La JEC avisa de que se podrá votar los etarras de Bildu: "No se pueden cambiar las listas"

Pese a que Bildu ha anunciado este martes que siete de sus candidatos condenados por asesinato cuando fueron etarras en las listas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo "renunciarán a ser concejales", la Junta Electoral Central avisa de que ya no se pueden modificar las listas y de que, irremediablemente, se les podrá votar. De modo que tendrán que renunciar a sus actas en caso de obtenerlas una vez se cierren las urnas. La presión sobre el partido abertzale no ha hecho más que crecer en la última semana, desde que trascendió que 44 de sus candidatos fueron etarras y que algunos de ellos figuran en las listas con los alias de su época en la banda terrorista.

Bildu acusa a la derecha política y mediática por haber sufrido una "inaceptable campaña de acoso y derribo" y lamenta que se hayan "sumado irresponsablemente" otras fuerzas. Toda una indirecta al PSOE y al PNV, que reprocharon a los de Arnaldo Otegi su decisión de llevar en las listas a antiguos miembros de ETA.

"Esta realidad no debe servir de pretexto para no hacer nuestra propia reflexión, pues entendemos que no debemos abstraernos de nuestra responsabilidad y debemos actuar en consecuencia. Aunque resulta prácticamente inevitable que ese tipo de operaciones por parte de sectores reaccionarios e involucionistas se produzcan, es nuestra obligación hacer todo lo posible para evitarlas o mitigar sus efectos y reafirmar nuestra voluntad de avanzar hacia el futuro y no generar zozobra", explica Bildu en comunicado difundido a media mañana. Y zanja: "Así interpretamos la decisión de algunos de los candidatos y candidatas de renunciar a ser concejales, una decisión que aplaudimos al ser un gesto inequívoco en ese sentido".

"Cinismo" para las víctimas

La respuesta general de las víctimas del terrorismo a la decisión de Bildu pasa por denunciar el "cinismo" de la formación política tras justificar esta decisión en base a la defensa de un escenario de "convivencia" y paz”. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha valorado positivamente que los siete asesinos de ETA candidatos no vayan a tomar posesión de sus cargos. “Esto sí que es una victoria, pero no de la democracia, sino de una modesta asociación de víctimas como COVITE que ha sido quien ha denunciado esta inmoralidad”, ha reivindicado Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE. “Nos alegramos mucho de que nuestro trabajo haya servido para apartar a asesinos de la vida pública”, ha zanjado.

“Es indigno que den lecciones de paz y convivencia quienes impregnaron de odio y de fanatismo cada recoveco de la vida pública en el País Vasco y en Navarra. De ninguna manera debemos la paz de la que hoy disfrutamos a quienes asesinaron, ni a quienes promovieron los asesinatos”, ha censurado COVITE. “Precisamente si hoy disfrutamos de una convivencia en paz y libertad es gracias a que las víctimas nunca nos hemos vengado ni nos hemos tomado la justicia por nuestra mano”, ha añadido.

El malestar del PSOE

Como ya contó este diario, fuentes socialistas no ocultan su malestar por cómo reaccionó el Gobierno a las listas electorales de Bildu con hasta 44 etarras condenados. En Ferraz lamentan que el Gobierno no fuera más contundente. Y, sobre todo, que no lo fuera desde el principio. "Al final llegaron tarde y mal, con un vídeo grabado", explica una destacada fuente socialista. Otra fuente con peso se muestra contundente: "Lo de Bildu es impresentable y una provocación".

En el PSOE escuece tener que 'tragar', porque la banda terrorista mató a 12 militantes socialistas cuyos asesinatos nunca condenó: Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente. Fernando Buesa, Juan María Jáuregui , Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundua e Isaías Carrasco. El PSOE de Euskadi es un partido que ha sufrido el zarpazo del terrorismo en sus propias carnes. Por eso no se entiende que no hubiera mayor contundencia. Aunque para dureza la de algunos barones socialistas, como el aragonés Javier Lambán, que pidió a su partido que rompiera todo lazo con Bildu.