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Política

Los barones temen que el PP pueda quedar sepultado por la 'pinza' Gobierno-Vox

Casado conversa con Alonso (d) y Borja Sémper (i), que acaba de dejar la política.

Los barones del PP están seriamente preocupados porque el partido acabe siendo víctima de la 'pinza' entre el Gobierno "social comunista" de Pedro Sánchez y la "ultraderecha" de Vox en asuntos como el pin parental en Murcia para que los padres puedan impedir que los niños reciban determinadas materias sobre sexualidad e ideología de género.

No se trata de que el partido renuncie a la libertad de elegir la mejor educación -santo y seña de los populares desde hace décadas-, se señala a Vozpópuli desde varios territorios populares, sino de que el partido sepa "anticiparse" y "lidere" la oposición. Porque, cuando los de Santiago Abascal ponen el foco en el 'pin' esta pasada semana, añaden: "Tenemos que tener suficientes reflejos para saber que eso va a ser utilizado por el PSOE a no mucho tardar".

De hecho es el Consejo de Ministros del viernes el que, a falta de presupuestos de 2020 -se retrasan más allá de junio-, inicia una guerra cultural anunciando que va a enviar un requerimiento al Gobierno de Murcia para que desista de implementar un pin que, de hecho, lleva en vigor desde septiembre, cuando comenzó el curso escolar.

La dirección nacional del PP, ya por la tarde de ese día y después de varios días intentando poner sordina a un asunto que les es evidentemente incómodo, aprovechó las palabras de la ministra de Educación, Isabel Celaá -"por supuesto que los niños no son propiedad de los padres"- para desviar la atención a un terreno esencialista que le es más propicio: "¿De quién son los hijos?". Y así se ha pasado todo el fin de semana: 

Los presidentes regionales van a estar muy atentos a cómo se desarrolle la batalla en Madrid y Andalucía -donde Vox también quiere implantar la libre elección curricular de los padres- porque temen que el episodio eche por tierra la estrategia de vuelta al centrismo y a la moderación anunciada por Pablo Casado hace tan solo una semana ante una Junta Directiva Nacional, máximo órgano entre congresos; en una reunión donde ninguno de ellos tomó la palabra precisamente para no desviar la atención de esa unidad de acción que se les pide.

Lo cierto es que ver a José María Aznar, auténtico mentor del actual presidente del PP, entrando en la sede de Génova el viernes a la misma hora en que arreciaba la polémica, ha levantado ciertas suspicacias en ese sector; porque no cree que con más "dogmatismo" ideológico el PP vaya a recuperar la centralidad. Son los mismos barones que ya cuestionaron el nombramiento de la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo.

Alfonso Alonso apostó el sábado por un PP "sensato" y "moderado", reiterando su convicción de que el principal partido de la oposición no debe caer en la "tentación" de optar por el "enfrentamiento"

De hecho, uno de sus máximos exponente, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, aprovechó un acto del partido este sábado para desmarcarse de la estrategia de Casado de no confrontar con Vox en este tema y arreó a los de Abascal a modo: tachó de "absurda" la idea de implementar un pin para que los padres elijan "no cumplir con el currículum que deben seguir sus hijos "si no les da la gana".

Frente a la política de "trincheras" que representan ambos "extremos", Gobierno y Vox, el barón vasco reiteró su apuesta por un PP "sensato" y "moderado", reiterando su convicción de que el principal partido de la oposición no debe caer en la "tentación" de optar por una política de "enfrentamiento" y "división" entre españoles.

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