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España

Un 'MIR' de jueces contra las oposiciones a la judicatura de 1869: Errejón rescata el naufragio de Bermejo

La izquierda maniobra para convertir las oposiciones a la judicatura en un 'MIR' de jueces

Convertir las duras oposiciones a la judicatura, vigentes desde 1869, en una suerte de 'MIR' para jueces. Es el planteamiento que ha realizado esta semana el líder de Más País, Íñigo Errejón, en una intervención en el Congreso de los Diputados a propósito de la reforma del Consejo General del Poder Judicial. "Hace falta", dijo Errejón. "Pero tiene que ir a la raíz de la cuestión", recalcó, extendiendo el debate al mismo acceso a la carrera judicial: "Hoy hemos hablado muchísimo de cómo se designa a los vocales y yo me quiero ocupar también de una cuestión de la que nunca se habla".

"¿De dónde provienen los vocales? ¿Y de dónde provienen los que pueden acceder a la carrera judicial? ¿Qué familia puede permitirse diez años de estudios sin becas, sin cobrar ni un euro porque sus estudios son de dedicación exclusiva gastando miles de euros en preparadores y temarios?”, preguntó Errejón desde la tribuna de oradores: "Casi siempre de los mismos entornos". "Y ese sesgo marca de forma definitiva el carácter de la Justicia española, que, en ese caso, se parece muy poco a la sociedad real”, remachó el líder de Más País

“Democratizar la Justicia es también democratizar el acceso a quien puede llegar a la carrera judicial”, expuso Errejón antes de formular la propuesta de Más País, que defiende un modelo similar al de los médicos: “Un MIR judicial y una academia pública para que los opositores se puedan formar con tasas accesibles y cobrando un salario digno durante sus años de preparación, para que se amplíe también la procedencia de quienes llegan al Poder Judicial”. El debate estaba servido. La polémica, garantizada. Y la pelota se encuentra ahora en el tejado del Gobierno.

"Se puede opositar a juez trabajando, sin gastar dinero"

Numerosos jueces y opositores han clamado en los últimos días contra la propuesta de Errejón. "Se puede opositar trabajando, sin gastar dinero en temas ni en preparadores", sostiene Elena de Oro, juez en prácticas tras superar un duro proceso de oposición durante el que estuvo trabajando, no por la necesidad de sufragarlo, sino porque le "gustaba". "Hay una propuesta de modificación del sistema de acceso que se está empeñando en crear opinión pública para promover la reforma basándose en mentiras y sirviéndose para ello de medios afines", sostiene De Oro.

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Para este juez en prácticas, "no hay motivación técnica en la propuesta, solo política". "No les importa que el sistema de acceso a notarías, registros, abogados del Estado, etc, también sea por oposición. Curioso, ¿no? Solo quieren poder controlar a los jueces", explicaba hace unos días Elena de Oro en un hilo de Twitter. Si bien reconocía que el sistema de acceso a la carrera judicial "es mejorable, empezando por los 11 meses de escuela cuando las prácticas son mucho más instructivas y sin embargo son más cortas", esta jueza lamenta que "la reforma que se está proponiendo es hacer depender" su nombramiento "de las universidades".

Más País esgrime que "es muy difícil compaginar las oposiciones con un trabajo, hasta el punto de que el 98% de la última promoción de jueces declaró que había recibido apoyo económico de sus padres durante la oposición"

"Es muy difícil compaginar las oposiciones con un trabajo, hasta el punto de que el 98% de la última promoción de jueces declaró que había recibido apoyo económico de sus padres durante la oposición", apuntan a este diario fuentes de Más País: "Esto supone que al final, en la práctica, alguien de una familia más humilde lo tiene infinitamente más difícil para acceder a una carrera tan relevante como la judicial en las mismas condiciones que alguien más acomodado. Quien llega sin ese apoyo familiar no juega en igualdad de condiciones, y tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano compaginando con algún trabajo que le impide dedicarse plenamente a su formación".

El "modelo MIR" que propuso el ministro Bermejo

Esta polémica es similar a la que desató la propuesta que hizo en 2008 el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. El ministro socialista planteó el "modelo MIR" para una reforma del sistema de acceso a la carrera judicial, con seis años de formación, la progresiva incorporación a la actividad jurisdiccional y combinando la teoría de la Escuela Judicial con la práctica tutelada hasta tener plena capacidad sobre los procedimientos, estando "continuamente evaluados". 

El ministro Bermejo propuso en 2008 implantar "el modelo MIR" para acceder a la carrera judicial. El PP le acusó de querer "enchufar" a jueces con carné del PSOE

Aquella propuesta nunca llegó a materializarse por la marcha de Bermejo, que tuvo que abandonar el Ejecutivo por el malestar interno que suscitó la publicación de una fotografía en la que aparecía participando en una cacería junto al entonces juez de la Audiencia Nacional. Pero el mero hecho de plantear esa reforma provocó feroces críticas por parte de la oposición. El Partido Popular llegó a acusar al ministro socialista de querer "enchufar" en la carrera judicial a aspirantes "con carné" del PSOE

El exjuez Baltasar Garzón y Bermejo cazaron juntos, y aquella montería supuso el final político del ministro.

