• Orientaciones sexuales y románticas del ministerio de A. Redondo

El 'libertario' Donald Trump ha dictado que en Estados Unidos solo hay dos sexos, masculino y femenino, mientras que el 'iliberal' Pedro Sánchez no limita el número de identidades sexuales, incluso el Ministerio de Igualdad ideologiza también los sentimientos clasificando las personas como 'arrománticas', 'demirrománticas', 'birrománticas', etcétera. Para enojo del feminismo oficial y subvencionado, la orden del inquilino de la Casa Blanca eliminando el concepto género como sustitutivo de sexo ha sido saludada positivamente en España por la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, surgida como un frente del feminismo clásico ante la llamada ley trans de 2023.

 

El Ministerio de Igualdad encabezado por Ana Redondo mantiene las políticas identitarias de género heredadas de su predecesora Irene Montero, pero ante las polémicas que acompañan la implementación de las mismas opta por poner el acento de su gestión en conquistas de igualdad y lucha contra la violencia. Y como en este área no se lo pone fácil la imposibilidad de reducir las cifras de mujeres asesinadas por sus parejas, la ministra ha recurrido a que el Consejo de Ministros apruebe un Protocolo de condena y repulsa ante asesinatos por violencia de género.

 

Aparte de ese singular protocolo, plasmado en siete líneas de obviedades en una referencia de Consejo de Ministros, Redondo no pierde oportunidad de poner en valor la ley del 'solo sí es sí' -denominada por ella la LOGILS- porque “ha cambiado el paradigma de valoración de las conductas machistas”. Y en su papel de abanderada del feminismo sanchista que le hace proclamar en redes “somos socialistas porque somos feministas”, llega a adjudicar autoría femenina a la labor impresora de la primera edición del Quijote. Se apoya en la revelación de la Biblioteca Nacional de que el original de Cervantes llegó a la madrileña imprenta de Pedro Madrigal cuando éste había fallecido y su viuda, María de Quiñones, hubo de casarse con el oficial mayor de la imprenta, Juan de la Cuesta, para mantener el negocio con la titularidad de un varón siendo éste quien dio nombre de marca a las publicaciones.

 

 

Aunque algunos sectores feministas ligados al PSOE consiguieron pírricamente en el 41º congreso celebrado en diciembre que ese partido eliminara en su listado de géneros y orientaciones sexuales la Q de queer y el signo + que abarca lo que no sea lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales, el departamento ministerial que se ocupa de esas cuestiones mantiene el + en su pomposa denominación de Dirección General de Igualdad real y efectiva de las personas LGTBI+, aunque al describir su misión desaparece el colectivo identificado por dicho signo: “Tiene como objetivo la protección de la Diversidad Sexual y la defensa de los Derechos de las personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGTBi), históricamente vulnerados”.

 

En las antípodas de la 23ª orden exprés de Donald Trump estableciendo que la “política de EEUU es reconocer dos sexos, masculino y femenino” y descartando la ideología de género como alternativa a la división biológica, el Ministerio de Igualdad español deja abierto el listado de identidades y géneros. Así, los manuales para las oposiciones a la Policía Nacional dependiente del ministro Fernando Grande Marlaska recogen hasta 37 identidades sexuales, desde pangénero a trigénero, desde antrosexual a grisexual o scoliosexual, etc.

 

La labor de la Dirección General para las personas LGTBI+ no resulta muy prolífica a la vista de sus resultados externos. Se limita a emitir comunicados ante las fechas anuales dedicadas a determinados colectivos y a presentar en su web oficial ocho documentos con varios años de antigüedad. El más reciente, que data de 2022, es un estudio de 133 páginas sobre “las necesidades y demandas de las personas no binarias en España”, citando amplia bibliografía y apoyado en una encuesta sin ficha técnica. Ese informe heredado y que la actual ministra Ana Redondo lo asume como propio, describe diversas orientaciones sexuales y además identifica más de seis orientaciones sentimentales, consideradas como románticas, desde homorromántico a panrromántico.

 

La citada Dirección General dispone de un Consejo de Participación de las Personas LGTBI que es “competente en materias relacionadas con la igualdad de trato, la no discriminación por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género” a la vez que procura “reforzar la participación en todos los ámbitos de la sociedad de las personas LGTBI y sus familias”. Con esas atribuciones, dicho Consejo integrado por 34 miembros representantes de organismos públicos y entidades particulares ha emitido cinco pronunciamientos, la mayoría respaldando iniciativas del Ministerio.

 

El único documento original alumbrado por tan nutrido organismo, también de la época de Montero y que se mantiene vigente, ha sido un extenso trabajo sobre transexualidad e intersexualidad en el deporte que, entre otras normas confusas, pone énfasis en no excluir en la actividad deportiva a los menores trans e intersex “en los ámbitos escolares y juveniles”, admite posibles exclusiones de atletas trans e intersex solo en “categorías de competición pero no en el ejercicio de la práctica deportiva”.

 

Todo ello viene derivado de la Ley 4/2023, también conocida como ley trans, aprobada en la anterior legislatura como concesión de Sánchez para mantener su entonces Gobierno de coalición con Podemos. Se trata de una norma que salió adelante contra criterios jurídicos y, sobre todo, con la oposición del feminismo clásico que maneja conceptos científicos y sociológicos con visión progresista y que está agrupado en la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres. Esta entidad, precisamente, bajo el titular 'Restableciendo la verdad biológica en el gobierno federal' ha destacado en su web el texto completo de la orden ejecutiva del presidente Trump, por la cual  la nueva Administración federal de los EEUU restituye el significado del concepto sexo sin sustituirlo por el de género.

 

 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli