vez en democracia se quedaron fuera del Congreso.

“Si cuando nos arrebataban la vida, sacábamos fuerzas, ahora por un golpe de falta de confianza de los votantes, por los motivos que sean, tenemos que seguir adelante”, subraya sobre la posición en la que queda el PP vasco a partir de ahora.

Atraer a votantes de izquierda

Diplomada en Turismo, Blanco fue diputada en el Parlamento vasco en la legislatura de 2009 a 2012 y es miembro del comité ejecutivo nacional del PP con Pablo Casado, donde ha sido una de las voces más autorizadas para hablar de lucha antiterrorista y de la atención a las víctimas de ETA, un colectivo que el PP siempre ha querido mimar para evitar fuga de votos y críticas en público ante el empuje de otras formaciones como Ciudadanos y ahora Vox.

Sobre el partido de Santiago Abascal que tantos sufragios les ha quitado al PP, Blanco insiste a sus compañeros de filas en que trabajen desde “el centro-derecha moderado” para atraerse de nuevo a los votantes de Vox en los comicios de finales de mayo. Y no quedarse ahí, pues cree que en el PP también tienen cabida los simpatizantes de izquierda que se decantaron por el PP en el pasado cuando la crisis económica estaba en su apogeo.

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