Política

Iván Espinosa de los Monteros: "No voy a romper el carnet de Vox, si quieren inventar cosas de mí, que me echen"

"Le Pen es una estatalista y Milei un libertario" / "No creo que haya nadie que se defina a sí mismo como liberal en Vox. No le convendría mucho, me parece"

Después de hacer un repaso holístico sobre la fundación que está a punto de nacer, las oportunidades de España, los primeros meses de Trump en su regreso a la Casa Blanca, la guerra de Ucrania y el futuro de la legislatura de Pedro Sánchez; aparece Vox en la conversación. Iván Espinosa de los Monteros quiere guardar silencio. Se resiste a ahondar en la situación que atraviesa el partido que contribuyó a fundar, del que fue portavoz en la Cámara Baja durante más de cuatro años y del que, aún hoy, conserva el carnet de afiliado. 

Dejó el acta de diputado en verano de 2023, después de las generales más agrias para la derecha en nuestro país, y sigue sin querer desvelar cuáles fueron las razones que le obligaron a dar un paso atrás. Ni siquiera cuando, de un tiempo a esta parte, algunos de los jerifaltes de hogaño han decidido poner su rostro en la diana y convertirlo en un enemigo a batir. A modo de síntesis, sentencia: "Si creen que soy un enemigo, se equivocan".  

Desde su salida de la política, aunque sigue siendo militante de Vox, no ha querido ahondar nunca en el por qué de la marcha. Valga la redundancia: ¿Por qué no ha querido ahondar en el por qué?

 

En la vida hay que ser agradecido. Estoy muy agradecido por haber podido contribuir desde Vox. Estoy plenamente satisfecho de esa época, del ambiente que se creó, en lo que de mí dependía, que era el Congreso de los Diputados. Creo que fue formidable. Y si preguntas a la mayoría -diría la totalidad- de diputados te responderían que fue una época formidable.

 

Lo que haya pasado después de mi salida no tengo ninguna responsabilidad sobre ello y no tengo tampoco especial interés en hablar de ello, porque creo que es mejor mirar hacia adelante. Cuando uno ha formado parte de una familia, y lo sigo haciendo como militante, es mucho mejor quedarse con lo bueno.

 

En estos días estamos viendo, y en Vozpópuli lo publicamos, que muchas de las cuentas ligadas al ejército que Vox tiene desplegado en las redes sociales, le han puesto en el centro de la diana.

 

Sí.

 

Hace no mucho, cuando unos grupúsculos de extrema izquierda le impidieron dar una conferencia en la Complutense de Madrid, la gente vinculada a Vox dijo que fue un montaje porque periodistas, políticos del PP y personas de la sociedad civil, le defendieron. 

 

Es verdad que me siento muy querido -y tengo muy buena conexión- por la base de Vox. Son millones de votantes, algunas decenas de miles de afiliados, y tengo una magnífica opinión del 99% de Vox. Sí es verdad que hay algunos que han decidido atacarme. Algunos en abierto, otros a través de esas cuentas, desde el propio partido. Es una pena. He procurado ser muy prudente, muy sensato y evitar esa confrontación. Pero van pasando cosas. Es difícil de entender.

 

¿Qué explicación le encuentra a esos ataques?

 

No quiero ahondar mucho en eso.

 

Permítame que insista. 

 

Pasan cosas raras, no hay duda. Si creen que soy un enemigo, se equivocan.

 

¿A qué cosas se refiere? 

 

Bueno, me han abierto un expediente.

 

¿Cómo?

 

El otro día, me llaman y me dicen: ‘Tienes que comparecer, hay un canal de denuncias y te han denunciado’. ¿Qué es lo que se denuncia? ‘No te lo puedo decir’. ¿Cuál es la denuncia? ‘No te lo puedo decir’. ¿Quién denuncia? ‘No te lo puedo decir’. ¿Cuál es la acusación? ‘No te lo puedo decir’. ¿Cuándo sucedió? ‘No te lo puedo decir’. Pero tengo que responder a unas preguntas un poco raras, sobre algo que no me dicen.

 

¿No le dijeron nada más?

 

No. Luego me entero, porque al final, me llevo muy bien con el 99% del partido, que están intentando fabricar una historia de que yo llamé para incidir en un cambio urbanístico.

 

¿Y qué pasó en realidad?

 

Todo fue que llamé a una de las responsables del partido en un pueblo y le dije que había una persona que quería explicarle las consecuencias de una votación. PP y PSOE ya la habían recibido, y no acaba de encontrar hueco con Vox. Pedí que lo recibieran y luego, que votaran lo que les diera la gana.

 

La concejal recibió a esa persona. PP y PSOE votaron a favor de la resolución que traía y Vox se abstuvo, que era lo que pensaba hacer desde el principio. Bueno, pues ahí dicen que hay un conflicto de interés. Me he enterado por detrás, porque no me lo dicen.

