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Perros que no existen y 'protectoras' falsas: el 'boom' de las adopciones dispara las estafas

Tras la pandemia, el número de mascotas adoptadas no ha parado de crecer, lo que ha provocado que los estafadores hayan visto aquí un nicho donde perpetrar sus acciones

Los estafadores han encontrado un nuevo método para robar dinero a sus víctimas: hacerse pasar por protectoras de animales. Estos delincuentes cuelgan las imágenes de perros en internet y los ofertan como animales en adopción para después, reclamar una cantidad destinada a vacunas, desparasitaciones y cuidados de distinto tipo antes de entregarlo a su nueva familia. Una vez el interesado hace la transferencia, desaparecen sin dejar rastro.

Estos delincuentes aprovechan el 'boom' que trajo la postpandemia: muchos hogares decidieron tener una mascota en casa de compañía tras el confinamiento. Desde entonces, las adopciones han crecido de manera considerable hasta el punto que en 2022, por primera vez, se han adoptado más de la mitad de los perros recogidos, según recoge el informe 'Él nunca lo haría' de la Fundación Affinity. En concreto, se han adoptado alrededor de 87.400 canes (un 52%) de los 168.000 que necesitaban un hogar.

Una de las innumerables víctimas de esta estafa es Miriam, una joven de Madrid que se llevó un gran disgusto al ver cómo la 'protectora' a la que iba a adoptar un cachorro de galgo borraba todas sus huellas digitales y desaparecía. Así ocurrió una vez hizo una transferencia destinada a garantizar la salud y el bienestar del propio perro. Al final, se quedó sin dinero, pero también sin el can.

Ella asegura a Vozpópuli que en todo momento la falsa protectora le pareció de fiar: incluso quedaron de forma física para que ella pudiese conocer al perro y pudiese comprobar que de verdad existía. Por lo tanto, se trata de un método más avanzado que el utilizado por otros estafadores, ya que en otros muchos casos, ofertan perros que no existen o sostienen que están de camino procedente de algún país extranjero. En esos casos, las familias adoptantes nunca llegaban a ver físicamente al perro.

Estos estafadores se encargan de robar pequeñas cantidades: el Código Penal no lo cataloga como delito grave si no supera los 400 euros. Es por este motivo que se encargan de robar dinero a mucha gente, pero en pequeñas cantidades, ya que en muchos casos los jueces desestiman estos casos y priorizan otros más graves, incluso con denuncia interpuesta.

Además, según ha podido saber este diario, los delincuentes intimidan a las víctimas que amenazan con denunciarles para disuadirles y evitar que acudan a la Policía. Con esta acción, consiguen disuadir a algunos afectados, que terminan resignándose con la pérdida del dinero.

¿Cómo evitar estas estafas?

En Vozpópuli nos hemos puesto en contacto con varias protectoras para conocer la mejor manera de evitar caer en una estafa en la que lo fundamental es cerciorarse de que son profesionales de ello. Desde Patrulla Canina, que llevan más de una década rescatando perros por toda España, cuentan que comprobar que tengan "un CIF" además de "una sede" es clave para saber que tienen buenas intenciones.

Además, no creen que haya que tomar unas redes sociales elaboradas como referencia, ya que hay delincuentes que crean una huella digital potente para, precisamente, conseguir engañar a las futuribles familias de acogida. Comentan que hay trucos para dar seriedad a las redes, como por ejemplo mostrar a las familias que adoptan a los perros que rescatan.

Otro consejo que dan desde Patrulla Canina es desconfiar de aquellas protectoras que se ofrecen en plataformas de marketplace tipo Milanuncios. Otras fuentes consultadas, que coinciden con el diagnóstico de esta protectora, añaden la importancia de evitar contactar con supuestos buenos samaritanos que ofrecen adopciones de perros de razas 'de moda', como pueden ser los teckel o los golden retriever.

Desde Patrulla Canina denuncian que pese al aumento de los casos de estafas de este tipo, los delincuentes actúan con impunidad. Señalan que cuando les pillan y cierran una falsa protectora, abren otra a los pocos días para reanudar con su actividad.

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