El paso a nivel de Alfafar suma 80 muertes sin que el Ministerio avance en el soterramiento de las vías

El paso a nivel de Alfafar sumó el pasado jueves una nueva víctima mortal y ya son 78 en las últimas décadas y casi un centenar desde que se creó. Las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo parecía que iban a propiciar un acuerdo para el soterramiento de las vías por parte del Ministerio de Transportes pero la realidad es que medio año después todo sigue igual.

El peligro en este paso a nivel es notorio. La última víctima fue un varón de 40 años de edad que tropezó y no le dio tiempo a levantarse antes de que el convoy que atravesaba el casco urbano lo arrollara mortalmente.

También son infinidad las incidencias registradas en el mal funcionamiento de las barreras. La última se produjo, según ha confirmado fuentes del consistorio de Alfafar a Vozpópuli, al día siguiente de este atropello cuando un camión rozó las barreras y éstas "se quedaron levantadas" aún con el semáforo en rojo, con el consiguiente peligro para viandantes y conductores.

Trenes de Cercanías, de media y larga distancia y de mercancías recorren Alfafar y las poblaciones colindantes a una velocidad de 80 kilómetros por hora, lo que es un riesgo para todos los que tienen que atravesar el paso a nivel porque no hay otra alternativa en forma de pasarela o paso inferior para peatones.

Sin medidas provisionales

El pasado mes de mayo Adif adoptó una serie de medidas provisionales que buscaban evitar nuevos accidentes.

En ese encuentro que se celebró en Madrid se dieron cita los técnicos de Adif (Pablo Jiménez, subdirector de Análisis y Seguimiento de Proyectos y Roberto Muela, subdirector de Pasos a Nivel e Instalaciones de Protección y Seguridad); una delegación municipal de los ayuntamientos de Alfafar y Sedaví –con sus alcaldes Juan Ramón Adsuara y José Cabanes, a la cabeza–; así como a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé.

El acuerdo alcanzado fue para la firma de un protocolo que eliminaría el paso a nivel que han de cruzar los peatones en la actualidad y que también suprimirá los pitidos de los trenes que atraviesan el término municipal de Alfafar.

Juan Ramón Adsuara explicó al término de aquella reunión que "estamos esperanzados con esta negociación" y avanzó que "primero se hará un estudio pormenorizado del tráfico rodado, la afección de los comercios y una serie de alternativas viables".

Tres meses para comenzar

Una vez analizado todo se tenía que haber convocado una reunión de trabajo por parte del Ministerio de Transportes dirigido, entonces por Raquel Sánchez (ahora Óscar Puente) para firmar el protocolo entre la Administración central y las Administraciones locales. Nunca se produjo.

El soterramiento de las vías previsto tiene una longitud 1,9 kilómetros y la idea era implementar medidas provisionales mientras el proceso largo, que es el soterramiento, se iba abordando.

La celebración de las elecciones generales en julio y el retraso en la investidura han aparcado todas estas intenciones avanzadas en mayo por las Administraciones y se puede decir que ahora mismo la solución ferroviaria en este punto geográfico ha vuelto a la casilla de salida.

El Ayuntamiento de Alfafar, de hecho, se está planteando ya acudir al juzgado para denunciar una situación de peligro para los vecinos y que además incumple con la normativa medioambiental en materia de excesos acústicos, entre otros parámetros exigibles legalmente.

Peligro en un área muy transitada

La instalación del citado paso a nivel en una de las arterias de esta población de más de 20.000 habitantes situada en la zona sur de la ciudad de Valencia ha supuesto un verdadero peligro para los vecinos desde hace décadas.

Alfafar pasa por ser uno de los polos comerciales más potentes del área metropolitana de la capital del Turia y los desplazamientos en coche y a pie por el municipio son muy numerosos.

Esta circunstancia aconsejaba que se abordara una solución definitiva que, según los últimos acontecimientos, se puede afirmar que aún tardará varios meses en definirse y, probablemente, algún año más en poder tener consignación presupuestaria y ejecutarse.