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España

Pedro Sánchez saca sus Cuentas con la mayoría 'Frankenstein' y deja a Inés Arrimadas con la mano tendida

Pedro sánchez y Oriol Junqueras

El Gobierno de Pedro Sánchez ha reconstruido el bloque de la investidura con separatistas y nacionalistas para atar los Presupuestos Generales del Estado. El PNV y ERC se han unido este martes a EH Bildu, lo que garantiza a la coalición PSOE-Podemos la mayoría absoluta para sacar adelante las Cuentas del 2021. Sánchez ha elegido la mayoría 'Frankenstein' pese a disponer de la opción de Ciudadanos, que se aleja casi definitivamente de la ecuación presupuestaria.

Sánchez tenía dos opciones y ha elegido. El independentismo catalán, la izquierda abertzale y el nacionalismo han anunciado su apoyo a los Presupuestos. Los portavoces de los tres grupos han ido explicando las razones de su voto favorable. El PNV, por ejemplo, ha logrado el desmantelamiento del cuartel del Ejército de Loyola en San Sebastián.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha dicho que se creará una comisión para estudiar los impuestos de la Comunidad de Madrid, que ha definido como un "paraíso fiscal". Arnaldo Otegi, cuyo voto afirmativo espera la ratificación de sus bases, aseguró que Bildu contribuirá a "democratizar" el Estado español.

Sánchez con Bildu y ERC

El Gobierno perderá casi con toda seguridad a Ciudadanos, que estuvo de su lado en el rechazo a las enmiendas a la totalidad. Pero la líder naranja, Inés Arrimadas, advirtió de que su partido no estaría en una foto con Bildu y ERC. Sánchez intentó aprobar los Presupuestos con Ciudadanos después del verano, pero la resistencia del líder del Podemos, Pablo Iglesias, a pactar con Arrimadas y el cambio de postura de ERC han dado un vuelco en la recta final de la negociación.

Para Iglesias, la elección de socios era clave para marcar el rumbo del Gobierno. Para Sánchez, los socios son solo un medio que justifica el bien mayor: aprobar los Presupuestos como sea. El presidente ha dejado al PSOE tocado y dividido. Bildu, la enmienda contra el castellano en la ley educativa y otras promesas pendientes como la reforma del delito de sedición son peajes presupuestarios que han irritado a algunos barones y dirigentes territoriales.

La apuesta de Arrimadas ha naufragado. Ciudadanos tendió la mano al Gobierno para darle una alternativa al separatismo, que Sánchez ha terminado rechazando. El diálogo entre la formación naranja y el Ejecutivo, sin embargo, no está enterrado.

Cs negocia enmiendas

Tal y como informó Vozpópuli, se negocian enmiendas parciales, pero Ciudadanos votará 'no' a los Presupuestos salvo un giro inesperado de los acontecimientos. Ese giro pasa obligatoriamente, según fuentes del partido naranja, porque el PSOE recupere el castellano como lengua vehicular del país en la ley educativa. Y éste es un cambio muy improbable.

Gobierno y Ciudadanos han pactado la tarjeta sanitaria única, vieja reivindicación naranja que poco o nada gusta a los nacionalistas. Y más de 200 enmiendas naranjas se discutirán en el Congreso en los próximos días.

Las dos reformas a las que da más importancia Arrimadas son: la baja laboral retribuida a padres con hijos forzados a una cuarentena preventiva aunque no estén contagiados y el plan directo de ayudas directas para pequeñas empresas y negocios especialmente golpeados por el coronavirus

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