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Política

Carmena negocia con Pedro Sánchez para ser ministra o Defensora del Pueblo

Manuela Carmena en Barcelona

Manuela Carmena está dispuesta a alejarse de Íñigo Errejón, pero solo si obtiene algo a cambio. En las últimas semanas, las exalcaldesa de Madrid se ha reunido con altos cargos del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, además de personas destacadas del núcleo duro de La Moncloa, tal y como ha podido saber Vozpópuli, con un objetivo. Ha pedido en el caso de un futuro gobierno del PSOE ser ministra o ocupar el cargo de Defensor del Pueblo, hasta ahora prometido a Ángel Gabilondo, como desveló este diario.

El propio Errejón y Tania Sánchez, su mano derecha, intentaron antes del verano y hasta hace pocos días que Carmena liderara la lista de Más Madrid en las generales del 10 de noviembre. En opinión de Errejón, el papel de Carmena es clave por dos factores: su indiscutible tirón electoral (en las municipales de mayo logró 500.000 votos) y el hecho de que, al convertirse en punta de lanza parlamentaria de Más Madrid, permitiría al exnúmero dos de Podemos mantenerse al margen y no quemarse en el caso de una derrota contra Pablo Iglesias.

O Gabilondo o Carmena

Sin embargo, Carmena gana tiempo. Se niega de momento a formar parte del proyecto nacional de Errejón, aunque muchos creen que la exjuez de 76 años juega a dos bandas. Ella argumenta que se ve mayor para ser diputada, pero sí se ve con fuerza para tantear al PSOE y obtener algo más que un escaño parlamentario.

De ahí que hace dos semanas Carmena rechazara una oferta del equipo de Sánchez para entrar en las listas electorales del PSOE. Aunque relanzó: pidió ser ministra o convertirse en Defensora del Pueblo, a cambio de desligarse de facto de Errejón.  

Íñigo Errejón y Ángel Gabilondo

El problema para Sánchez es que el cargo de Defensor del Pueblo está “prometido” a Gabilondo, confirman desde el PSOE. De manera que también se baraja la posibilidad de que se convierta en ministra. Posiblemente en Justicia, aunque en el PSOE no todos están convencidos de esta opción: “Ya sabemos cómo ha gobernado Madrid, no hace falta imaginar lo que puede hacer en Justicia, por ejemplo con la Fiscalía”, advierten algunos.

¿Doble traición?

Otras fuentes de la izquierda madrileña apuntan que hoy en día “Íñigo y Manuela ni se hablan”. Un desencuentro personal que tiene un trasfondo técnico, relativo al liderazgo del grupo municipal de Más Madrid, dividido entre Marta Higueras, afín a Carmena, y Rita Maestre, de Errejón. Y a la forma organizativa de Más Madrid, con Errejón más proclive a que se convierta en un partido tradicional (es decir, vertical) y Carmena que insiste por una plataforma (con proceso de decisiones colegiadas).

En Más Madrid va cuajando la idea que es mejor no contar con la regidora. Un sector importante del partido de Errejón aboga por presentar una candidatura con o sin Carmena. Se trata de colaboradores, diputados y concejales de Más Madrid, quienes consideran que “hay que debatir” y llegar a una decisión cuanto antes. El dilema para Errejón es, en este caso, valorar si el 10-N es una oportunidad o un riesgo para su futuro político. “La política hoy es épica, y Errejón no cumple con este perfil”, reflexionan algunos en el PSOE.

La relación entre Carmena y Sánchez, por otro lado, es buena. El líder socialista pactó con ella una especie de armisticio en las municipales de mayo. Y para el candidato del PSOE sumar a Carmena en su barco tendría un evidente rédito electoral. Aunque también hay quien apunta que si Carmena decide pasarse al PSOE lograría ser protagonista de dos traiciones en menos de un año. La primera, respaldando a Errejón en su salida de Podemos en el pasado enero. Y ahora dejando tirado a su nuevo partido (o plataforma), para entregarse a Sánchez.

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