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Flores acusa a Madrid y niega que se superara el aforo: "Se vendieron 9.600 entradas, no 22.500"

Miguel Ángel Flores (d), principal acusado por la tragedia del Madrid Arena, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid

Miguel Ángel Flores, el principal acusado por la tragedia del Madrid Arena, ha negado en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial por la muerte de cinco jóvenes que hubiera vendido más de 9.600 entradas en la noche de Halloween de 2012 cuando se produjo el accidente. 

"Hemos cumplido con el aforo del contrato", ha señalado. La empresa municipal Madridec había cifrado en 10.600 las personas que podían entrar, pero la policía acusa al organizador de haber vendido 22.000 localidades. "Es una locura que entraran 22.000 personas", ha añadido insinuando que no caben en el pabellón. 

Flores sí que ha reconocido que había mandado imprimir 17.500 entradas, pero ha insistido en que cuando faltaban 24 horas ordenó paralizar la venta porque ya habían despachado 9.600. Justificó la emisión de 17.500 porque "se hace siempre". Durante la mañana la fiscal ha interrogado al acusado sobre la venta de las entradas y los canales por los que las comercializaban en un lío de cifras que a pocos de los presentes en la sala les ha quedado claro. Según estas cifras se pudieron vender unas 11.000. Pero cuando le ha interrogado su defensor el responsable de la fiesta ha recalcado la cifra de 9.600. 

La segunda jornada del juicio ha comenzado con la proyección de un vídeo que contiene imágenes inéditas y angustiosas de la avalancha humana ocurrida a las 03.35 horas del 1 de noviembre de 2012. En el vídeo, nunca visto hasta ahora, aparece una multitud de personas atrapadas en el vomitorio mientras los vigilantes de Kontrol 34 tratan a la desesperada de sacar a los jóvenes del tapón que se forma en el interior.

Flores asegura que las entradas que aparecieron, hasta 22.500 en un edificio anexo, corresponden a las emitidas y no a las vendidas

Tenían una "multilicencia"

Flores ha aprovechado el interrogatorio para cargar contra las personas de Madridec que gestionaban el Madrid Arena, que jamás le mostraron un plan de autoprotección. Le explicaban que tenían una "multilicencia" que les permitiría hacer todo tipo de eventos y nunca se imaginó que el pabellón no tuviera permisos. 

Se ha quejado de que en esa ocasión Madridec no hubiera convocado la reunión de coordinación que se hacía siempre que organizaban un evento similar en ese mismo pabellón. El empresario ha mantenido en el interrogatorio que para él sólo son válidas las entradas que han pasado por el lector óptico, por lo que no puede aceptar que hubieran vendido 22.500. Nunca dio órdenes para cerrar la salida de los vomitorios, que fue una de las causas que ayudaron a que se produjera la tragedia. 

Asimismo, Flores ha explicado que las 22.500 entradas que se encontraron en el edificio satélite no correspondían a las vendidas "sino a las emitidas" y ha comentado que si hubiera querido ocultar las entradas se las habría llevado en una furgoneta. 

Se iban a emitir 35.000 entradas

Para la fiesta de Nochevieja Madridec le había dado un aforo de 22.000 personas, y se iban a emitir 35.000 entradas, lo que demuestra que la propia empresa organizadora permitía cifras diferentes. Se enteró de la tragedia cuando le pidieron que bajara a la enfermería y vio a "dos pobres niñas" muertas. Luego la cifra aumentó "y me descompuse". En este sentido, Flores ha afirmado que la tragedia no tenía que haberse producido nunca. Pensó que el motivo fue el botellón o las bengalas, pero finalmente cree que todo sucedió por un problema de flujos en una zona de tránsito. 

Flores ha aprovechado el interrogatorio para cargar contra las personas de Madridec que gestionaban el Madrid Arena

Además, ha señalado que la razón fue que el sonido se fue 20 minutos y que mucha gente aprovechó para ir a las barras del piso de arriba y los cuartos de baños. Al volver la música los asistentes quisieron bajar y ahí se produjo el choque entre los que querían subir y los que querían bajar. Fue el momento de la tragedia donde murieron las cinco niñas. El pabellón no estaba compartimentado y se produjo una montaña humana. 

Flores ha explicado después a la juez que las entradas que aparecieron, hasta 22.500 en un edificio anexo, corresponden a las emitidas y no a las vendidas y ha acusado abiertamente a Madridec y Seguriber de haber podido manipular las urnas con las entradas e introducir en ellas los tickets no vendidos.

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