Publicado: 26/12/2015 14:00
Pedro Sánchez vive su particular encrucijada tras las elecciones del pasado 20D. Tras una reunión con el presidente del Gobierno en la que le trasladó a Rajoy su intención de no apoyar su investidura, expuso su voluntad de dialogar con los partidos de izquierda en busca de un Gobierno progresista, algo que ha puesto en alerta a destacados miembros de su partido.
El líder socialista mantendrá este domingo una reunión informal con los barones de su partido para presentarles su propuesta de pactos, un encuentro previo de cara al Comité Federal convocado para el lunes 28.
La 'línea roja' que algunos barones criticos están trazando antes del Comité Federal es la unidad de España. De ahí que no quieran que Sánchez se siente siquiera a negociar con Podemos si la formación no renuncia previamente al referéndum soberanista que propone para Cataluña. Un Gobierno con el partido de Pablo Iglesias, IU, ERC y PNV sería, como opinan algunos barones, muy dañino para España y para el propio partido.
El problema estaría en querer "gobernar a cualquier precio", ya que algunos barones creen que Podemos quiere absorber al PSOE
La primera en criticar abiertamente la opción de negociación con Iglesias fue la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien tras admitir que su formación no puede apoyar al PP "porque han provocado mucho sufrimiento", recordaba que "nuestro sitio está en la oposición, donde nos han colocado los ciudadanos". "Pablo Iglesias ha puesto en cuestión lo que para nosotros es intocable, que es la unidad de España. Y lo ha hecho porque el 40% de los escaños que tiene son soberanistas. Ha preferido eso por arañar un puñado de votos, por entregarse a esos partidos, en lugar de hacer lo que hace la izquierda, que es defender la igualdad de oportunidades por delante de cualquier cosa", añadía Díaz.
Pero la andaluza no es la única discrepante, pese a que líderes como Fernández Vara -Extremadura-, García-Page -Castilla-La Mancha-, Ximo Puig -Comunidad Valenciana- o Javier Fernández -Asturias- gobiernan en sus respectivas comunidades con la formación morada. El problema estaría entonces en querer "gobernar a cualquier precio", ya que consideran que lo que quiere Podemos es terminar absorbiendo al PSOE, algo que puede verse en la propuesta de que sea un independiente quien asuma las riendas del Gobierno.
Sánchez por su parte sigue ignorando a los críticos y quiere que le dejen seguir con su estrategia para dejar en evidencia a Pablo Iglesias, aunque sabe que tras el problema de los pactos también está en juego su cabeza dentro del partido. De hecho, en el Comité Federal del lunes se pedirá que se adelante a febrero el 39 Congreso del partido, algo que podría acabar con el blindaje que pretende Sánchez para su acceso a Moncloa, según relata ABC.
Diálogo y líneas rojas
En cualquier caso, el Comité Federal concretará, según el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, la propuesta de Sánchez: "un 'no' a Rajoy", a las divisiones de España o a la "autodeterminación de un territorio". Pero el secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, ha declarado que "los partidos del inmovilismo", como PSOE y PP, que no están dispuestos a escuchar a Cataluña en una consulta sobre su relación con el resto del Estado, "no están en condiciones de garantizar la unidad de España".
Según Hernando, la propuesta de Sánchez es un 'no' a Rajoy, a las divisiones de España o a la autodeterminación de un territorio
"Hemos puesto otras líneas rojas", como "el cierre de las puertas giratorias, impedir que a las familias se les corte la luz, se les corte la calefacción o sean desalojadas sin alternativa de vivienda. Lo hemos dicho y no estamos recibiendo respuesta. Y nos parecen cuestiones más urgentes, centrales y prioritarias", ha añadido.
Por su parte, Ciudadanos ha reclamado a las principales formaciones políticas "llegar a acuerdos de Estado que primen los intereses de los ciudadanos por encima de las siglas".
Así lo ha trasmitido el vicesecretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas, quien ha reiterado también "la necesidad de entendimiento para afrontar los desafíos fundamentales de la sociedad española", que son: "La situación de crisis económica, el reto separatista en Cataluña y la regeneración democrática".
"Queremos transmitir nuestra convicción de que más allá de los discursos y más allá de los juegos de tronos que veos estos días, necesitamos claramente ser partidarios del diálogo con un programa encima de la mesa que resuelva los problemas sociales", ha afirmado Alberto Garzón, líder de Unidad Popular/Izquierda Unida, que contará con dos diputados en el Congreso que se conforme tras las elecciones.
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