España

Pedro Sánchez se aferra a Yolanda Díaz: genera menos rechazo que él en el centroderecha

El presidente del Gobierno sabe que polariza y que la candidatura de la vicepresidenta segunda, que está armando Sumar, es su única forma de permanecer en Moncloa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se abrazan en el Congreso, en una imagen de archivo.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, se abrazan en el Congreso EUROPA PRESS / Alejandro Martínez Vélez.

Cada vez que Pedro Sánchez abraza a Yolanda Díaz, las opciones de que la coalición repita en Moncloa parecen aumentar. El ejército electoral de Moncloa, liderado por el sociólogo José Félix Tezanos, a los mandos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), y asistido por el gurú Jaime Miquel, el guía demoscópico del presidente, cree haber encontrado la fórmula secreta para que el líder socialista se mantenga al frente del Gobierno: la ministra de Trabajo genera menos rechazo que Sánchez en los votantes de centroderecha.

Según el último barómetro del CIS, del mes de diciembre, el 19% de los ciudadanos que se sitúan en el centro político valoró con la peor nota (muy mal) a la vicepresidenta segunda. Mientras que a Sánchez fue el 34,8% de quienes declaran situarse en el 5 en la escala ideológica. A partir del centro, el camino hacia la derecha extrema (10) arroja estadísticas similares. El 37,2% de quienes se colocan en el 6 ven muy mal a Sánchez frente al 16,3% que ve así a Díaz. El 45,8% de aquellos que se ponen en el 7 dan la peor nota al presidente. Y el 28,2% se la da a la 'dama roja'.

En la derecha, es decir, quienes se sitúan en el 8, 9 y 10 de la escala ideológica, Sánchez pierde definitivamente con su aliada al recibir la peor nota del 55,1%, del 60,6% y del 74,1%, respectivamente. Yolanda Díaz también sube su nivel de rechazo, en este nivel, pero está mejor valorada, ya que 'solo' el 27,2% de quienes se ponen en el 8 le dan la peor nota; el 27,8% de aquellos que se ubican en el 9 y el 44,8% de quienes dicen ser de extrema derecha. Los números de la cocina están claros. La campaña de marketing emprendida por Yolanda Díaz da sus frutos.

Yolanda Díaz, la mejor valorada

Con este panorama, Yolanda Díaz sopesa adelantar la decisión acerca de si se presentará o no como candidata en las próximas elecciones generales por la "incertidumbre" en la que está sumida la izquierda a la izquierda del PSOE. Hace justo un mes, una encuesta publicada en el El País -la primera que considera la plataforma de Díaz-, mostró mayores opciones de reedición de la coalición si toda la izquierda concurre bajo las siglas de Sumar. Aunque los morados siguen enrocados en alcanzar una alianza de tú a tú con la 'dama roja' que respete su nombre. No van a entregar su partido y sus puestos tan a la ligera y sin negociación por mucho que la coalición esté en juego.

Lo que Podemos debería tener en cuenta es que Yolanda Díaz sigue siendo la ministra mejor valorada del Gobierno. Por encima del propio presidente. Su popularidad se mantiene. Ella misma repite que percibe a los ciudadanos enganchados a sus planes cuando camina por la calle. Es más, pone en valor, cada vez que tiene ocasión, la cantidad de personas que la animan a seguir su camino y olvidarse del "ruido" que intenta callarla, en referencia a los ataques de Podemos orquestados por su exlíder Pablo Iglesias.

El propio Sánchez valora la unidad que propugna Díaz, ya que la considera clave en el actual contexto político. La conclusión del presidente es que ante la amenaza de que la derecha y la ultraderecha, en referencia a Vox, gobiernen, cualquier diferencia entre partidos y dirigentes es menor. Todo un dardo a su exvicepresidente, que maneja los ataques morados a la 'dama roja' tras a su salida de la política activa. Puesto que Sánchez, además, es consciente de que "polariza", Moncloa no duda un segundo en mimar a Yolanda Díaz y en defenderla de los ataques feroces de Podemos.

El arte de la seducción

En verdad, la hipótesis de la candidatura de Yolanda Díaz parte de una premisa que también se escucha en círculos políticos: que el proyecto de la 'dama roja' esté cocinado por el propio Sánchez como una operación destinada a crear un espacio que vertebre a la izquierda sin Unidas Podemos, que sigue manteniendo una independencia y una beligerancia claras ante algunas actitudes del PSOE. Y, para más inri, el propio Iglesias ve a la vicepresidenta segunda centrada en ese proyecto, dice el exvicepresidente, conducirá a la izquierda a la destrucción.

Yolanda Díaz también sabe que está mejor considerada entre los votantes de derechas que Sánchez. En parte, porque consigue destacar de entre todos sus compañeros en el consejo de ministros. Suya es la reforma laboral, que en líneas generales está funcionando salvo por la 'trampa' de los fijos discontinuos. También la subida del salario mínimo lleva su firma. Y, además, con el apoyo de la patronal.

La 'dama roja' ha logrado mostrarse ante los españoles como una política solvente a la que no le queda grande la política con mayúsculas, basada en en el diálogo y en el pacto. Sus intervenciones, basadas en datos, -la popular Cuca Gamarra se refiere a ella como la ministra del dato-, han logrado persuadir a buena parte de los ciudadanos. Y sus gestos han contribuido de manera decisiva.

La idea es permear en otras capas de la sociedadUna fuente cercana a Yolanda Díaz

Yolanda Díaz ha dedicado este año, desde que anunció sus planes para construir una plataforma, a desplegar toda una política de gestos encaminada a trascender al votante tradicional de la izquierda. En plata: la vicepresidenta segunda sabe que desde "la izquierda a la izquierda del PSOE" ni se ganan elecciones ni se logran amplios respaldos que articulen nuevas mayorías. O que las mantengan.

Por eso, Díaz, en su día, dijo que le regalaba a los socialistas esa "esquinita pequeña y marginal" donde la quieren encasillar. Lo de la vicepresidenta es un aviso a navegantes. Va a por todos los que pueda para construir un "proyecto de país". Y da igual de dónde vengan o en qué crean. Esa es una de las claves. Que el Papa aceptara acercarse a Díaz es un gesto político de gran envergadura, pues Francisco apenas se cita con políticos salvo jefes de Estado.

En Podemos son conscientes de que uno de los pasos comunicativos que debe dar Díaz es mostrarse como una mujer amable ante quien la ve como una amenaza. "Salir con el Papa apela, aunque sea de manera simbólica, no solo a esa izquierda que se ve cercana a Francisco, sino a esa España que lleva la tradición a flor de piel. Pienso en las abuelas de los pueblos, por ejemplo... En fin, la idea es permear en otras capas de la sociedad", explica a este diario una fuente próxima a Yolanda Díaz, el bote salvavidas del capitán Pedro Sánchez.

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