La Comunidad de Madrid ha lanzado una iniciativa innovadora para abordar la epilepsia, una patología que afecta a 450.000 personas en España. Este proyecto busca mejorar la atención y calidad de vida de los pacientes mediante la implementación de circuitos más rápidos y personalizados.
Según la consejera de Sanidad, Fátima Matute, al integrar los cuidados se mejora la vida del paciente y la gestión de su enfermedad. El objetivo es consensuar recomendaciones comunes, optimizar recursos, reducir el tiempo de asistencia, mejorar el pronóstico y diagnóstico, administrar tratamientos tempranos y garantizar la equidad en el acceso a todos los niveles asistenciales. El proyecto permite detectar de forma precoz los episodios de mayor riesgo, proporcionando una atención rápida, eficaz y sistematizada.
Al activarse el Código Crisis, el enfermo es trasladado en una UVI del Servicio de Urgencia Médica autonómico (SUMMA 112) a uno de los hospitales públicos de referencia que forman parte de esta red: 12 de Octubre, Clínico San Carlos, Fundación Jiménez Díaz, Gregorio Marañón, La Paz, La Princesa, Ramón y Cajal y Niño Jesús, en la capital, Puerta de Hierro-Majadahonda y Getafe. Estos hospitales están equipados para ofrecer el tratamiento necesario.
¿Cómo se está implementando el Código Crisis?
Tras una evaluación inicial por parte del neurólogo o neuropediatra en el caso de niños, al paciente se le aplica un tratamiento agudo y se realizan con urgencia análisis y técnicas de neuroimagen, además de un electroencefalograma, la prueba complementaria más importante. Esto permite que el paciente sea dado de alta con el diagnóstico y tratamiento establecidos. La puesta en marcha del Código Crisis ha involucrado a más de 100 médicos de diferentes especialidades y profesionales de Enfermería. Se han establecido medidas farmacológicas y no farmacológicas para evitar complicaciones desde los primeros minutos.
Los hospitales de referencia disponen de equipos multidisciplinares con amplia experiencia en el manejo de esta enfermedad. Estos equipos tienen la capacidad de realizar electroencefalogramas y TAC urgentes, resonancias magnéticas cerebrales, monitorización prolongada mediante videoelectroencefalograma, y cuentan con unidades de cuidados intensivos y neurocirujanos de guardia. Además, disponen de laboratorios y la posibilidad de emplear todos los medicamentos de rescate disponibles. Los especialistas consideran fundamental llegar a un diagnóstico correcto e instaurar un tratamiento precoz en el menor tiempo posible.
¿Cuál es la importancia de un diagnóstico correcto?
El diagnóstico correcto y el tratamiento precoz son vitales, ya que la duración de un episodio de epilepsia se ha relacionado con el pronóstico del paciente. El SUMMA 112 atendió el año pasado a 4.216 personas que presentaban crisis epilépticas con o sin convulsiones, generalmente con un diagnóstico previo, lo que representa un 5,35% menos que en 2023. Esta reducción es un indicativo de los avances logrados gracias a la implementación de este nuevo protocolo de actuación.