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España

PNV y PSE posponen el nuevo Estatuto vasco para después de la pandemia

Andoni Ortuzar, Íñigo Urkullu e Idoia Mendia cuando sellaron su coalición, en 2016.

El Gobierno de coalición de PNV y PSE presidido por Íñigo Urkullu ha cambiado sus prioridades a raíz de la pandemia de coronavirus que azota al País Vasco con singular fiereza. Ahora toca combatir la crisis y reactivar la economía. La aprobación de un nuevo Estatuto de autonomía quedará para la segunda mitad de la legislatura.

La pandemia no ha cambiado que PNV y PSE vuelvan a entenderse para gobernar juntos el País Vasco. Entre otras cosas porque tras las elecciones autonómicas del 12 de julio ambos disponen de una cómoda mayoría absoluta que echaron en falta en la legislatura precedente, cuando también gobernaban de la mano pero necesitaban otros apoyos externos. Pero la pandemia sí ha variado el orden de las prioridades de estos socios tan bien avenidos.

Con gráficas palabras lo expone un cargo socialista consultado por este diario. "Lo previsto antes de la pandemia era acelerar desde el principio la aprobación de un nuevo Estatuto de autonomía, partiendo de la base de los trabajos parlamentarios de la anterior legislatura, pero el coronavirus lo ha cambiado todo, porque ahora los ciudadanos del País Vasco no van a estar para hablar a todas horas del derecho a decidir, sino del derecho a sobrevivir. Cuando pasen el virus y la crisis posterior, que esperemos sea lo más pronto posible, llegará la hora de abrir ese melón, pero no antes".

Planes cambiados

En efecto, antes de la impactante llegada de la covid-19 se esperaba que esta legislatura en ciernes estuviera marcada en gran medida por el debate sobre el autogobierno. El lehendakari, Iñigo Urkullu, quería (y quiere) cerrar su etapa con un nuevo Estatuto como legado. En los dos últimos años un grupo de expertos designados por los partidos trabajó en el Parlamento de Vitoria para alumbrar un borrador del texto que sustituiría al Estatuto de Gernika.

Tal y como narró al detalle Vozpópuli, el acuerdo entre PNV, PSE y Podemos fue casi total, con la gran discusión pendiente de cómo articular el célebre "derecho a decidir". Para el PNV y Podemos dicho derecho cabe en la Constitución. Para el PSOE, no. Pero los tres ya alcanzaron una fórmula jurídica -ideada por los jeltzales- que casi contentaba a todos. Faltaban flecos, sí, pero nada era insalvable. Y más aún con PSOE y Podemos gobernando España. Sin embargo, llegó el coronavirus y mandó parar.

Una mención reveladora

El propio acuerdo de gobierno ya deja claras las intenciones de PNV y PSE para los próximos meses. El texto habla de trabajar en "la reconstrucción social y económica de Euskadi" y pone el acento en el combate a la crisis derivada de la pandemia. Los tres grandes pilares del pacto son "garantizar la salud", "reactivar la economía y el empleo" y "no dejar a nadie atrás". Todo ello sobre la base de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la ONU de la Agenda 2030.

Solo al final del texto, peneuvistas y socialistas incluyen una escueta y tímida mención a la necesidad de "defender el autogobiermo y el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y lograr un nuevo pacto estatutario para una nueva generación". Sin fechas ni horizonte temporal ni concreción algunas. Parece una referencia más obligatoria que otra cosa. O, dicho de otra manera, el tema identitario pasa a un segundo plano para un Ejecutivo cuya composición exacta se conocerá en los próximos días

Eso sí, al menos en el PNV no quieren que el asunto se difumine, entre otras cosas porque necesitan avivar la llama del soberanismo para no perder terreno frente a sus enemigos íntimos de Bildu. Como se ha dicho, Urkullu está empeñado en que hay que alumbrar un nuevo Estatuto vasco. Las bases jurídicas están sobre la mesa. Y también la voluntad política de unos y otros. Pero simple y llanamente, tendrá que ser más adelante.

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