La política española vuelve a estar en el punto de mira tras la confirmación de Junts per Catalunya de que Pedro Sánchez acepta debatir la cuestión de confianza. Esta situación ha generado un intenso debate entre la ciudadanía sobre las diferencias entre esta figura y una moción de censura, dos instrumentos parlamentarios que, si bien comparten similitudes, tienen importantes distinciones.
La cuestión de confianza, a diferencia de la moción de censura, nace del propio Gobierno, en concreto del presidente, como un mecanismo para confirmar el apoyo parlamentario a su programa o a una declaración de política general. El presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros, puede plantear la cuestión de confianza ante el Congreso de los Diputados.
En cambio, la moción de censura es una iniciativa que surge del propio Congreso de los Diputados para exigir la responsabilidad política del Gobierno y destituir al presidente. Debe ser propuesta por al menos la décima parte de los diputados e incluir un candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno.
La cuestión de confianza busca el apoyo, la moción de censura la destitución
El objetivo de la cuestión de confianza es obtener el respaldo explícito de la Cámara Baja, reforzando la posición del Gobierno y su capacidad de acción. Si el Congreso otorga la confianza, el Gobierno se consolida y puede seguir adelante con sus planes. Por el contrario, si la confianza es denegada, el presidente debe presentar su dimisión al Rey, abriéndose un nuevo proceso de investidura.
La moción de censura, en contraste, busca la destitución del presidente del Gobierno. Si la moción prospera, el candidato alternativo propuesto en la misma se convierte en el nuevo presidente. En caso de no ser aprobada, quienes la presentaron no pueden proponer otra durante el mismo periodo de sesiones.
Dos instrumentos con diferente uso en la historia política española
La cuestión de confianza ha sido un instrumento poco utilizado en la democracia española. Solo se ha planteado en dos ocasiones, por los presidentes Adolfo Suárez y Felipez González. En 1980, Suárez buscó contrarrestar el desgaste político sufrido tras una moción de censura presentada por el PSOE. La segunda, en 1990, la utilizó Felipe González para subsanar una votación de investidura atípica.
La moción de censura, por su parte, ha sido planteada en seis ocasiones en el Congreso de los Diputados, aunque solo una ha prosperado. La que llevó a la destitución de Mariano Rajoy en 2018 y a la investidura de Pedro Sánchez.
La exigencia de Junts per Catalunya de una cuestión de confianza al Gobierno de Sánchez reabre el debate sobre estos dos instrumentos de control parlamentario. La pelota está en el tejado del Gobierno, quienes seguramente tendrán que 'ceder' ante esta exigencia de Puigdemont para poder sacar adelante sus políticas.
ses_
16/01/2025 11:41
Gracias por aclarar conceptos