 

Es decir, el partido, de forma oficial, no le ha dicho por qué ese interrogatorio.

 

No, ni el por qué, ni quién, ni dónde. Me lo han contado por detrás. ¡Hay unos audios! ¿Qué dicen? ‘La concejala, que Iván la ha llamado’. Pues claro, la llamé para pedir que recibiera a ese señor y que luego hiciera lo que quisiera. ¿La llamé luego para presionar, para cambiar el sentido del voto? Como digo, se aprobó con el PP y el PSOE, lo que se pensaba hacer desde el principio. Es decir, no tiene ninguna importancia. Pero que estén utilizando este tipo de cosas es una pena, y llamativo también.

 

¿Le entran ganas de romper el carnet de militante?

 

No, he contribuido desde el principio a montar este partido. Es interesante, los más intensos son los que nunca estuvieron ahí desde el principio. Los que han llegado más tarde, los que tienen que ganarse el favor de sus mayores, los que quieren demostrar, casi la fe del converso, que es la más intensa.

 

He contribuido a fundar este partido, me pueden gustar algunas cosas más, otras menos. ¿Para qué me voy a ir? Si quieren echarme, que me echen, y si quieren inventar cosas de mí, que me echen. Pero no me voy a ir.

 

Usted conserva amistad y relación con muchas de las personas que formaron parte del proyecto.

 

Con muchísimas, claro. Bueno, tampoco eran muchísimos, ¿eh? Pero claro, sí, con todo el mundo.

 

El otro día lamentaba la salida de las redes sociales del general Rosety, que fue diputado por Cádiz, acosado por los ataques.  

 

Fue una persona muy comprometida en Cádiz, que no era una provincia especialmente fácil cuando empezamos. Llegamos a tener dos diputados, los dos extraordinarios. En general, los 52 eran muy buenos. Tengo relación prácticamente con todos. Y mucho cariño y agradecimiento por el trabajo que hicieron, fue una legislatura muy difícil, pasamos muchas cosas muy duras. Esa sensación de estar ahí arrinconados por todos los partidos, acechados, teniendo que aguantar una enorme tensión con Bildu venido arriba como socio de Gobierno. Fue una época muy dura y de enorme cohesión interna. Por eso les tengo muchísimo cariño a todos.

 

Rosety ha sido un activo muy importante. Como Curro Contreras, como Rubén Manso, como Víctor Sánchez del Real, como muchos de los que siguen y de los que se han ido. Tengo mucho cariño a los que siguen y a los que se han ido. El problema es que no siempre se trata bien a quien ya no está y eso, a veces, define a una organización.

 

¿Queda algún liberal en Vox?

 

No creo que haya nadie que se defina a sí mismo como liberal en Vox. No le convendría mucho, me parece.

 

Por cierto, en Europa, Vox se ha integrado en Patriots, tercera fuerza del Parlamento. Creo recordar que, hace poco, usted dijo que Meloni no es igual que Orbán, ni Le Pen que Milei. ¿Por qué?

 

Le Pen es una estatalista, Milei es un liberal, un libertario que va mucho más allá. Le Pen tiene algunas virtudes, ha acertado muy pronto en el diagnóstico, en temas de inmigración, de seguridad. Pero no es comparable, de ninguna manera, ni en el ámbito económico, ni en el ámbito moral, de defensa de la vida, en fin, hay muchos aspectos en los que no es comparable a Milei, un libertario en lo económico y conservador en lo social.

 

Meloni me parece la gran esperanza de la derecha en Europa. Es una persona y una lideresa que ha demostrado gran capacidad. Se está reconociendo su trabajo en Italia y el conjunto de Europa y me parece que es la más interesante de la derecha europea en este momento.

 

¿Descolgará el teléfono si, en un futuro, PP y Vox piden ideas a su think tank?

 

Claro, lo que tiene como propósito es difundir estas ideas para todo el mundo y ojalá las recojan, las asuman, las hagan propias. Sobre todo, mirando hacia adelante con optimismo y con un espíritu reformista y disruptivo de proponer cosas que sean diferentes, pero factibles.

 

¿Y si en ambos partidos tuvieran que entenderse para dar a España un gobierno de cambio y quieren contar con usted?

 

Espero que suceda la primera parte, espero que ese futuro llegue pronto y que haya esa alternativa a Pedro Sánchez. Pero espero que sea una alternativa con las mejores ideas y por eso lo que vamos a hacer es proponer las que pensamos que son muy buenas para España, que sean un poco diferentes, un poco creativas, un poco disruptivas y que merezca la pena poner en práctica.

 

¿Y si le llamaran?

 

No creo que sea muy probable.

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