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España

Podemos recurre a Iglesias para la campaña en Castilla y León por falta de liderazgo

El partido se juega su viabilidad política y necesita al exjefe, quien sigue arrastrando a las masas moradas y recibiendo su cariño

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El exvicepresidente Pablo Iglesias, el pasado 16 de noviembre en Madrid. EUROPA PRESS

Podemos recurre a Pablo Iglesias para la campaña en Castilla y León por la falta de liderazgo en el partido, según reconocen fuentes moradas a Vozpópuli. Lo cierto es que desde la salida del exvicepresidente segundo del barco, la formación vive descapitalizada y sin un liderazgo fuerte, ya que la teórica sucesora, Yolanda Díaz, está armando su hegemonía al margen de Podemos.

Es más, dado que la también titular de Trabajo ha rehusado presentar su proyecto amplio en esta comunidad, que celebra elecciones el próximo 13 de febrero, la sensación de algunos dirigentes es que se ha pedido la aparición de Iglesias en la campaña para "no dejar solo" al candidato, Pablo Fernández, quien tiene un "papelón" difícil.

Además, Iglesias se ve en la obligación moral de echar un cable a los suyos, dado que se juegan su viabilidad política justo cuando están envueltos en el proceso de integración con la futura plataforma de Yolanda Díaz. Eso sí, el eterno referente morado guarda una baza más: y es que sigue arrastrando a las masas de su formación y sigue recibiendo el cariño de la militancia. En parte, porque lo que queda en Podemos es su ejército.

Dar bola contra los bulos

Iglesias arropará este sábado a Pablo Fernández en un coloquio en el que ambos charlarán junto a la número dos de la candidatura, María Sánchez, sobre bulos. "La mentira como estrategia de las derechas", reza el cartel del encuentro, que arrancará a las 11.30 en la Cúpula del Milenio. Y es que Podemos sigue intentando darle la vuelta a la polémica de las macrogranjas con el mensaje de que la derecha ha construido una falsedad para atacar sus opciones electorales.

En verdad, algunos dirigentes de Podemos reconocen abiertamente que Iglesias "no se ha ido". "Sigue guiando estrategia", zanjan. El exlíder se prodiga en varias radios y columnas periodísticas desde las que intenta mantener prietas las filas electorales de su partido. El problema es que sigue atribuyéndose un peso preeminente en la acción política de los suyos, aunque su entorno se limita a explicar que él "ya no dirige", sino que "impulsa" la estrategia de la actual dirección.

Es más, los más cercanos a Iglesias reiteran a este diario que el exvicepresidente segundo solo va a Castilla y León a reforzar la estrategia de campaña y a "mover el avispero", porque tiene capacidad comunicativa suficiente para arañar votos y hacer más fuerte el discurso del partido. Iglesias, además, está muy beligerante con los marcos comunicativos. Por eso, ha decidido estrenar un pódcast en Público y pedir dinero para los medios afines a Podemos.

El análisis oficial de Podemos, no obstante, es que el partido "no tiene problemas de liderazgo" y que además de Díaz, Irene Montero e Ione Belarra suponen una dupla carismática. Eso sí, topada por la necesidad de la vicepresidenta segunda de acaparar mediáticamente el peso del espacio de Unidas Podemos.

(I-D) (primera fila) Yolanda Díaz; el ex ministro de Universidades Manuel Castells; Joan Subirats; Ione Belarra e Irene Montero, el pasado 20 de diciembre.
(I-D) (primera fila) Yolanda Díaz; el ex ministro de Universidades Manuel Castells; Joan Subirats; Ione Belarra e Irene Montero, el pasado 20 de diciembre.EUROPA PRESS

A la espera de Díaz

El problema para los morados es que pasan los días y siguen a la espera de que su lideresa Díaz haga hueco en su agenda para hacer campaña con los suyos en Castilla y León. Ya fue la gran ausente el pasado sábado del acto de presentación de candidatura en Valladolid, al que sí asistió la secretaria general morada, Ione Belarra.

Desde el equipo de la vicepresidenta insinuaban que la contienda electoral de Castilla y León es uno de los últimos asuntos que preocupan a la también titular de Trabajo, confinada tras dar positivo en covid y centrada en apuntalar los apoyos parlamentarios a la reforma laboral, así como en seguir construyendo su imagen de líder fuerte desde foros como el que el hace una semana la juntó con el economista francés Thomas Piketty.

Pese a todo ello, en Podemos tienen claro que Díaz "tiene que ir" a la campaña. Y todo porque no arroparle supondría el estallido de un conflicto directo entre el partido que nació al calor del 15M y la persona ungida para liderar la mutación del espacio del cambio. En el cuartel general morado son conscientes de que Castilla y León pinta feo. Aunque consideran que eso no es óbice para que la vicepresidenta no se arremangue. Y hasta que lo haga, Iglesias acude al rescate.

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