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Pinchazos en discotecas: un reputado laboratorio sostiene que "no existen evidencias" de sumisión química

Uno de los laboratorios más prestigiosos de España en investigación en materia de drogas subraya que no se puede confirmar que los pinchazos en las discotecas sean episodios de sumisión química.

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Foto de archivo de una discoteca EP

"Resulta difícil, para una persona no capacitada, realizar este tipo de inyección con precisión, especialmente en un entorno con poca luz y movimiento, como un club nocturno o un bar". Son las explicaciones que ha ofrecido este martes, Energy Control, uno de los laboratorios más consolidados en materia de drogas sobre los pinchazos en discotecas, cuyas denuncias se están multiplicando por diferentes puntos de la geografía española.

"Hasta el momento no se han producido detenciones ni la incautación de los objetos utilizados para estos pinchazos. Por tanto, no se puede asegurar con rotundidad que estos hayan sido realizados mediante agujas", ha publicado Energy Control.

En las últimas semanas, ha aumentado el número de denuncias y publicaciones en redes sociales y medios de comunicación sobre pinchazos sufridos por mujeres en espacios de ocio. Cataluña es la región, donde más denuncias se han recogido y los Mossos d'Esquadra investigan al menos 17 denuncias de víctimas que dicen haber sufrido pinchazos en discotecas. Doce de los casos presuntamente han ocurrido en locales de ocio de Lloret de Mar y los otros cinco en la capital catalana.

En el País Vasco, la Ertzainza cuenta con una docena de casos pinchazos a mujeres registrados en los últimos quince días. A pesar de sus investigaciones en ninguno de ellos se han encontrado restos de sustancias tóxicas. Una situación similar a la de Cataluña.

El denominado 'Needle Spiking'

Desde hace meses se han producido informes de pinchazos con agujas en diferentes puntos de Europa como Francia, Reino Unido o Bélgica. Mujeres jóvenes sintieron una sensación de pellizco en alguna zona del cuerpo mientras los clubes nocturnos estaban llenos de gente. Un fenómeno que se conoce como el 'Needle Spiking'.

Ahora el temor de estos actos ha llegado a España pero Energy Control advierte: "no existen evidencias que lleven a pensar que se trata de casos de sumisión química". Esta modalidad delictiva tiene dos modalidades: la oportunista de aprovechar la vulnerabilidad de la víctima o la premeditada cuando la persona agrede a la potencial víctima.

"Se trata de un delito que preocupa cada vez más por el aumento en el número de denuncias recibidas por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", apunta este laboratorio. En las denuncias por pinchazos no se produjo después ni agresión sexual ni robos.

Desde Energy Control se advierte que las sustancias inyectables son más difíciles de obtener y de administrar. Posteriormente, explican que la inyección intramuscular o subcutánea tiene un inicio de acción más lento que la intravenosa y los efectos son menos predecibles. "Además, las punciones suelen ser dolorosas, por lo que no resultan un método eficaz, sea cual sea la intencionalidad, si el objetivo es que la persona no se dé cuenta", atestiguan.

"Efecto imitación"

El laboratorio explica que "una aguja de menor tamaño puede reducir la sensación dolorosa asociada al pinchazo, pero también requerirá de más tiempo para inyectar una sustancia que con una aguja de mayor calibre". Sin embargo sí que consideran que la rápida extensión del fenómeno se puede explicar como un "efecto de imitación" por la amplia cobertura que están teniendo estos hechos.

A pesar de todas las dudas que existen sobre el tema, "las evidencias nos llevan a descartar la posibilidad de que se trate de casos de sumisión química premeditada en su variante de inyección", recomiendan que las posibles víctimas acudan lo más rápido posible a un centro sanitario.

"El hecho de que no se detecten sustancias no necesariamente implica que se trate de sustancias que se eliminan rápidamente del organismo, sino que, simplemente, puede que no se estén inyectando sustancias", valoran. Para finalizar, consideran que poner el foco en las inyecciones como método de "sumisión química, y para el que no existen evidencias de que sea así, desplaza la atención de las situaciones más probables y de mayor riesgo para las mujeres".

"Detrás de la lógica preocupación hay protocolos para seguir en el caso de que se produzcan víctimas y denuncien", aseguraron desde España de Noche a Vozpópuli. Por el momento las autoridad es no descartan ninguna hipótesis respecto a estos sucesos. Pueden ir desde gamberradas hasta retos virales. "No vamos a anticipar ninguna hipótesis pero hay que mantener los mensajes de tranquilidad y vamos a esperar la evolución de los casos", explicó Ramón Más, su presidente.

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