En política, a veces, como reza el refrán, no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Y ésa es la táctica que han puesto en marcha desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid con Óscar López. Si ustedes se fijan, en casi ninguna de las múltiples intervenciones públicas que realiza la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, hace mención al nuevo secretario general del PSM.
Y no será por alusiones. Sin ir más lejos, y como si de una utopía se tratase, el 15 Congreso Regional de los socialistas madrileños abrió con fotos en tamaño gigante de la líder del PP madrileño, sola o en compañía de Javier Milei, presidente de Argentina.
La hoja de ruta impuesta por Ferraz, diametralmente opuesta a la empleada por la anterior dirección socialista presidida por Juan Lobato, consiste en los ataques por tierra, mar y aire a la presidenta y su entorno más próximo. López, a diferencia del defenestrado Lobato, cuenta con el poderoso altavoz mediático que le otorga su condición de ministro de Transformación Digital.
Sin embargo, ninguna de las andanadas recibidas en los últimos tiempos altera un milímetro la estrategia desarrollada por Sol para lidiar con Óscar López. De hecho, tal y como relatan fuentes del Gobierno regional a Vozpópuli, van a seguir ignorando abiertamente al flamante secretario general del PSM.
Desde la Real Casa de Correos ven a Óscar López como un rival débil, carente de carisma y que en ningún caso supondrá batalla alguna para la presidenta Díaz Ayuso. Es más, varias personas del entorno coinciden en el mismo análisis, y es que creen que López "no será ni candidato en 2027".
Un comentario que empieza a sonar con fuerza en los círculos de la política regional. La llegada de Óscar López a la calle del Buen Suceso es idéntica al aterrizaje de otros miembros del Gobierno como María Jesús Montero (Andalucía), Pilar Alegría (Aragón), Diana Morant (Comunidad Valenciana) y Ángel Víctor Torres (Canarias).
Colocar a fieles a Sánchez en enclaves estratégicos para aplanar el impacto de una posible caída política a corto/medio plazo. López, cuya carrera se ha desarrollado casi por completo en Castilla y León, es la viva imagen de este 'dedazo' partidista que lo ha llevado a liderar el PSM.
Por ello, nunca contestan en redes sociales a tuits del ministro, como en el que solicitaba un debate con Ayuso, únicamente se han dirigido a la Generalitat para hablar sobre financiación autonómica con Salvador Illa. Lo mismo en entrevistas televisivas, donde la presidenta pasa de puntillas sobre el desempeño de López, mientras que el ministro la ha llegado a citar, en una intervención, más de una veintena de veces.
Una llegada que no cierra heridas en el PSM
La realidad contrasta con el discurso triunfalista que ha 'vendido' Óscar López en sus intervenciones y entrevistas en medios de comunicación. La 'izquierda valiente', esa que reivindica el ministro de Transformación Digital, no está ni tan siquiera segura de los pasos que está dando su partido.
En total, y tal y como ha compartido el PSM, 621 fueron los delegados con opción a voto en el Congreso Regional. De este montante, únicamente 553 ejercieron este derecho. Óscar López refrendó su propuesta con el sí de 461 delegados, un 83,37% del total de los que votaron. Además, hubo 88 votos en blanco y cuatro nulos. Estos 92 votos, sumados a los 68 que no votaron, la cifra asciende a 160 críticos.
El porcentaje de delegados que, de forma tácita han declinado la nueva hoja de ruta del PSM y Óscar López es del 26%. Un cuarto de los delegados, que se dice pronto, no están de acuerdo con el nuevo modo de actuación de los socialistas madrileños.