Más de una década después, Errejón ha recogido el testigo para proponer una reforma similar que trata de paliar las debilidades de un sistema al que no todos pueden acceder. Sin embargo, son muchos los jueces y aspirantes que insisten en que las condiciones materiales no suponen un impedimento a la hora de preparar unas oposiciones que de media tardan un lustro en superarse y por lo general requieren un importante esfuerzo económico, no solo en el temario y el preparador, sino también en logopeda para poder afrontar las exigentes pruebas orales de un proceso selectivo que fue instaurado con la Constitución de 1869.

"Le puedo asegurar, señor Errejón, que lo que más me gusta desde que empecé fue que mis compañeros y preparadores eran gente normal, cada uno con sus ideas y un fiel reflejo de la sociedad", critica otro opositor a la carrera judicial desde un despacho no tan convencional; al menos, no es el espacio con el que cuentan muchos de los que preparan estas oposiciones. Es el caso de Cristina, una opositora que charla con Vozpópuli desde el anonimato sobre su situación, que es la de otros: "Para gente como yo, de clase media tirando a baja, es un sobresfuerzo económico que dificulta el acceso a la carrera judicial"

"No pasan los mejores jueces"

Cristina, que reside en un pueblo de la España rural, habla de sus viajes semanales al preparador: 400 kilómetros, ida y vuelta. Al gasto en gasolina se suma el del preparador, el temario, "unos exámenes que tampoco son baratos" y el tiempo que ha dejado de invertir en otras actividades más lucrativas para dedicarlo a unas exigentes oposiciones que, pese a todo el esfuerzo, no le garantizan el sueño de su vida: ser jueza. Así durante un lustro.

"Yo llevo cinco años hipotecada, porque no tengo ingresos, más allá del negocio de mi familia, en el que estoy trabajando", explica, reconociendo la inversión que están haciendo sus padres en su futuro. "No hablo desde la frustración, porque creo que si hubiese aprobado tendría la misma opinión", asegura esta joven opositora, que defiende la instauración de un modelo en la línea del que propone Íñigo Errejón, "sobre todo para especializar a los jueces". 

Ahora mismo a mí me están enseñando a pasar un examen hablando como un papagayo durante una hora. [...] No pasan los mejores, pasan los que mejor hacen el examen", lamenta Cristina, que desde hace un lustro se prepara las oposiciones a la carrera judicial

"Ahora mismo a mí me están enseñando a pasar un examen hablando como un papagayo durante una hora", critica Cristina, que reconoce que el actual sistema "está muy bien en otros aspectos": "Por ejemplo, a la hora de un auxilio judicial o una cuestión de administración". Pero en general considera que el modelo vigente -consta de tres pruebas: un tipo test y dos orales- no es útil para formar a los jueces: "No pasan los mejores, pasan los que mejor hacen el examen"

"Eso no garantiza que cuando tú terminas tu examen seas un buen juez, porque en nueve meses tú no puedes formar a un juez para que coja práctica y se ponga a trabajar por toda España tomando decisiones importantes para la vida de las personas", asevera Cristina, que aboga por un sistema "parecido al MIR, como el que tienen en otros países europeos", como Alemania.

Opositores sin becas por preparadores que cobran en negro

La brecha económica es real y por ello existen becas que facilitan a los opositores a la carrera judicial un colchón con el que mantenerse durante los años de oposición. El propio portavoz y consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, contestó hace unos días a Más País que él mismo había llegado a ser juez gracias a este tipo de ayudas y con su esfuerzo, pese a proceder de una familia "humilde". Su caso no es único, pero este ejemplo tampoco es aplicable para todos los opositores. 

A menudo, aspirantes a juez -como la misma Cristina- no pueden acceder a este tipo de becas porque requieren de la firma de un preparador que, pese a dedicarse profesionalmente al cumplimiento de la legalidad, cobra en negro. El hecho de que un preparador de oposiciones no declare oficialmente sus ingresos por esta actividad complementaria imposibilita a su pupilo percibir unas ayudas -públicas y privadas- que pueden marcar la diferencia entre aprobar o abandonar. 

Ante esta problemática, Jueces para la Democracia ha propuesto la instauración de un sólido sistema estatal de becas y, para los casos de opositores sin recursos, la completa gratuidad del proceso. La asociación progresista asume que "los gastos en los que debe incurrir un/a opositor/a durante la ardua fase de estudio son importantes (libros y gastos de preparador o academia), pero también son importantes los gastos en los que han de incurrir las familias o el propio opositor/a para sus necesidades diarias o para subvenir la falta de ingresos que por él mismo pudieran aportarse a la unidad familiar". 

Jueces para la Democracia ha propuesto la implementación de un sólido sistema de becas para opositores sin recursos y una bolsa de preparadores que serían sufragados con esas ayudas estatales, evitando así que estas prestaciones queden desiertas por los cobros en negro

Por ello, consideran que los "poderes públicos deben garantizar un sistema de becas públicas que permita a las/os opositoras/es con menos recursos tener las mismas posibilidades y opciones que el resto de aspirantes", enfatiza Jueces para la Democracia. Así, además de esta propuesta, elevada al Ministerio de Justicia, la asociación progresista "ha constituido una bolsa de preparadoras/es para ofrecer preparación gratuita a opositores sin recursos compatible con el sistema de becas propuesto".

De este modo, Juezas y Jueces para la Democracia ofrece una solución a un problema al que no hace mención expresa, pero del que son conscientes muchos opositores. Y es que una supresión del actual sistema de acceso a la judicatura no solo podría suponer un riesgo para las garantías del modelo actual, sino que acabaría con el jugoso complemento con el que muchos jueces y fiscales engrosan sus nóminas por debajo de la mesa.

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