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Política

Las rectoras secundan que el feminismo sea declarado patrimonio de la humanidad

Manifestación del 8 de marzo en Bilbao.

Lo propuso la exministra de Cultura, Carmen Alborch, poco antes de fallecer el 24 de octubre del año pasado y ahora lo secundan las rectoras de las universidades públicas españolas: que el feminismo sea declarado patrimonio inmaterial de la humanidad.

La sugerencia partió de Mavi Mestre, rectora de la Universidad de Valencia desde la primavera de 2018 y primera mujer en acceder al cargo en la historia de la institución. En un encuentro sobre los retos en materia de género y el liderazgo de la mujer en las universidades organizado por Fundación CYD, Mestre, junto a otras cinco de sus homólogas, manifestó sus coincidencias con el discurso pronunciado por la socialista valenciana.

Fue su última intervención pública de Alborch. En ella defendió con firmeza su compromiso con el feminismo y, tras recibir la Alta distinción de la Generalitat Valenciana, afirmó que el feminismo "ha mejorado la calidad de vida de todos los ciudadanos" y que, por ello, "debería ser declarado patrimonio inmaterial de la humanidad".

Alborch afirmó que el feminismo "ha mejorado la calidad de vida de todos los ciudadanos" y que, por ello, debía ser declarado "patrimonio inmaterial"

Después de fallecer, se han lanzado varias las campañas en Change.org para que la Unesco reconozca el feminismo como patrimonio inmaterial de la humanidad y, ahora, las rectoras vuelven a poner el debate sobre la mesa. El patrimonio inmaterial es aquel que, según la Unesco, pretende salvaguardar las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación. El flamenco es un ejemplo.

"Crue respalda todas las acciones en favor de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. De hecho, ya se ha mandado a las universidades el Manifiesto para hacer público este 25 de Noviembre, Día por la eliminación de la violencia contra las mujeres", explican a Vozpópuli desde la conferencia.

Actualmente, solo son nueve las mujeres que gobiernan una universidad entre las 50 que componen la red pública. El eje del debate entre las rectoras fue el llamado "techo de cristal", un fenómeno social que, sustentado en la desigualdad, impide que las mujeres que destacan por sus cualidades académicas, rendimiento y formación, lleguen a puestos funcionarios o de alta responsabilidad en su carrera profesional.

Roles familiares y domésticos

"Si cabe, en nuestro entorno, la vinculación de determinados puestos a una carrera investigadora continua y consistente agrava la situación, pues el desarrollo de la investigación requiere una alta dosis de dedicación y tiempo que no resulta fácilmente compatible con los roles familiares y domésticos que todavía asumen en solitario muchas profesoras universitarias", considera María Antonia Peña, primera mujer rectora de la Universidad de Huelva desde el 23 de junio de 2017.

Cada vez son más las catedráticas que presentan sus candidaturas a los Rectorados y ese reto espero que pronto no sea noticia"

María José Figueras, rectora de la Universitat Rovira i Virgili, y licenciada y doctora en Biología, declaró en el acto promovido por Fundación CYD que "por primera vez en la historia, tenemos una sociedad en la que hombres y mujeres estamos igualmente preparados para liderar la universidad. Sin embargo, el hecho de que sólo un 27% de profesores de universidad sean catedráticas, es una clara desventaja a la hora de optar a la posición de rectora. Éste es el verdadero techo de cristal que deberíamos romper".

"Cuando salí elegida rectora de la Universidad de Granada hace cuatro años no había ninguna otra mujer al frente de una universidad en España y fui la única durante casi dos años. Cada vez son más las catedráticas que presentan sus candidaturas a los Rectorados y ese reto espero que pronto no sea noticia", recordó Pilar Aranda, rectora de la UGR desde junio del 2015 y catedrática de Fisiología.

"Una nueva cultura de gobierno en la Universidad"

La rectora de la Universitat Jaume I de Castellón y catedrática de Filología Inglesa, Eva Alcón, abogó por aumentar el número de mujeres en los órganos donde se toman las decisiones para generar una nueva cultura de gobierno en las universidades: "Necesitamos más rectoras, pero también más investigadoras de proyectos, más directoras de institutos de investigación, más directoras de centros y departamentos, ya que sólo así seremos capaces de liderar una universidad más inclusiva, igualitaria y representativa".

"Las mujeres seguimos estando, inexplicablemente, alejadas de los focos de poder: no somos candidatas a gobernar el país, no formamos parte mayoritaria de los consejos de administración de las grandes empresas; no se nos considera en muchos ámbitos valores en alza", opina la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, catedrática de Ingeniería de Sistemas y Automática.

La voz de alarma que hemos dado han ido despertando conciencias y está dejando entrever un escenario, todavía difuso, de cambio"

"El avance social y la voz de alarma que nosotras mismas hemos dado han ido despertando conciencias y está dejando entrever un escenario, todavía difuso, de cambio. Necesitamos movernos para que esa transformación de la sociedad sea real cuanto antes", dice Aguilar.

Entre las personalidades que se han pronunciado sobre el debate de las rectoras españolas destaca la presidenta de Banco Santander, Ana Botín. "En la universidad española se matriculan y gradúan más mujeres que hombres. El 41,8% del PDI son mujeres, pero solo hay un 22,5% de mujeres catedráticas. Estos debates siguen siendo necesarios para explorar cómo acelerar el cambio. Gracias a las rectoras por su ejemplo", ha escrito a través de su cuenta de Twitter.

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