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España

Ana Pontón, la mujer que ha hecho resucitar al nacionalismo gallego

Ana Pontón.

La candidata del BNG a la Presidencia de la Xunta, Ana Pontón -Chorente-Sarria (Lugo), 1977-, ha logrado situar a la formación nacionalista como primera fuerza de la izquierda con el mejor resultado en escaños de su historia, al conseguir 19 escaños, uno más que el techo electoral cosechado en 1997. 

Tras una campaña centrada en su figura, Pontón tiene cuatro años por delante como líder de la oposición de una izquierda que no ha conseguido desbancar a Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta y en un escenario de vuelta a la legislatura de 2009, con solo tres formaciones políticas. Fue en 2012 cuando parte del nacionalismo se alió con Izquierda Unida e irrumpió AGE con nueve diputados capitaneados por Xosé Manuel Beiras cuando el Parlamento gallego encadenó ocho años con cuatro formaciones políticas.

En una comunidad en la que, según el CIS solo se declara con tendencia nacionalista alrededor de un 20%, Pontón ha conseguido no solo situar al BNG en su máximo histórico con cerca del 24% de los votos, sino también arrebatar el liderazgo en la izquierda al PSOE en un momento en el que en el Gobierno central están los socialistas, en coalición con Unidas Podemos, que ha cosechado un fracaso este domingo en Galicia al no obtener ningún representante.

En seis años de liderazgo, Ana Pontón logró reconstituir a una organización sangrada por dentro por las escisiones de 2012, ya cicatrizadas, y superar una 'travesía del desierto' en la que, en el peor momento, consiguió que el BNG salvase su grupo parlamentario con seis parlamentarios conseguidos en 2016. Y lo hizo, renovando las caras y situando al frente de las candidaturas a jóvenes mujeres como lo son Olalla Rodil y Noa Presas, número uno por Lugo y por Ourense, respectivamente.

Tras asumir en 2014 las riendas en las horas más bajas de la formación, ha dirigido la 'refundación' del BNG

El reto de Ana Pontón, como comentaban algunos colaboradores en días pasados, es consolidarse ahora como 'jefa' de la oposición y preparar el terreno para dentro de cuatro años, aumentando la experiencia de una joven, pero experimentada parlamentaria. La dirigente nacionalista pedía hacer "historia" en Galicia con un cambio político para situar a una mujer al frente de la Xunta y, aunque se ha quedado sin este objetivo, aspira a que el BNG siga creciendo en los próximos años.

Su trayectoria en la política

La portavoz nacional y candidata, que en su 'estreno' como cabeza de lista en 2016 era considerada por los suyos "joven, pero sobradamente preparada", llegó a estas elecciones siendo madre de una niña y enarbolando la bandera del feminismo y las medidas de conciliación. El recorrido político se remonta a su adolescencia, cuando se afilió a Galiza Nova y su trabajo político comenzó con las primeras horas de universidad en la compostelana Facultad de Ciencias Políticas.

Militante de la Unión do Povo Galego (UPG), el partido político que históricamente ha hecho valer sus posicionamientos en el seno del BNG, es una experimentada diputada, desde que en 2001 sustituyó en su escaño a Pilar García Negro, y se ganó buenas críticas en los debates electorales y parlamentarios con el por el momento presidente de la Xunta en funciones.

Tras asumir en 2014 las riendas en las horas más bajas de la formación, ha dirigido la 'refundación' del BNG y ha logrado captar una nueva vía de base social con el 'fichaje' de la número 3 por Pontevedra, Alexandra Fernández, que militó en Anova y que fue diputada de la antigua En Marea.

Aunque su vida está muy vinculada a Compostela, es sarriana de nacimiento y, precisamente, en Chorente, su localidad natal, quiso arrancar esta carrera hacia las urnas en las que el BNG centró toda la campaña en los valores de la candidata, que en campaña fue clara al asegurar que, si Feijóo perdía la mayoría absoluta, habría gobierno alternativo de "coalición".

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