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Política

El valle de los caídos del CSD: Pedro Sánchez pulveriza el Centro con 5 presidentes en 5 años

El puesto se ha convertido en el más inestable de cuantos designa a dedo el presidente del Gobierno. La renuncia de Víctor Francos obliga a Moncloa a nombrar un nuevo responsable del deporte español tras Rienda, Lozano, Franco y Francos

El expresidente del CSD Victor Francos.
El expresidente del CSD Victor Francos. EUROPA PRESS

La sorpresiva renuncia de Víctor Francos "por motivos profesionales" tras solo seis meses al frente de la Secretaría de Estado y del Consejo de Superior de Deportes obliga al presidente del Gobierno a buscar ya un nuevo responsable para el deporte español. El próximo será el quinto en cinco años. Todo un récord. El puesto se ha convertido en el más inestable de cuantos designa a dedo el presidente del Gobierno. Desde 2018, lo han presidido María José Rienda, Irene Lozano, José Manuel Franco y el propio Francos.

La decisión del abogado casusó asombro en el Consejo de Ministros, porque Francos fue recientemente ratificado por la ministra competente en materia de deportes, Pilar Alegría. Su tiempo al frente del deporte español ha estado marcado por la avalancha que desató en la Real Federación Española de Fútbol el beso no consentido del expresidente Luis Rubiales a la futbolista Jennifer Hermoso; el denominado como 'caso Rubiales'.

El presidente del Consejo Superior de Deportes, también llamado secretario de Estado para el Deporte, es un alto cargo de la Administración General del Estado, con rango de secretario de estado que ejerce la representación y superior dirección del Consejo Superior de Deportes. La figura se remonta décadas

Y es que el presidente del CSD tiene, como antecesor directo, al delegado nacional de Deportes, órgano superior de la extinta Delegación Nacional de Deportes, que realizó una tarea similar durante la dictadura de Franco.

Un abogado con poca hemeroteca deportiva

Víctor Francos, según su currículum público, es licenciado en Derecho, con título extraordinario de carrera por la Universidad Autónoma de Barcelona, y Postgrado en Estudios Jurídicos Europeos Avanzados (UAB). Desde sus inicios laborales, este barcelonés ha desempeñado la abogacía. También ha ejercido la investigación universitaria (2002-2004), así como tareas directivas, gerenciales y de coordinación de gabinetes y equipos en diferentes ámbitos de la administración pública.

Fue director de Relaciones parlamentarias de la Presidencia de la Generalitat (2006-2010) y asesor de la Diputación de Barcelona (2015-2016). También ha sido director del Parque Tecnológico del Vallès (2018-2019) y director de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (2019-2020). Fue el director del Gabinete del ministro de Sanidad y secretario de Estado de Política Territorial y Función Pública. Desde julio de 2021 hasta su nombramiento como presidente del CSD en junio de 2023, Víctor Francos ha sido el secretario general de Cultura y Deporte del Ministerio de Cultura y Deporte.

184 días

Francos ha durado 184 días. Y eso da cuenta de lo poco que le interesa al Gobierno la promoción deportiva. Rienda y Lozano tampoco superaron el año y medio en el cargo y a ambas les pasó factura las permanentes y tensas relaciones con el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), el inhabilitado Luis Rubiales, y, en el caso de Lozano, también con el del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco. Ante esta tesitura se entiende que la industria del deporte señale a Moncloa por dar vaivenes y no permitir que se trabaje bien.

Mientras, ya han comenzado las quinielas del sucesor. El portal especializado Iusport, apostó por Félix Jordán, el director de Deporte Joven (dependiente del propio CSD), aunque no parece que su candidatura (que sí ha estado sobre la mesa) esté avanzando tanto como para llegar a buen puerto. También suena Julia Liberal. Aunque por el momento son todo rumores. Solo el presidente del Gobierno sabe a ciencia cierta a quién situará al frente del CSD.

Lo seguro es que su aterrizaje no será sencillo. Por delante debe despejar la orden ministerial que regulará las elecciones a las Federaciones. Con los comicios de la federación de fútbol en el horizonte. Pero tendrá que atender más: presupuestos, Juegos Olímpicos... Toda una contrarreloj.

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