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España

Los críticos del PP andaluz planean ahora que el candidato se decida meses antes de las elecciones

Cospedal, junto al presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido (i) y el secretario general, José Luis Sanz.

La sucesión del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, como presidente del PP andaluz se ha convertido en una compleja partida de ajedrez, con movimientos internos perfectamente medidos y avezadas estrategias que van más allá del curso de los acontecimientos. Los populares andaluces encaran este lunes una semana muy importante para su futuro, pero no se presume decisiva. El XIV Congreso Regional convocado para los días 1 y 2 de marzo en Sevilla, al que acudirán 1.500 compromisarios, ha sido concebido para la designación del sucesor de Zoido al frente del partido, no para elegir al candidato a la Junta de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas.

Esta tesis, según ha podido saber Vozpópuli de fuentes internas, va cobrando cuerpo entre el sector más crítico con la opción que representa José Luis Sanz, alcalde de Tomares (Sevilla) y favorito de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, según esta corriente. Si Génova (por orden del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ya ha frenado por dos veces la coronación de Sanz, y tiene ahora la última palabra) impone finalmente su nombre como aspirante oficialista a convertirse en líder de los populares andaluces, sus detractores bajaran una maniobra atinada: forzar la designación de otro candidato, el que se mida en las urnas con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, meses antes de la cita electoral.

En ningún estatuto o reglamento del partido se dice que quien resulte elegido presidente regional de la formación sale también nominado cabeza de cartel de la próxima lista autonómica. De hecho, corresponde a la Junta de Directiva del PP andaluz proclamar oficialmente al candidato cuando se aproxime la cita con las urnas. No obstante, por lo general, el elegido al frente de la plancha es el presidente del partido, por lo que si los críticos quieren ejecutar su plan deberán mover los hilos suficientes para la convocatoria de un Congreso extraordinario en 2015, con anterioridad a los comicios previstos para marzo de 2016, y poder hacerse así con el control del partido.

Además, después de que los rumores de adelanto electoral, que cobraron fuerza tras la marcha del socialista José Antonio Griñán, se hayan disipado, en el PP andaluz hay cada vez más convencidos, y así lo admiten en privado, de que Susana Díaz intentará agotar la legislatura.

Después de que los rumores de adelanto electoral tras la marcha de Griñán se hayan disipado, en el PP andaluz hay cada vez más convencidos de que Díaz intentará agotar la legislatura

Con esta jugada de los críticos, los populares andaluces volverían a tener un líder interino, como lo ha sido Zoido desde la marcha de Javier Arenas tras su victoria amarga en las autonómicas de 2012. Ello sólo implicaría “el sacrificio”, argumentan las mismas fuentes, de no contar en la segunda mitad de legislatura, con “un candidato rodado” en el cara a cara frente al huracán Díaz. Sin embargo, explican para enmendar esta desventaja, con un candidato de experiencia contrastada y que tenga popularidad entre el electorado, “si hemos hecho bien las cosas hasta entonces, podemos dar el último empujón para arrebatar el gobierno al PSOE en las dos semanas que dura la campaña”.

Voz y voto en el centro neurálgico

Además, los críticos defienden que quien compita con Susana Díaz debe tener escaño en el Parlamento andaluz, centro neurálgico del debate político en la comunidad. Se da la circunstancia de que José Luis Sanz no cuenta con sillón de diputado. En cambio, hay otros nombres de posibles aspirantes que sí están presentes en la Cámara regional como son el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; la regidora de Fuengirola (Málaga), Esperanza Oña, o el portavoz del Grupo Popular, Carlos Rojas, ex alcalde de Motril (Granada).

Pasado mañana concluye el plazo de presentación de candidaturas, que deberán entregar 90 avales; a partir de entonces, a los aspirantes que hayan conseguido reunirlos se les considerará precandidatos. Posteriormente y antes del congreso, éstos han de renovar el apoyo de las bases con el respaldo del 20% de los 1.566 compromisarios. Un mecanismo que dificultad la aparición de demasiados nombres en liza.

Los últimos congresos regionales del PP se han saldado sin sonados enfrentamientos, excepto el que protagonizaron en 2010 en Baleares el actual presidente autonómico, José Ramón Bauzá (ganador), y el exconsejero de Turismo Carlos Delgado.

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