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España

El obispo de Mallorca, a un paso de ser expulsado de la Iglesia por tener relaciones con una mujer casada

Javier Salinas, obispo de Palma de Mallorca.

Nuevo escándalo en la Iglesia católica. El obispo de Mallorca, Javier Salinas, se enfrenta a la expulsión de la institución eclesiástica después de haber sido acusado de mantener una "relación impropia" con una mujer casada y cuya relación podría haber terminado con su divorcio.

La expulsión del prelado, que la semana pasada fue llamado a consultas al Vaticano para dar explicaciones durante cuatro días, "parece inminente", según publica eldiario.es. Fue el exmarido, perteneciente a una familia mallorquina de rancio abolengo, y alto funcionario del Consell mallorquín, el que denunció los hechos ante la propia diócesis, la Nunciatura y el Vaticano. En la denuncia se adjuntan mensajes de teléfono "con cierto contenido amoroso y fotografías captadas de las entradas y salidas de ambos en horario no laboral". En la querella el exmarido también adjunta un informe de una agencia de detectives privados.

"Los hechos están ahí y las actuaciones se han dado, pero otra cosa distinta es la interpretación que se quiera dar", asegura Salinas

Por su parte, Roma habla de actuaciones "contrarias a la doctrina católica" y que dejan entrever una relación sexual consentida entre el obispo y la mujer. Además, según informa el Diario de Mallorca, la intervención firme del Vaticano "se sustenta en el voluminoso aporte documental acusatorio efectuado desde el entorno de la colaboradora", militante del Partido Popular y que trabajó un tiempo como secretaria particular para asuntos institucionales de Salinas. Tras saltar a la luz los hechos, la mujer dejó este trabajo pero no la relación con el obispo.

"Nada que ocultar"

Salinas ha declarado que no tiene "nada que ocultar" y ha defendido que no ha hecho nada aunque "se pueden haber malinterpretado" sus actos. En este sentido, el obispo ha explicado, en una entrevista concedida a la Cadena Cope en Baleares y recogida por Europa Press, que actualmente se encuentra "en shock y dolorido" pero está convencido "de haber actuado convenientemente" porque no ha hecho "nada".

Además, el obispo ha asegurado que se defenderá "de forma honesta, para clarificar las cosas y mostrar a mi comunidad que puedo y debo continuar esta misión". Asimismo, ha indicado que durante estos días está recibiendo muchas llamadas y mensajes de apoyo de otros sacerdotes y de la ciudadanía y ha manifestado que "es importante que salga y hable mostrando a los demás que no tengo nada que ocultar".

El obispo sostiene que viajó a Roma para tratar temas patrimoniales no sobre su relación

Mismos hechos, diferentes interpretaciones

Según ha relatado Salinas, "los hechos están ahí y las actuaciones se han dado, pero otra cosa distinta es la interpretación que se quiera dar de ellos" y ha añadido que "todo depende del cristal con el que se mira". En este sentido, el obispo ha afirmado que viajó a Roma, pero para tratar temas patrimoniales, y no sobre la relación con la colaboradora, y respecto a las llamadas, ha subrayado que formaba parte de la labor que desarrollaba en su relación con las instituciones.

Además, Salinas ha detallado que le supo mal "tener que aceptar la renuncia de la colaboradora porque estaba cumpliendo bien su misión" aunque ha indicado que lo entiende "por sus motivos familiares". Por último, ha explicado que, a través de Nunciatura, le proponen "calma, confianza y trabajo", aunque ha asegurado que si llega a la percepción de que no puede seguir adelante dejará que venga otro obispo.

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