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España

El PNV teme que la brutal caída de la recaudación complique los Presupuestos

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, el jueves con Sánchez en La Moncloa

El PNV está a la expectativa de ver las magnitudes de los Presupuestos Generales del Estado 2021 porque teme que, antes incluso del problema de aritmética parlamentaria que conlleva su aprobación, haya un veto de la Comisión Europea a unas posibles cuentas "maquilladas" para ocultar la brutal caída de la recaudación fiscal y así cuadrar el nivel de gasto público que exige Podemos con la no subida de impuestos que exige Ciudadanos.

"Bruselas no va a aceptar eso", advierten a Vozpópuli fuentes de la formación jeltzale, que se remiten a las palabras del portavoz peneuvista en el Congreso, Aitor Esteban, tras del encuentro que mantuvo esta semana en La Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: es "obligado" para España que haya presupuesto después de dos años sin él y en medio de una pandemia, pero "lo lógico y coherente" es contar con ERC, no con los de Inés Arrimadas, para que la legislatura siga su curso con normalidad.

Y no solo por razones de coherencia, explican las citadas fuentes, sino porque el Ejecutivo corre riesgo de caer en la tentación de formular unas cuentas imposibles solo para recibir los 140.000 millones de la UE. Recuerdan, al respecto, el pulso que mantuvo el Gobierno Vasco con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en julio, que se saldó con un acuerdo in extremis -el lendakari, Íñigo Urkullu, había condicionado su asistencia a la Conferencia de Presidentes a ese pacto- por el cual el déficit del País Vasco en 2021 se situará en un 2,6% con la posibilidad de endeudarse en 1.700 millones más en los mercados.

Al Gobierno Vasco le llamó la atención en julio la "tozudez" de Montero en mantener una caída de recaudación de solo el 5% cuando las tres Diputaciones Forales estaban constatando un 18% de bajada

Al Ejecutivo de Vitoria le llamó la atención sobremanera la "tozudez" de la ministra Montero en negar la caída de recaudación fiscal en 2020, que las encargadas de ello sobre el terreno, las tres diputaciones forales, han calculado en el entorno del 18%; es decir, 2.000 millones menos que en 2019 solo en las arcas del País Vasco.

Las mismas fuentes lo achacan a un intento desesperado de no desmentirse a sí misma y al Gobierno, que en mayo había enviado a la UE un programa de estabilidad en el que prevé una caída de la recaudación de solo el 5%, "irreal", admiten estas fuentes, para una caída del PIB que ya entonces era del 10%.

'Maquillaje' fiscal

Cómo sería el maquillaje, que la Airef dio su aval al cuadro macro, no al fiscal, donde Montero preveía en el texto remitido a Bruselas unos ingresos de 202.000 millones. En una primera estimación, el organismo de control rebajó esa expectativa de recaudación del Gobierno este año a solo 194.000, pero a la vista des descalabro en el sector turístico, entre otros, ya ha bajado a 186.000 millones. 

La realidad en toda España a la vuelta de vacaciones se acerca más a ese 18% de caída en la recaudación pronosticado por las tres diputaciones vascas, entre otras razones, porque el turismo ha seguido perdiendo pie a los largo de julio y agosto a causa de los rebrotes de Covid y las consiguientes restricciones de movilidad internacional; y eso complica la elaboración del Presupuesto 2021 sin algunos recortes en servicios no esenciales o sin subir impuestos.

Porque, según las fuentes peneuvistas consultadas, "con un cien por cien de deuda pública ya consolidada, no se puede desviar el gasto extra de hoy a que lo paguen todo las futuras generaciones con intereses".

Pablo Iglesias ha respondido al cuerdo secreto PSOE/Ciudadanos para no subir impuestos anunciando que el proyecto que presentarán él y Sánchez incluye "una revisión de la fiscalidad de orientación progresista"

Pablo Iglesias anunció el pasado miércoles que él y el presidente del Gobierno presentarán al anteproyecto que luego será sometido a consideración, por este orden, de los socios de investidura -ERC incluida- y en último lugar a Ciudadanos. Y añadió que "incluirán una revisión de la fiscalidad de orientación progresista", es decir, un aumento de la presión fiscal en alguno de sus impuestos, sin reconocer ningún "acuerdo secreto" PSOE/Ciudadanos para renunciar a esa subida, como el que anunció Vozpópuli esta semana. 

Es más, Podemos está presionando a su socio en La Moncloa para que haya algún tipo de subida del IPRF, siquiera simbólica, a las rentas más altas, que permita presentar el acuerdo a sus bases no como un triunfo pero tampoco como una derrota de sus tesis económicas. Una militancia y unos cuadros muy enojados con el anuncio de fusión de Bankia con Caixabank porque da al traste con su pretensión de un gran banco público. 

Arrimadas, por su parte, vuelve a advertir en una entrevista en El País este mismo sábado que "Pedro Sánchez sabe que Ciudadanos no va a asumir las subidas de impuestos de Iglesias", y añade: "No será fácil negociar estos Presupuestos, pero no es imposible". Los naranjas creen, como la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, y la propia Montero, que una subida de impuestos ahora va a frenar un consumo entre los españoles ya de por sí muy mermado por el miedo al futuro ras la pandemia.

Desde el Gobierno Vasco se cree que figuras tributarias como la tasa Google o la de transacciones financieras quedan muy bien para los titulares de prensa pero son poco efectivos a la hora de recaudar -unos 2.000 millones ambos- para tapar el enorme agujero en las arcas fiscales que va a dejar la Covid-19. Incluso subir el IRPF de forma simbólica a las rentas más altas dejara poca recaudación, se advierte, "porque las grandes fortunas tienen otros instrumentos financieros y no pagan ese impuesto. Hay que ir a por las clases medias, que es donde está el grueso de la recaudación". 

Así que si, como pretende la ministra Montero, el Gobierno deja la reforma fiscal para el medio plazo -con figuras tributarias nuevas a la nueva economía digital y verde- en los presupuestos 2021 solo cabe aumentar ingresos vía subida del IVA e impuestos especiales; algo de lo que Podemos no quiere ni oír hablar porque afecta a toda la ciudadanía, no solo a los más ricos.

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