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España

El control total de Sánchez sobre el PSOE sacude las instituciones y somete a los barones

El presidente del Gobierno cumple su agenda de concesiones a los independentistas de ERC sin apenas oposición interna dentro de su partido y del Ejecutivo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Bruselas, este jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Bruselas, este jueves. FERNANDO CALVO / POOL MONCLOA.

Pedro Sánchez controla el PSOE con puño de hierro. El presidente del Gobierno ha cumplido esta semana su agenda de concesiones a los independentistas de ERC sin apenas oposición interna. Tan solo algunos barones de su partido, como el castellano-manchego Emiliano García-Page, o el aragonés Javier Lambán, han criticado abiertamente la reforma ad hoc del código penal para beneficiar a los condenados y pendientes de juicio del procés. Pero poco más. Solo palabras, porque lo cierto es que en Ferraz saben que no pueden rebelarse contra el líder socialista. Él es el presente del partido por mucho que esté por ver que siga siendo su futuro.

Los barones del partido, mientras, juegan a alejarse de Sánchez, conscientes de que su imagen en estos momentos quema. Y nadie se quiere achicharrar con las urnas en el horizonte. Se vio en los fastos del 40 aniversario de la primera victoria socialista, en 1982, y en el día de la Constitución. Los presidentes autonómicos del PSOE se distancian del Gobierno. Una parte importante del partido cree que con la reforma de la malversación 'por la puerta de atrás' se ha cruzado una línea roja peligrosa que ha tensionado las instituciones.

Es más, en el Gobierno, según ha sabido este diario, hay ministros que comentan al presidente que la situación de crispación de estos últimos días les incomoda. Pocos se animan a hacer declaraciones o comparecencias y cuando les toca defender las maniobras del Ejecutivo con el código penal se les percibe irritados. También a las caras del PSOE, como el portavoz en el Congreso, Patxi López.

Moncloa: "Son así"

El que fuera lehendakari vasco, que gobernó apoyado por el PP y rompió una inercia de décadas de gobiernos nacionalistas, evita dar explicaciones cuando se le pregunta por las divergencias de los barones. Y es que es más probable que él, si pudiera, diría lo mismo. López se curtió peleando con el independentismo. Dato a tener en cuenta. Más si cabe ahora que Sánchez se apoya en rostros que quisieron defenestrarle, como el propio exlehendakari. Algo que, como explica a este diario una fuente que estuvo en el núcleo duro del presidente, solo se entiende como obediencia al poder. Por eso figuras como López o Pìlar Alegría, portavoz del partido, y otrora rivales del presidente, se ponen a su entera disposición.

Moncloa, no obstante, limita las salidas de tono de sus barones críticos a que son así y no les queda más remedio. En plata, que hacen la guerra por su cuenta. La reforma de la malversación para beneficiar a los condenados por el procés ataca directamente los intereses electorales del presidente de Castilla-La Mancha, que ve con preocupación cómo puede perder la mayoría absoluta en la batalla electoral de las autonómicas de mayo del año que viene. Lo mismo le ocurre a Lambán, que gobierna en coalición con la Chunta, el PAR y Podemos. Pero no se trata solo de la malversación. El borrado del delito de sedición para rebajar las penas también escuece a varios barones del PSOE.

El poder territorial de los socialistas se juega en el centro, sobre todo en comunidades como Aragón y Castilla La-Mancha. Y las concesiones de Sánchez a ERC, así como el peaje de más de 2.500 millones de euros que ha pagado a los republicanos y a Bildu para sacar adelante las cuentas generales del Estado ahuyenta a los principales presidentes autonómicos del partido.

Solo con 'Sumar' salen las cuentas

El PSOE sufre a medida de que acerca la fecha de la apertura de urnas que el PP quiere convertir en una moción de censura a Sánchez. Pese al leve repunte en la intención de voto que señalan algunas encuestas, el partido no termina de sobreponerse al liderazgo de los populares. Por eso, ha llegado el momento de que el poder territorial del partido haga la guerra por su cuenta.

El presidente del Gobierno se agarra a Sumar, la incipiente plataforma política con la que su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, concurrirá cuando se abran las urnas a finales de 2023, como la única forma de reeditar cuatro años más su puesto al mando del país. Sánchez, según reconoció él mismo en un encuentro informal con periodistas, advierte que la próxima pelea electoral se jugará en clave de futuro. Aunque antes, remachó, toca llegar a la gran fiesta de la democracia "habiendo cumplido".

Sánchez valora la unidad que propugna Díaz, ya que la considera clave en el actual contexto político. La conclusión del presidente es que ante la amenaza de que la derecha y la ultraderecha, en referencia a Vox, gobiernen cualquier diferencia entre partidos y dirigentes es menor. Todo un dardo a su exvicepresidente, que maneja los ataques de Podemos a la 'dama roja' tras a su salida de la política activa. Es más, Sánchez tiró de prudencia para lanzar toda una directa cuando dijo que no podía decir si hay alguien fuera intentando dinamitar el gobierno.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • L
    La Petaca de Murcia

    El Gran Problema de la PSOEZ, es que todos los elementos en su gran mayoría como mucho tienen un Bachiller, se criaron y subieron en el partido con un sueldo, si les echan no tienen donde ir y perder los privilegios de sueldazos y fuera del partido son elementos sin oficio ni beneficio, por todo ello callan y consienten. Hasta la derrota total.

    • E
      El Pirata

      P-soéz, un gran hallazgo el término. Enhorabuena.

  • N
    NormaDin

    Antonio en el pecado no tendrá la penitencia.

  • B
    Birmania

    ¿PSOE? Esas siglas corresponden a un partido que ya solo existe en la mente de antiguos militantes. La banda sobre la que Sánchez derrama el terror, el que no le obedece es un infiel que acaba en la hoguera, ni es partido, ni es socialista, a Sánchez le importa el socialismo un rábano, ni es obrero y es claramente antiespañol.