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Habla el mando absuelto por la patada en la puerta: "Los delincuentes no pueden resguardarse en la impunidad del domicilio"

El subinspector Daniel García explica en una entrevista a Vozpópuli cómo se siente tras ser absuelto en el proceso denominado como el caso ariete

Daniel García, el mando de la policía absuelto por el 'caso ariete'
Daniel García, el mando de la policía absuelto por el 'caso ariete'

Daniel García es un policía de vocación. Este subinspector de la Policía Nacional ha pasado varios años bajo el foco judicial por dos entradas en domicilios donde se celebraban fiestas durante la pandemia que se denominaron, de forma errónea, 'patada en la puerta'. Uno de estos procesos terminó en la fase de instrucción, mientras que el otro se prolongó hasta hace pocas semanas. Fue el archiconocido como caso ariete. La sentencia ha sentado un precedente: "Ahora ya tenemos más seguridad jurídica y un ciudadano, sospechoso de un delito, tiene la obligación de identificarse y no resguardarse en la impunidad domiciliaria", explica en una entrevista a Vozpópuli.

Dani, como es conocido de forma cariñosa entre sus compañeros, tiene un lema que ha marcado a fuego a muchos de sus agentes. "En cada intervención actúo como me gustaría que un policía lo hiciera con mi familia". De ahí que este agente fuera el jefe del operativo que buscaba acabar con la penuria de los vecinos de la calle Lagasca. "Nos has salvado la vida", llegaron a decirle los residentes tras desalojar un piso donde se celebraban fiestas de tres a cinco días por semana, a pesar de las restricciones de la pandemia.

Además, se dio la circunstancia de que 24 horas después también tuvo que ordenar otra entrada en una fiesta que se celebraba en una vivienda de la calle Velázquez. Ambos casos acabaron en los juzgados pero con una suerte distinta.

El procedimiento de la 'patada en la puerta' de la calle Velázquez se quedó en la fase de instrucción. El juez encargado de la causa solicitó las cámaras corporales de los agentes que participaron en la intervención. De esa forma, puedo corroborar la versión de los participantes y archivó todo el proceso.

El juicio de la patada costó 50.000 euros al Estado

Esta prueba, sin embargo, no fue aceptada por el magistrado de instrucción del caso ariete. Dani y sus cinco compañeros intentaron por activa y por pasiva que aceptara las imágenes, pero el juez en este caso se negó y tuvieron que llegar a juicio en la Audiencia Provincial de Madrid. "Las arcas públicas se hubieran ahorrado unos 50.000 euros que es lo que ha costado el juicio", detalla en una entrevista a Vozpópuli este subinspector que fue defendido por el abogado Juan Antonio Frago.

Daniel, uno de los policías absueltos en el 'Caso Ariete' de la patada en la puerta de la Calle Lagasca.

"Yo tenía la esperanza de que si cualquier persona veía esos vídeos iban a tomar esta misma decisión", remarca Dani sobre la absolución. Y es que durante las diferentes sesiones del juicio de ariete los asistentes a la fiesta "mentían descaradamente". "Todos decían que estaban tranquilos en el sofá. Parecía que habían asistido a una reunión de eruditos. Los miembros del jurado se dieron cuenta. Uno les preguntó que cuántas personas cabían en ese sofá", bromea sobre una de las sesiones que se celebró de este caso de la patada en la puerta.

Policía por vocación

"El jurado se dio cuenta de que no ganamos nada. Queríamos hacer nuestro trabajo y apoyar a los vecinos para dar una respuesta policial que llevaban sufriendo esta situación durante meses", resalta. Dani se considera un policía de "vocación" y después de esta intervención, cuando ya estaba inmerso en los procesos judiciales, siguió practicando entradas incluso en temas de okupación.

"La ley es una herramienta con la que tenemos que trabajar. No concibo ser policía si estoy atado de pies y manos. Colgaría directamente el uniforme", asegura. Su vocación es "ayudar a los demás cuando hay una injusticia". "Tenemos una visión práctica de la ley y del derecho", defiende.

Después del caso ariete, Dani aún no ha vuelto a pasar por el edificio de Lagasca donde se produjo la intervención pero sí ha transitado por esta calle que le transmite "mezcla de sentimientos". "Ahora me siento más tranquilo y en paz porque se ha acabado todo y se ha demostrado que estuvo bien hecho. Te sientes avalado", reflexiona.

La situación de Dani tras el caso ariete

Unas sensaciones que no siempre fueron las mismas por la "presión" que han vivido todos estos años que "ha cambiado" la vida de muchos de sus compañeros que protagonizaron la mal llamada patada en la puerta. "Los policías somos una herramienta fundamental dentro de la sociedad y tenemos que estar ahí para lo que los ciudadanos nos soliciten", destaca.

La presión antes de estas semanas claves también la ha vivido su familia. "Están muy indignados y heridos por todo lo que ha pasado", afirma. No obstante, su apoyo y comprensión han sido claves para pasar este duro lance. "Consideraban que estaban yendo a por los buenos de la película. Mi mujer se emocionó mucho con el veredicto", recuerda.

Este subinspector ahora vive en una "nube de relax absoluto" porque se ha hecho justicia. De todos esos años de proceso de la patada se queda con el cariño que ha recibido de sus compañeros porque quien le conoce, y conoce su forma de ser, le ha defendido con "uñas y dientes" desde el principio.

Dani ahora forma parte del Área de Seguridad y Protección de la Policía Nacional. Un trabajo que le gusta y donde está a gusto con sus compañeros pero sigue luchando por volver al puesto que más le gusta que es en las calles, en Seguridad Ciudadana. "Me gustan las intervenciones y ayudar a tomar decisiones con los compañeros", afirma tras haber dejado atrás el caso ariete.

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