Quantcast

Política

Génova cree inminente el estallido entre el PSOE y Podemos

Una reunión de la cúpula del PP en la sede de Génova.

Las relaciones entre socialistas y Podemos saltarán por los aires antes de un año, vaticinan en Moncloa a la vista de los pasos que va apuntando el partido morado en los últimos días. La abstención del PSOE a la investidura de Mariano Rajoy, que se da ya por hecha este fin de semana, ha provocado notable irritación en las filas de Podemos. Dirigentes territoriales de la formación morada amenazan con dejarles caer en algunas comunidades. Hay amagos de movimientos telúricos en Baleares, Comunidad Valenciana, Aragón, donde los dirigentes territoriales de Podemos ya han amenazado con retirar su respaldo al gobierno socialista.

Un estallido a las puertas

En Génova adivinan un estallido de esta relación más pronto que tarde. "El PSOE romperá antes con Iglesias que con el PSC", comentan. Algunas fuentes aseguran que, 'tras la desaparición de Pedro Sánchez, ese emparejamiento con los podemitas no se sostiene, va contra natura". Podemos se ha lanzado a la calle, ha optado por reavivar la tensión, por desenterrar 'el miedo', por recuperar su imagen airada con iniciativas como 'rodear el Congreso' durante la sesión de investidura.

El PP considera que el nuevo PSOE, dirigido temporalmente por la gestora de Javier Fernández, poco tiene que ver con esa estrategia. "Se irá alejando de ellos. Ya lo anunciaron en su momento. Estos socialistas van a 'despodemizar'. Ese camino tan sólo tiene una salida, la ruptura radical de los socialistas con Pablo Iglesias y sus franquicias", apuntan en Moncloa.

Rajoy tiende puentes hacia el nuevo equipo de Ferraz. Estos primeros meses de su gobierno van a resultar clave. El Ejecutivo precisa sacar adelante tareas muy urgentes como presupuestos, déficit, exigencias europeas, reformas, ajustes... Es consciente de que el PSOE tiene ahora la necesidad de mostrar una imagen muy dura hacia el PP, luego de facilitarle el camino a la Moncloa. "Serán semanas de tensión, pero no se irá muy lejos. El PSOE no ha defenestrado a Sánchez para, a los tres días, bloquear la legislatura y volver a las urnas", razona un 'fontanero' de Moncloa.

La relación entre PSOE y Podemos comenzará a cuartearse en algunas comunidades, luego, en movimiento recíproco, se extenderá a Ayuntamientos y finalmente saltará por los aires. Pablo Iglesias pretende aprovechar la enorme división interna del PSOE para afianzarse en su pretendido papel de referente de la izquierda. La actual dirección socialista no comulga con la línea que defiende Podemos. Más bien, lo contrario. Ni Javier Fernández, ni Susana Díaz quieren saber nada del partido morado. Presidentes autonómicos como Page, Puig y Lambán han de morderse la lengua, porque gobiernan merced al respaldo de la formación podemita. ¿Hasta cuándo?.

Rajoy ha tendido, franca y abiertamente, la mano al PSOE en su intervención de este lunes, preludio del que será su discurso de investidura del fin de semana. "Hay que recuperar a los socialistas antes de que Podemos lo diezme", comentan estas fuentes. El todavía presidente en funciones habló de que "si hay voluntad política, España tiene un gran futuro". Rajoy habla ya en otro tono. Conciliador, dialogante, mesurado. No rechaza afrontar reformas importantes, como la Ley de Seguridad Ciudadana, la financiación autonómica, las pensiones. Quiere atraerse al PSOE a las filas constitucionalistas, lejos de las tentaciones radicales de la etapa de Sánchez. "Estamos a punto de entrar en una etapa razonable, con los Constitucionalistas unidos, trabajando por España, con sus discrepancias y sus diferencias, como es lógico", añaden. La agitación en la calle es otra historia.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.