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España

¿Apoyará el PSOE otro candidato diferente a Rajoy? Alfonso Alonso se cuela entre los preferidos

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, el pasado miércoles en La Moncloa.

Alfonso Alonso vuelve a ser el hombre de moda y no porque en esta ocasión su nombre corra en boca de los grandes del Ibex como componedor de un gran pacto con el PSOE para encarar la reforma constitucional pensada para resolver el problema catalán. El ministro de Sanidad en funciones está ahora en la mente de algunos dirigentes del Partido Socialista como recambio a Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno o, si se prefiere, como el candidato del PP a la investidura que levantaría menos ampollas en el cuartel general de Ferraz y podría aspirar, al menos, a una abstención generosa de los 90 diputados del PSOE que le permitieran su acceso a La Moncloa.

En el PSOE se ve a Alonso fuera de la etapa más dura del Gobierno de Rajoy y con perfil dialogante

¿Es ciencia ficción? "Lo que tenemos claro es que Rajoy no volverá a ser presidente del Gobierno ni con nuestro voto afirmativo ni con nuestra abstención. Lo demostraremos en el debate de investidura y será entonces cuando el propio Rajoy, en primer lugar, y el PP en su conjunto, deberán decidir si ceden y cambian de caballo o prefieren ir a nuevas elecciones generales", afirma un alto cargo socialista, consciente de los cambios que todavía pueden producirse debido a la crisis interna de liderazgo por la que vuelve a atravesar su partido.

A la hora de manejar posibles sustitutos, en el PSOE se tienen claras las reglas. "Sólo podríamos considerar in extremis a alguien que no pueda ser identificado con la etapa más dura e injusta del Gobierno de Rajoy y, por añadidura, alguien de perfil nítidamente dialogante. Con esos moldes, Alfonso Alonso sería una persona a considerar".

"Dejar que Rajoy se queme en el tostador"

La decisión no está ni mucho menos tomada, ya que la táctica de Pedro Sánchez y de su ejecutiva, sometida este lunes al filtro del Comité Federal, va a consistir en "dejar que Rajoy se queme en el tostador", misión que el PSOE verá cumplida cuando se constate que no puede superar la investidura porque ningún grupo, salvo Ciudadanos, se apreste a facilitarle un nuevo salvoconducto hacia La Moncloa. Será entonces cuando, según fuentes socialistas, entre en acción la segunda fase del proceso, momento en el que Sánchez ya sabrá si puede optar él a la investidura porque reúne los apoyos suficientes para superarla o, por el contrario, tiene que poner al PP en la tesitura de cambiar de candidato o ir a unas nuevas elecciones generales.

Los socialistas acabarán poniendo al PP en la tesitura de cambiar de candidato o ir a nuevas elecciones

Hasta entonces, si les deja el comité federal, Pedro Sánchez y su equipo van a sondear todas las posibilidades, entre otras la de un amplio acuerdo con las fuerzas políticas del arco parlamentario que compartan la agenda social que el PSOE defendió durante la campaña electoral y que el propio líder socialista volvió a exhibir el pasado miércoles nada más abandonar el Palacio de La Moncloa. El guion incluye, entre otras iniciativas, la derogación de la última reforma laboral, un nuevo pacto para las pensiones, el cambio del modelo tributario y el blindaje en la Constitución de algunos derechos sociales.

El PSOE, con 90 diputados, será finalmente el que acabe decidiendo si precipita o no nuevas legislativas, opción que, según algunas opiniones, sería altamente perjudicial para sus intereses y para otros, sin embargo, le colocaría por encima de los resultados obtenidos el pasado 20-D, siempre que Pedro Sánchez o su sucesor/a acertara a colocar en el frontispicio del debate su agenda social y Podemos, por el contrario, siguiera a piñón fijo con la matraca del referéndum que definiría el futuro de Cataluña. Queda todavía mucha representación teatral que observar y bastante cocina que condimentar hasta ver el plato final.

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