El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero inició el ataque al Rey por su 'gesto' de quedarse sentado al paso de la espada de Simón Bolívar durante la toma de posesión del presidente colombiano Gustavo Petro en Bogotá. Monedero, fuertemente vinculado a la izquierda bolivariana que habita América Latina, fue el primero en disparar en Twitter a Felipe VI. Luego vinieron el resto de rostros morados: desde Pablo Iglesias hasta la secretaria general y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y pasando por las cuentas oficiales del partido.
Monedero, que se encontraba en la capital de Colombia para aplaudir a Petro en primera fila, difundió un vídeo del ex jefe de gabinete de Iglesias en la vicepresidencia, Pablo Gentili, en el que se ve sentado al Rey mientras la guardia de honor transporta el sable del 'libertador' para cumplir con la primera orden del recién elegido presidente. El cofundador de Podemos bebió de las experiencia de la izquierda en Venezuela. Por decirlo en palabras del politólogo José Ignacio Torreblanca, autor de un sesudo análisis sobre la irrupción de Podemos, "Bolívar y Bolivia se convertirían en impulsores del motor de Podemos". Ese es el nivel de vinculación.
De ahí que el núcleo pensante morado, abiertamente hostil a la Corona, se soliviantara con el Rey sentado. La Casa Real restó importancia al gesto. No quiere entrar en polémica alguna porque la considera "generada". Y lo cierto es que tras el show se esconde una inconcreción de protocolo. Podemos asegura que se ha faltado el respeto al pueblo colombiano y a "la libertad latinoamericana", aunque la repercusión mediática del lío de marras en Colombia ha sido prácticamente nula.
Una inconcreción de protocolo
En verdad, el Rey no supo cómo actuar cuando vio aparecer la espada, porque esta llegó de forma improvisada al acto de toma de posesión. Petro, nada más recibir el poder, ordenó que se la enviaran después de que el expresidente Iván Duque le negara la posibilidad de tomarlo con ella. Es decir, como señalan fuentes de Zarzuela, la aparición estelar del arma de Bolívar es un asunto de política interna colombiana. No solo el Rey se quedó sentado. También el presidente argentino, Alberto Fernández. Pero Podemos y sus aliados independentistas maniobraron para perjudicar a Felipe VI.
Monedero tuvo la destreza para ver antes que nadie que la receta del expresidente venezolano Hugo Chávez era perfecta para latinoamericanizar la política española. El exmandatario venezolano fue capaz de ofrecer al mundo un relato alternativo y democrático para la llegada de la izquierda al poder. Y lo hizo, precisamente, tras un intento de golpe de Estado que llevó a la cárcel. Tras su salida, lejos de ser visto como un golpista, logró articular una mayoría nacional popular aglutinada bajo su carisma.
Chávez susurró a los venezolanos un mensaje que Podemos puso en práctica en España. Y que, como señala Torreblanca "sería una carga de profundidad para el sistema político venezolano". "No tenemos una patria libre -dijo-, la mancillaron tanto traidor y tanto corrupto y por eso tenemos que hacerla de nuevo". Y el mandatario llamó a la unidad de su pueblo bajo el marco mental de Bolívar, el libertador. Tocaba emular su gesta: liberar la patria, el pueblo, de la élite corrupta gobernante. ¿Les suena?
En efecto, Monedero es el intelectual morado que más cerca ha estado de Hugo Chávez. Es más, en una ocasión , como explica Torreblanca, se refirió a él en la televisión venezolana como "hermano" y "maestro". El cofundador de Podemos es quien más ha teorizado sobre la irrupción de Chávez, a quien aplaude que lograra romper el muro que separaba a la izquierda revolucionaria del 'Palacio de Invierno'.
Chávez rompería con los intelectuales herederos de la guerra fría y sus postulados y conectaría con los nuevos precarios
"[Juan Carlos Monedero] destaca, además, como un rasgo de inteligencia del proyecto de Chávez el hecho de que mientras que los comunistas revolucionarios tradicionalmente asustaban a las clases medias provocando en último extremo la llegada del fascismo, Chávez rompería con los intelectuales herederos de la guerra fría y sus postulados y conectaría con los nuevos precarios, víctimas en realidad, de la devastación neoliberal: precarios, indígenas, mujeres, jóvenes; es decir, lo que Monedero denomina como "pobretariado", explica el politólogo.
Y esa fue la tecla que el núcleo fundador de Podemos, con Juan Carlos Monedero a la cabeza, intentó tocar en España con la gran marcha del cambio que organizó Podemos en 2015 y que colapsó Madrid. Por todo ello, la conexión de Podemos con el movimiento bolivariano y con la figura del libertador es tan intensa. Y fue la que encendió la reacción furibunda de los principales rostros del partido contra el Rey.
Una ducha de realidad
Podemos fue después que la protesta en la calle durante la crisis de 2008. Y ahora Yolanda Díaz, catapultada al cielo por Iglesias, necesita escuchar a la calle para conectar con una mayoría social que vuelva a dar a su espacio político opciones de tratar al PSOE de tú a tú. El objetivo vuelve a ser 'sorpassar', que nadie lo olvide. Lo firma Podemos en su nueva hoja de ruta. Los socialistas son los eternos adversarios de todo lo que hay a la izquierda del puño y la rosa y que Díaz definió como "pequeño y marginal".
Los morados nacieron para aprovechar la onda de descontento del 15-M, y se constituyeron con un fin muy concreto: “asaltar los cielos”. Es decir, llegar al poder por la vía rápida y derribar por completo lo que llaman el “régimen del 78”. Pero eso no pasó.
Los morados saben que el devenir de estos años les ha cambiado el guion. No lograron su objetivo de ganar las elecciones y sueprar al PSOE. Así que les tocó “institucionalizarse” y hacer oposición, mientras les caían algunos escándalos: condenas y traiciones traumáticas. Al final, la entrada de Podemos en el Ejecutivo les ha recordado que es más fácil ser un 'Pepito Grillo' que gobernar. Por eso, seguirán honrando la espada de Bolívar. Y alzando el puño, como Monedero.
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