Moncloa pretendía convertir la Conferencia de Presidentes que se ha celebrado este viernes en Santander en un trágala. Sin haber remitido antes de la cita ningún documento concreto con sus propuestas a las autonomías, que no han podido analizar lo que proponía el Gobierno, el presidente Pedro Sánchez esperaba el aval de los dirigentes territoriales a su oferta.
Pero lo que la coalición PSOE - Sumar proponía, no ha servido para convencer a ciegas a los 17 presidentes autonómicos y los 2 de Ceuta y Melilla. Ni tan siquiera para alcanzar un acuerdo de mínimos en temas cruciales como la vivienda, la inmigración o la financiación singular.
La madrileña Isabel Díaz Ayuso, como es habitual, se ha erigido en el principal ariete contra Sánchez. Y ha elevado el tono para criticar la financiación singular que los socialistas han concedido a Cataluña, a la vez que le ha exigido que someta a las urnas un cambio de modelo a una España federal.
También el socialista manchego, Emiliano García - Page, ha sido especialmente crítico con la cuestión del cupo catalán. Page ha repetido el mismo argumento que defendió con vehemencia en el Comité Federal del PSOE de septiembre, en el que se debatió sobre el asunto.
Como era de esperar, pues, la Conferencia de Presidentes que Sánchez se vio obligado a convocar, por la presión del PP y los recursos al Tribunal Constitucional, solo ha hecho que constatar la profunda división que hay entre el poder territorial y el del Estado.
Las autonomías hablan de "oportunidad perdida"
La presidenta de Cantabria, la popular María José Sáenz de Buruaga, no ha escondido su "decepción" en la rueda de prensa posterior al encuentro porque "no ha habido acuerdos", tal y como "se veía venir". "No ha habido acuerdos porque el Gobierno de España no ha dado la más mínima oportunidad" ha declarado la anfitriona de la cita.
Según ella, que por la mañana se había deshecho en elogios a Pedro Sánchez, "no ha habido un solo intento de allanar el camino en asuntos en los que las posturas de partida estaban muy alejadas".
En la misma línea que Buruaga se ha pronunciado el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que era el que más esperanzas tenía depositadas en sacar algo en claro de la Conferencia de Presidentes. El nacionalista, tras la incapacidad de PP y PSOE de alcanzar un pacto para solucionar la crisis migratoria en su autonomía, pretendía convencer a sus homólogos para el reparto de menas por la península.
Tras no lograrlo, entre otras cuestiones por la falta de propuestas concretas previas por parte de Moncloa, y el empeño de Génova 13 en bloquear una solución acordada, Clavijo ha hablado de una "oportunidad perdida" al no alcanzarse ningún acuerdo entre el Gobierno central y las comunidades autónomas.
El presidente gallego, Alfonso Rueda, ha criticado por su parte que la condonación de la deuda a las comunidades sea "el único compromiso" al que está dispuesto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante la "escasa voluntad" de llegar a acuerdos.