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España

Otra alarma en el PP: también peligra la alcaldía de Sevilla en las elecciones de 2015

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, junto al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido.

A los casos de los gobiernos regionales de Madrid y Valencia, donde hay encuestas que vaticinan la pérdida de la mayoría absoluta por parte del PP, se suma ahora otra plaza que empieza a estar muy reñida para las elecciones de primavera de 2015: el Ayuntamiento de Sevilla. Los populares obtuvieron aquí una victoria histórica en las comicios 2011 y se hicieron con el bastón de mando después de doce años de mandato socialista por parte de Alfredo Sánchez Monteseirín. Ahora, los sondeos internos que se manejan, según ha podido saber Vozpópuli, apenas sitúan al PP un concejal por encima de PSOE-IU (la diferencia en las urnas fue entonces de siete ediles).

Los últimos acontecimientos que ha vivido el PP sevillano, cuya influencia a nivel autonómico se ha visto seriamente mermada tras el dedazo de Mariano Rajoy, juegan en contra del actual regidor y futuro candidato, Juan Ignacio Zoido, que deberá redoblar esfuerzos para no perder su conquista municipal. La decisión del jefe del Gobierno central de aupar al exsecretario de Estado de Asuntos Sociales e Igualdad Juan Manuel Moreno y colocarlo al frente del PP andaluz trae y traerá consecuencias.

Según fuentes populares consultadas por este diario, “algo no se ha hecho bien para dar sensación, y así se ha extendido en la calle, de que Zoido no ha sido escuchado por Rajoy para nombrar a su sucesor”. Ello, vienen a sugerir las mismas fuentes, ha deteriorado la imagen del alcalde, partidario de la opción de José Luis Sanz, secretario general del PP andaluz, miembro destacado de los populares sevillanos y alcalde de Tomares. Tras conocerse que Moreno era el elegido por Rajoy, Zoido negó sentirse “desautorizado” por el presidente del PP, pero la polémica ya estaba servida.

De este traumático relevo en la cúpula del PP andaluz, las fuentes citadas añaden que “la capacidad de influencia de Zoido ha podido quedar cuestionada, ya sea por méritos propios o por ajenos, precisamente cuando él había dado un paso al lado para centrarse en el Ayuntamiento, defender su gestión y revalidar su mandato”.

"Algo no se ha hecho bien para dar sensación de que Zoido no ha sido escuchado por Rajoy para nombrar a su sucesor", afirman fuentes populares  

En concreto, Zoido, líder del PP-A hasta el pasado 1 de marzo, no ha conseguido mover hilos suficientes -ni tampoco su concejal de Seguridad, Juan Bueno, presidente del PP de Sevilla- para que los populares sevillanos conservaran peso orgánico en la nueva Ejecutiva autonómica. Ahora, la dirección de Moreno Bonilla está controlada por la delegación malagueña. El presidente del PP de Málaga y hombre de la máxima confianza del exsecretario de Estado, Elías Bendodo, ejerce de portavoz, una función que antes desempeñaba Sanz. Y la número dos de Moreno es la alcaldesa de Valverde del Camino (Huelva), Loles López. La cuota sevillana ha sido relegada al tercer puesto de la Ejecutiva, que ocupa como vicesecretaria general Virginia Pérez, concejala de La Rinconada.

Espadas, otra vez candidato

En paralelo a la pérdida de poder por parte de Zoido y su entorno, el PSOE de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, gana terreno. Díaz hará valer su popularidad en Sevilla, la capital andaluza ha sido su cuna política, para ayudar todo lo posible a su candidato -el portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento, Juan Espadas, puede repetir- a derrotar a Zoido en los próximos comicios locales de 2015.

La estrategia del PSOE pasa por atacar a Zoido con los recortes sociales acometidos por el Gobierno de Rajoy y su efecto negativo en la ciudad. En el último barómetro socioeconómico de la Fundación Antares y el Centro Andaluz de Prospectiva (CANC), un 77% de los encuestados considera que no hay cambios significativos o que se ha producido un empeoramiento de la situación de la capital andaluza. Con este sondeo en la mano, Espadas critica que Zoido “se limita a ser un alcalde de márketing político pero sin ideas o propuestas para afrontar la crisis”.

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