España

Sánchez incendia Podemos al convertir la moción en la 'investidura' de Díaz: "Nos revienta"

Los socialistas llevan semanas lamentando el "problema de liderazgo" de la vicepresidenta en su espacio político. Y el presidente la ha ungido en público para formar un tándem electoral

Pedro Sánchez y Nadia Calviño, aplauden a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Nadia Calviño, aplauden a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz EUROPA PRESS / Eduardo Parra.

Podemos está en jaque. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz orquestaron este martes en la moción de censura impulsada por Vox la 'investidura' de la vicepresidenta segunda como presidenciable cuando falta poco más de una semana para que anuncie en Madrid su intención de concurrir como cabeza de lista de Sumar. Y según ha sabido Vozpópuli, los morados tienen un cabreo considerable. No porque no quieran que Yolanda adquiera ese perfil, sino porque destroza la negociación interna y los equilibrios que los morados llevan con Yolanda Díaz para encajar sus rostros en el proyecto y en la lista de la ministra de Trabajo. Podemos reitera que no hay novedades desde hace semanas, mientras que el entorno de Díaz asegura que las conversaciones son constantes. Eso sí, nadie en el espacio de Unidas Podemos salvo los morados tolera que haya reuniones bilaterales entre Díaz y los partidos.

Lo cierto es que la jugada de Moncloa en la moción buscaba descolocar las piezas de Podemos. El presidente ayudó a Yolanda Díaz a impulsar su poder. En Ferraz llevan semanas lamentando el "problema de liderazgo" de la vicepresidenta segunda dentro de su espacio político, por ser incapaz de imponerse al núcleo duro que conforman Ione Belarra e Irene Montero. El lío del 'sí es si' fue bastante evidente. De hecho Podemos lo usó para catapultar la figura de Montero como candidatable. Por eso, Sánchez ha ungido a Diaz en público para formar un tándem electoral visible y reconocible. El mensaje que quiere lanzar el aparato de propaganda de Moncloa es que la coalición está fuerte y es la única alternativa a PP y Vox.

Yolanda Díaz, pese a todo, intentó camuflar posibles resquemores con elogios al trabajo de sus compañeros en el Consejo de Ministros, incluidas sus colegas moradas. Y la versión oficial de los hechos es que Díaz avisó a ambas del contenido de su réplica a Tamames -más dura que la del propio Sánchez y centrada en su cartera y en otros aspectos económicos-. Es más, tanto Montero como Belarra habrían agradecido el gesto en privado a Yolanda Díaz. El problema es que el tono del discurso de la vicepresidenta ha provocado la reacción que Podemos no quería dentro de los partidos que conforman el ecosistema de izquierdas que quiere confluir con ella.

La 'suma' más complicada

Si Unidas Podemos son cuatro formaciones (Izquierda Unida, En Comú Podem, Podemos y Galicia en Común), solo Podemos se 'olvidó' de hablar en Twitter de Yolanda Díaz como presidenciable. El ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, y el secretario general del grupo confederal y miembro de los comunes, Jaume Asens, aplaudieron a su 'presidenta'. "Ha puesto en valor lo que hemos hecho y ha recalcado lo que falta. Un discurso presidencial", espetó Garzón. "Vox acaba el día ayudando a empezar la presidencia de Yolanda Díaz", remachó Asens. Hasta la candidata de Más Madrid a la alcaldía de Madrid, Rita Maestre, se dejó llevar por la pulsión 'yolandista': "Enorme Yolanda Díaz en el debate. Demuestra una vez más que el futuro va de la mano de mujeres valientes como ella".

La vicepresidenta segunda está a punto de anunciar a bombo y platillo su intención de presentarse a las elecciones generales y, por eso, la moción fueuna oportunidad para ella y para exponer su "proyecto de país". En el PSOE, además, están exasperados con sus tiempos. En Ferraz quieren ya a Yolanda Díaz centrada en Sumar, la muleta en la que Pedro Sánchez deberá apoyarse obligatoriamente para seguir en Moncloa en caso de que las urnas escupan la posibilidad de que la coalición pueda repetir.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.EFE / J.J. Guillén

Pero los socialistas también saben que su socio en Moncloa es una bomba de relojería. Y una detonación destrozaría las opciones de Sánchez de seguir a los mandos del país, porque quien más sufriría las consecuencias sería la propia Yolanda Díaz, el pilar en el que se apoya el presidente para optimizar el rendimiento electoral de la coalición. En Ferraz no van a darle el gusto a los morados para que torpedeen a la vicepresidenta segunda.

El núcleo duro del presidente no cree que Podemos vaya a hacer "ruido" tras el capote de Sánchez a Yolanda Díaz. Pero cabe señalar que las dos líderes morada no querían que fuera a vicepresidenta segunda quien acaparara el foco. Por eso, pidieron al presidente que "todas" las ministras intervenieran en la moción "para confrontar con el machismo de Vox". No hubo respuesta del PSOE.

El "esperpento"

Más allá de la lectura interna y electoralista, la moción en sí fue un "esperpento", según la descripción que hacen a este diario varios diputados socialistas que no salen de su asombro ante el desarrollo del debate: "Solo puede entenderse desde la anti política. Nadie hasta ahora se había atrevido a hacer algo tan vergonzoso", zanja uno de ellos. Moncloa está pletórica. "Objetivo conseguido", zanjan fuentes cercanas al presidente del Gobierno. Y todo porque la inapetencia del candidato a responder la perorata de Sánchez y del resto de portavoces, ha descolocado a todos. Tamames, de hecho, eludió responder a los grupos que llegaron a intervenir este martes y se guardó la respuesta para este miércoles.

El candidato, economista y excomunista de 89 años, comparó al presidente del Gobierno con un monarca absoluto: "No respeta la división de poderes". Y el presidente se despachó a gusto tras blandirse antes con Santiago Abascal en tres ocasiones. Pedro Sánchez 'castigó' a Tamames con una réplica de más de una hora y media que le irritó hasta el punto de interrumpirle airadamente por leer un "tocho de 20 de folios". El jefe del Ejecutivo aprovechó el escaparate de la moción para vender su acción de gobierno como si de un mitin del PSOE se tratara.

Sánchez decidió marear a Tamames. Y, además, vincular al PP con el "esperpento". En verdad, el presidente no se salió del guion cocinado por Moncloa y se esforzó en vincular al PP y a Vox, al que definió como "glutamato". "Son el potenciador del sabor de la derecha", dijo. El presidente jugó la carta de que la única alternativa a su gobierno progresista es una coalición entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Tanto monta uno que otro: "Ustedes se parecen como dos gotas de agua".