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Los Mossos se ‘colaron’ en una boda en Marruecos para espiar al entorno de Moragas

Los Mossos se ‘colaron’ en una boda en Marruecos para espiar al entorno de Moragas

La boda en Marruecos de un conocido del Rey Mohamed VI, un fiscal de Tarragona y una persona del entorno del jefe de Gabinete de Mariano Rajoy. Este es el particular entorno en el que se ‘colaron’ los Mossos d’Esquadra a través de un confidente que, tras ser informado de una conversación durante el evento, les hizo llegar a sus contactos en la policía catalana los planes del Gobierno de cara al desafío soberanista y las elecciones de 2015.

Así pudieron saber los Mossos que el Ejecutivo quería que la Fiscalía pidiese prisión para los líderes independentistas y que, de cara a los comicios generales, basaría su mensaje en que el PP es el único partido capaz de garantizar la unidad de España. Todo esto quedó reflejado en una de las notas internas que la policía autonómica iba a destruir en la incineradora de Sant Adriá del Besós y que la Policía Nacional recoge en un extenso informe sobre la documentación que iba a ser eliminada.

El documento intervenido consistía en una hoja escrita en catalán por las dos caras en la que se informa de “los asistentes políticos catalanes y españoles” a la boda en Marruecos del hijo de una “persona de confianza” del Rey Mohamed VI. Al enlace, celebrado en agosto de 2015, acudió una persona a la que sitúan en el “entorno de Jorge Moragas”, jefe de Gabinete del presidente del Gobierno hasta hace apenas unos meses. También estaba, según estos datos, Ángel Vilafranca, fiscal delegado antidroga en la Audiencia Provincial de Tarragona.

Además fue María José Elices Marcos, exsenadora socialista y consejera del Puerto de Tarragona. Según el documento, estuvo implicada en el ‘caso Método 3’, que afectó a la agencia de detectives dirigida por Francisco Marco. Junto a ella viajó Sebastiá Mercadé, trabajador de Acciona y bien relacionado tanto con CiU como con PP y PSOE.

Todos ellos se alojaban en el mismo hotel y en un momento dado se produjo una conversación “informal” entre el hombre cercano a Moragas, el fiscal y el empleado de Acciona. Según el informe, el fiscal le dijo el siguiente comentario a la persona relacionada con Moragas: "Nos habéis enviado por escrito unas directrices muy bestias  (...) Son unas directrices politizadas”.

Según el confidente de los Mossos, esas directrices “irían encaminadas al momento en el que el Gobierno catalán iniciase cualquier paso con el fin de decretar una DUI. Los fiscales estarían legitimados para abrir un proceso penal contra los miembros del Gobierno y habrían de pedir el ingreso provisional en prisión”.

La información transmitida a la Policía catalana es que “estas directrices estarían también en manos de la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)”. Añadía la fuente que las medidas irían dirigidas contra el presidente de la Generalitat (en ese momento Artur Mas); el líder de ERC, Oriol Junqueras; el dirigente de la CUP, Antonio Baños; el consejero Raül Romeva y el resto de integrantes del Govern. Pasado el tiempo, la premisa se cumplió excepto en el caso de Mas y Baños.

En esa conversación, la misma persona comentó que además “se sustituiría la cúpula de los Mossos d'Esquadra (central y territorial) por mandos del Cuerpo Nacional de Policía, que por lo que parece ya estarían definidos”. Tras la aplicación del artículo 155 el pasado octubre, una de las primeras medidas del Gobierno fue destituir a los principales responsables del Cuerpo autonómico. En algunos casos fueron sustituidos por otros mandos de los Mossos -como ocurrió con el mayor Trapero- y en otros por personas dependientes del Ministerio del Interior que dirige Juan Ignacio Zoido.  

En la charla del hotel marroquí se transmitió la idea de que todas estas medidas iban encaminadas a reforzar la imagen del PP en torno a la unidad de España. Se trataba de un plan ideado por el principal asesor de Rajoy, Pedro Arriola, quien ya daba por amortizado el discurso de la recuperación económica. El PP iba a “demostrar al resto del Estado español que con tal de conseguir la unidad, están dispuestos a hacer lo que haga falta, incluso a encarcelar a quien quiera romperla”, dice el documento.

El confidente de los Mossos, según reconocen en su nota, es una persona cercana a Mercadé, quien le relató todo lo que había oído. Este ‘topo’ luego le dio cuenta a sus contactos en la policía catalana, que plasmaron por escrito las revelaciones de este colaborador.

“Según se puede deducir de la nota, Sebastiá Mercadé Manyé transmitió el contenido de la conversación a una persona de su entorno y esta información llegó finalmente a Mossos d' Esquadra, información que únicamente puede revestir interés político, presumiéndose que el destinatario de la misma pudiera ser el propio Govern de la Generalitat”, concluye la Policía Nacional en su informe.

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