El PP ha cambiado definitivamente su mensaje sobre posibles pactos postelectorales con Vox. Se mantiene la apuesta -y el deseo- de gobernar en solitario, pero desde la cúpula del partido se desprende ahora que "gobernaremos con lo que podamos". Los populares, por tanto, se preparan ya para las negociaciones con los de Abascal tras el 28-M. E importantes cargos del PP asumen que algún barón tendrá que "inmolarse" ante la imposibilidad de cumplir con las exigencias de Vox.
Ese escenario, de hecho, se maneja dentro de la formación, donde ya se han normalizado las negociaciones que vendrán después de las municipales y autonómicas para que el bloque de derechas se imponga al de izquierdas en aquellas comunidades en las que el haya obtenido más votos y más escaños.
A día de hoy, el PP da por hechas las victorias electorales en La Rioja, Baleares y Comunidad Valenciana. Y las ve muy próximas en Aragón o Extremadura. En Castilla-La Mancha, sin embargo, lo más posible es que el bloque de derechas se imponga al de izquierdas, pero la primera fuerza sería el Partido Socialista de Emiliano García-Page.
"Alguno tendrá que inmolarse"
Los escenarios, por tanto, serán muy distintos de una comunidad autónoma a otra, pero "en todas, si hay opciones, intentaremos gobernar a través de pactos postelectorales", afirma a Vozpópuli un alto cargo popular, que añade: "Nosotros propusimos al PSOE un pacto para que gobernara la lista más votada y, si no lo aceptan, todos debemos jugar con las mismas reglas".
La negociación con Vox, en ese sentido, se da ya como algo "normal", aunque "en cada caso tendremos una fuerza negociadora distinta".
Desde el PP ya saben que los de Abascal van a exigir entrar en los gobiernos autonómicos para facilitar la investidura de los líderes regionales del PP, pero advierten: "No es lo mismo quedarse a un escaño de la absoluta en Madrid o en Murcia a que te falten 10 diputados". En función de la necesidad, por tanto, "se actuará de una forma o de otra".
Ya asumimos que Vox, con sus exigencias, hará presidentes a candidatos del PSOE porque en algunos casos no vamos a admitir su entrada en el gobierno
Los populares, por tanto, no se cierran a "vicepresidencias de Vox", pero solo en casos excepcionales. Así, si el PP ha logrado un gran resultado y los de Abascal solo tienen que "abstenerse o aportar pocos 'síes' en la investidura", desde el partido avisan: "En esos casos no deberían entrar en el Gobierno".
Y es en esta tesitura donde se empieza a asumir que "alguno tendrá que inmolarse" por el bien del partido: "Ya asumimos que Vox, con sus exigencias, hará presidentes a candidatos del PSOE porque en algunos casos no vamos a admitir su entrada en el gobierno".
Feijóo da libertad para no quemarse
Esa posición puede dejar sin presidencias autonómicas a algunos candidatos del PP, a los que les será difícil renunciar a esa posibilidad. En todo caso, destacan las fuentes consultadas, "lo que es una mala noticia después de las autonómicas puede convertirse en muy buena de cara a las generales".
En ese sentido, los dirigentes del PP contactados explican que, de confirmarse que Vox hace presidentes a candidatos del PSOE por sus exigencias, "el electorado visibilizará, de cara a las generales, el riesgo de votar a Abascal frente a Feijóo, por lo que se puede producir un trasvase de votantes a nuestro favor". Un escenario, que, de cumplirse, también tendría consecuencias para aquellos barones que se tengan que inmolar: "Siempre se puede ser delegado del Gobierno o entrar en el Consejo de Ministros".
Es posible que alguien se equivoque. Y cada uno tendrá que asumir esa responsabilidad
Sobre la participación de Alberto Núñez Feijóo en las negociaciones con Vox después del 28M, los cargos populares con los que ha hablado Vozpópuli explican que el líder nacional del PP dará "plena libertad" a los líderes autonómicos para tratar de llegar a acuerdos. Una estrategia que contrasta con la de Santiago Abascal: "Él sí que dirá a los suyos lo que tienen que hacer".
De esta forma, Feijóo mantendrá su compromiso con la "autonomía" de las direcciones regionales y, además, "evitará quemarse" en unas negociaciones que "pueden salir por cualquier lado" y que entrañan muchos riesgos: "Es posible que alguien se equivoque. Y cada uno tendrá que asumir esa responsabilidad".